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Lo qué pasó con los Von Trapp

En la publicación anterior compartía la historia de la película “La Novicia Rebelde” y comentaba que, cuando la vi, al final me pregunté qué habría pasado con la Familia Von Trapp: María, el Coronel Von Trapp y sus siete hijos, que terminan internándose en las montañas, dejando en mi mente infantil (de 5 años de edad) la inquietud de a dónde habrían ido. Mencionaba que en su momento no lo supe, pero que al paso de los años lo descubrí, y ahora se los digo.

¿Qué pasó con los Von Trapp? Se metieron en mi corazón, y al igual que María, que encontraba paz y felicidad en las montañas, aprendí a disfrutar de la naturaleza, a escuchar el canto de las montañas, y a ver la mano de Dios en sus creaciones.

Lo qué pasó con los Von Trapp

Me enseñaron que en las cosas sencillas podemos encontrar gozo y fortaleza. Y entre mis favoritas, también hay cosas simples y pequeñas, como la sencillez de una caricia o de un abrazo de esa joven que un día me dijo “sí” y hoy sigue siendo mi fiel compañera, ayudándome a ahuyentar a la tristeza cuando se presenta.

Se adentraron en mi corazón, y comprendí que en todo proceso de enseñanza hay que empezar con lo básico, con el A, B, C o el Do, Re, Mi, y que siempre podrá haber la posibilidad de añadir un elemento de diversión para que el aprendizaje se vuelva más atractivo para el aprendiz, y sembrar en él la certeza de que aprender y disfrutar no están reñidos, y pueden ir de la mano.

Los Von Trapp se internaron en mi corazón y me enseñaron que la familia está para apoyarse. Que así como María y los muchachos ayudaron a su padre a terminar de cantar cuando la tristeza y la emoción le impidieron hacerlo, así, unos a otros en la familia podemos apoyarnos y levantarnos cuando uno cae, porque no se trata ver quién llega más lejos, sino de llegar juntos.

¿Qué pasó con los Von Trapp? Me ayudaron a entender que los sueños hay que perseguirlos hasta encontrarlos, y hay que mantenerlos vivos con el fuego del amor, sin cansarnos, sin rendirnos, porque nunca sabemos si tal vez esos sueños están ya a un solo paso, o detrás de esa cima, o al final de ese arco iris. Y solo el que persevere será merecedor de saber lo que es que un sueño se convierta en realidad.

Los Von Trapp, en algún momento de mi vida, sin saber cómo ni cuándo, me inspiraron muchas cosas, y eso es algo que también podemos todos tratar de hacer. María Von Trapp realmente existió, fue un personaje real, y su historia inspiró la película. Muy probablemente nuestra historia no inspire una película, pero si inspiramos a un amigo, a un hermano, a un hijo, si lo ayudamos a crecer como ser humano, entonces nuestra estancia aquí habrá quedado más que justificada, aún que no ganemos un Oscar.

En una escena entrañable de la película, hay una fiesta en casa de los Von Trapp y, en cierto momento, María les indica a los niños que es hora de que se retiren a sus habitaciones para dormir. Los niños están renuentes a despedirse, pero al no haber más opción, van uno a uno subiendo las escaleras, mientras cantan una melodía con la que se despiden. Cuando terminan de subir todos, parados en la puerta de sus respectivos cuartos, voltean y, cantando todavía, dicen “Adiós” a los invitados, y éstos, embelesados, les dan también un adiós emocionado.

Todos, algún día, también tendremos que despedirnos, cosa que preferiríamos no tener que hacer. Por lo general, aquí en la vida es a donde nos gusta estar. Pero sin excepción, para todos, en algún momento, aparecerá la conocida palabra “Fin”.

Te invito a esforzarte para que, cuando ese momento llegue, la gente que te conoció te dé también un adiós emocionado, agradecida por haberte conocido. Y que la fragancia de tus acciones quede en este lugar por mucho tiempo más después de que te hayas retirado.

Estoy seguro de que si lo hacemos, podremos partir sin temor ni remordimientos, y con el gozo de saber que allá, nos esperan más montañas que escalar, más arco iris que seguir, pues esta vida, estoy seguro, es la preparación para algo mejor. Por mi parte, espero también encontrarme allá a los Von Trapp, y decirles “Gracias” por la huella que dejaron en este corazón.

jesus_tarrega@yahoo.com.mx

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