Combinando colores

Según la Biblia, Dios dijo: “hágase la luz” y la luz se hizo. Lo que no dice es cómo lo hizo.

Se sabe que la luz blanca no es un color, sino todos los colores juntos. Isaac Newton lo comprobó al construir un disco en el que estaban pintados todos los colores del arcoíris. Hizo girar rápidamente el disco y al mezclarse con velocidad todos los colores, el disco se veía completamente blanco. Como muchos saben, esa es también la razón de que a veces se vea el arcoíris en el cielo. Al llover, los rayos blancos del sol atraviesan las gotas de lluvia y la luz blanca se descompone en todos los colores que la integran.

No creo equivocarme cuando pienso que a Dios le encanta mandarnos “mensajes ocultos” a través de la naturaleza o por otros medios. Señales a través de las cuales le dice algo a quien desee y esté atento a captar esos mensajes. Y pienso que al utilizar este método para crear la luz, Dios trató de decirnos algo.

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LA MAGIA DE LOS COLORES

Generalmente los colores pueden simbolizar o asociarse con algo. Algunas de las asociaciones más frecuentes para cada color del arcoíris son las siguientes:

VIOLETA: Simboliza el poder y la nobleza y se asocia con la sabiduría, la independencia y la dignidad. Representa también la magia y el misterio.

ÍNDIGO: En los últimos años se ha asociado este color —“niños índigo”— con seres que tendrían una capacidad más elevada para aspectos como la empatía, la creatividad y que poseen un fuerte sentimiento para generar una diferencia significativa en el mundo.

AZUL: El color del cielo y del mar. Es un color ligado a la tranquilidad y la calma. Simboliza la sinceridad, la piedad, la lealtad, la confianza, la inteligencia y el entendimiento.

VERDE: Se le llama el color de la esperanza. Sugiere también crecimiento, estabilidad y resistencia y se le asocia con la curación emocional.

AMARILLO: Evoca sentimientos de alegría, como el color del sol que alegra nuestros días. Representa la felicidad y la energía y estimula la actividad mental.

NARANJA: Representa el entusiasmo, la determinación, el éxito, el ánimo y el estímulo.

ROJO: Es el color de la vida y de la pasión. Del fuego y el misterio del amor. El color de la sangre que nos revitaliza. Simboliza el valor y el coraje.

EL MENSAJE DE DIOS

Pienso que tal vez, sólo tal vez, cuando Dios decidió combinar todos estos colores para formar la luz blanca, la más perfecta de todas, la que ahuyenta por completo las tinieblas, pensó darnos con ello este mensaje:

“Cuando logres obtener sabiduría, que es mucho más que tener conocimiento. Cuando puedas ser realmente independiente y valorarte por lo que eres, no por lo que tienes o lo que haces. Cuando mantengas tu dignidad y autorrespeto sin permitirte ser pisoteado de ninguna forma. Cuando puedas apreciar en toda su magnitud la magia y el misterio de esta vida que te di. Cuando puedas elevarte y elevar a los demás a través de la empatía y por medio de tu imaginación busques y luches por hacer una diferencia en el medio que te rodea. Cuando puedas mantener tu espíritu en calma y tranquilidad y sepas mantener la esperanza y la alegría a pesar de estar rodeado por la incertidumbre y la calamidad. Cuando puedas ganarte no sólo mi amor —que es incondicional—, sino también mi confianza —que no lo es—. Cuando vivas día a día con entusiasmo y energía y estés determinado a alcanzar el éxito sin temor a los obstáculos —que también yo te enviaré para ayudarte a crecer—. Cuando encuentres una pasión para vivirla cada día y eso te de el coraje y el valor que necesitas y llene tu corazón de amor por mi, por ti, por tus semejantes, por ese mundo que creé con tanto amor y por esa vida que tanto anhelabas cuando vivías conmigo y de la que me prometiste hacer algo grandioso, aunque ya no lo recuerdes, entonces ese día empezarás a brillar con luz perfecta, alumbrarás el camino para otros y nunca más habrá tinieblas en tu corazón”. Tal vez… sólo tal vez.