Musike, Fantasma

Los Stone Temple Pilots podrían sufrir la maldición de grandes agrupaciones de la música como INXS, The Doors, Queen o inclusive Alice In Chains, en el sentido de que su vocalista o “front-man”, al fallecer, provoca que la banda pierda su carisma, su esencia, su atractivo.

Es curioso que Scott Weiland, a pesar de haber sido un personaje demasiado problemático, pareciera que irremediablemente sea muy difícil reemplazarlo. No podemos negar su gran poder mediático y su versátil tono de voz, pero es preciso subrayar que los encargados primarios de la composición de los temas, son los hermanos Robert y Dean DeLeo (guitarra y bajo respectivamente).

El encargado de cubrir los zapatos del citado Weiland es Jeff Gutt, a través del séptimo álbum de estudio de los californianos: “Stone Temple Pilots” (2018), un disco donde se percibe el sello de rock-stoner-psicodélico de este icónico grupo representante del “grunge” noventero, que está dispuesto a demostrar que todavía pueden aportar cosas muy interesantes. Sin duda la aportación de Gutt, quien además cuenta con un timbre vocal muy similar al de Weiland, brinda una especie de rejuvenecimiento y recrean por  momentos lo mejor de los Pilots. Algunos cortes dan muestra de ello, como “Roll Me Under”, frenético e impasible (segundo sencillo, a propósito); “Middle of Nowhere”, canción que abre el disco en forma machacante y  que va directo a la yugular, aunque también existen los espacios más complacientes como “Never Enough” y la engañosa balada “The Art Of Letting Go”.

En general estamos ante una producción discográfica aceptable, de corta duración y sin mayores pretensiones,  sin duda agradecemos el esfuerzo de los STP por querer mantener su vigencia y su legado, sin embargo, este disco no llega ni remotamente a sus grandes trabajos y la respuesta a ello es incierta, tal vez su sonido de una u otra manera se ha reciclado o, efectivamente, la ausencia del señor Scott les ha restado parte de su energía vital. Se ha convertido en un fantasma que merodea subrepticiamente.