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Odiosas comparaciones

Cuando legisladores de la oposición y analistas políticos hacen odiosas comparaciones de los recursos públicos derrochados en gastos superfluos, como fue la adquisición del avión presidencial “José María Morelos y Pavón” que tuvo un costo de 6 mil 548 millones de pesos o desviados en casos de corrupción, como fue la compra de la planta de Agro Nitrogenados en Veracruz que, con todo y sobreprecio, se gastó 8 mil 790 millones de pesos, que sumados dan un total de 15 mil 338 millones de pesos y uno los confrontan con los 606 mil millones de pérdidas que tuvo Petróleos Mexicanos (Pemex) durante el primer semestre del 2020, propician que el enojo o la ira del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Lógicamente que no hay ninguna relación, pero resulta que estas odiosas comparaciones nos permiten ver que las enormes pérdidas económicas que sufre la sociedad mexicana, ya que en el primer caso fue por corrupción en tanto que en el segundo fue, en su mayor parte, por la ineptitud de los funcionarios que ha nombrado López Obrador por ser supuestamente honestos.

Odiosas comparaciones

Incluso, la senadora Xóchitl Gálvez Ruiz del PAN, hizo una parodia con el costo del avión presidencial “José María Morelos y Pavón” y las enormes pérdidas de Pemex, cuando dijo que: “se podrían comprar 250 aviones con la debacle financiera que tuvo la empresa paraestatal durante el primer semestre del 2020.

Si bien es cierto que las enormes pérdidas económicas que ha tenido Pemex desde que asumió la dirección general de Pemex, el también tabasqueño Octavio Romero Oropeza, se debe a muchos factores externos e internos, como es la caída del precio internacional del hidrocarburo, la reducción en la producción consensada con la Organización Países Exportadores de Petróleo (OPEP), pero también por las malas decisiones que ha tomado el amigo del presidente López Obrador.

No tiene toda la culpa Romero Oropeza de la debacle financiera de Pemex, debido a que muchas de las decisiones que ha tomado son en base a los consejos o instrucciones que le ha dado la titular de la Secretaría de Energía (SENER), Rocío Nahle García, quien presume de conocer muy bien el negocio petrolero mundial, pero en realidad ha complicado el mercado energético por su ineptitud.

Ahí está el caso de las energías limpias, que con tal de que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) recobre el monopolio de la venta y distribución de la energía eléctrica en el país, desecho todos los contratos establecidos con empresas extranjeras que invirtieron en la generación de energía eólica y solar, cuya cancelación será muy costosa para las finanzas públicas.

Se espera una verdadera “cascada de demandas” por parte de las empresas extranjeras que se han quejado del cambio de reglas en la generación de energías limpias, cuyos procesos legales propiciaron desembolsos millonarios del gobierno federal, sobre todo ahora que entró en vigor el nuevo Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).

No hay duda de que son odiosas las comparaciones, pero urge que el presidente López Obrador deje de designar a personas sin ninguna preparación ni experiencia en cargos importantes a pesar de ser honestas, ya que sus errores u omisiones, es decir por ser ineptos en sus nuevos cargos, son más costosos que los casos de corrupción que utiliza para distraer la atención en casos más graves, como son los contagios y decesos por coronavirus y el desplome de la economía.

Y hablando de la crítica situación que registra la economía de nuestro país, el Instituto Nacional de Geografía, Estadística e Informática (INEGI), que dirige Julio Santaella Castell, dará a conocer hoy una estimación del Producto Interno Bruto (PIB) que sufrió un desplome de cerca del 20%.

Los analistas financieros esperan las cifras del INEGI para reducir aún más el crecimiento de la economía mexicana en el 2020, incluso algunos descartan por completo que tenga un crecimiento del 1%, como lo había pronosticado el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera Gutiérrez.

La situación se agravó por la suspensión de actividades por la pandemia del coronavirus, como se puede constatar en el deterioro del poder adquisitivo durante mayo, es decir el segundo mes de la campaña “Quédate en Casa”, cuyo análisis del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), señala claramente que la llamada pobreza laboral llegó a 54.9% de la población.

El estudio del Coneval señala claramente que las familias mexicanas no pueden comprar o adquirir toda la canasta básica, puesto que no sólo ha dejado de percibir ingresos económicos, sino también se han encarecidos los alimentos básicos, como es el caso de la leche, el huevo, la fruta, entre otros.

La pérdida del poder adquisitivo se debe en parte porque muchos jefes de familia han perdido sus trabajos o no han podido ir a sus negocios porque tienen instrucciones de no abrir para tratar de parar el contagio y el deceso por coronavirus en el país.

Y nada que la administración de López Obrador implementa el “ingreso básico vital” por 3 mil 700 pesos mensuales a favor de todas las personas que han perdido sus empleos durante la contingencia sanitaria por el coronavirus, ni siquiera porque es una propuesta de diputadas del PAN, PRI, PRD, MC y de Morena que se unieron para paliar la crítica situación económica de las familias.

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