La familia feliz

Lo que tanto criticaban en el PRI, ahora se lleva a cabo con singular alegría en el PAN con la designación de familiares de prominentes panistas, como podría ser el caso de Ismael García Cabeza de Vaca y María Elena Figueroa Smith como fórmula para el Senado, luego de que por mucho tiempo se tuvo la versión de que los nominados serían Gerardo Peña Flores y Omehiera López Reyna.

La diputada Elva Valles Olvera puso en apuros a la dirigencia estatal del PAN, ya que junto con la exdiputada local Patricia Rivera Velázquez, se registraron el viernes como fórmula al Senado.

La exdelegada estatal de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) espera que la influencia de su amigo Rafael Moreno-Valle Rosas logre que sea tomada en cuenta, sin embargo pocos panistas confían en que logre la nominación del PAN al Senado porque está apartada para el hermano del mandatario estatal.

A propósito, la nominación de Martha Erika Alonso Hidalgo como candidata del PAN a la gubernatura de Puebla, es otro caso de “la familia feliz” porque a pesar de que se queja amargamente de que la identifiquen como la esposa de Moreno-Valle Rosas, no hay duda de que por él obtuvo la candidatura.

Tal vez, la influencia del exgobernador poblano logre que la diputada Valles Olvera sea incluida en la lista de candidatos plurinominales del PAN en la segunda circunscripción para llegar al Senado.

De regreso a los registros que son sumamente criticados hasta por los mismos militantes del PAN, se encuentra el de Ofelia Noemí González de Verástegui, quien busca ser nominada a la alcaldía de Xicoténcatl que en la actualidad esta en manos de su esposo Vicente Verástegui Ostos, hermano del Secretario General de Gobierno, César Augusto Verástegui Ostos.

No conforme con ello, se habla de que una prima de ellos, Ruth Gámez Verástegui, busca la nominación del PAN a la alcaldía de Mante, además ella es esposa de Carlos Villarreal Terán, hijo de Javier Villarreal Salazar (QEPD) y hermano de Javier Villarreal Terán.

Por otra parte, resulta sumamente lamentable que Andrés Manuel López Obrador, precandidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, haya prometido que en caso la presidencia de la república busque la manera de que regrese al país el controvertido dirigente del Sindicato de Mineros, Napoleón Gómez Urrutia, mejor conocido como “Napito”.

Se le olvida que Gómez Urrutia huyó de México porque robo el fondo de pensiones de los mineros, quienes en la actualidad reciben entre 900 a 1,200 pesos mensuales, en tanto que su dirigente vive a todo lujo en Canadá, en donde fue protegido por las empresas mineras transnacionales que sobre explotan las minas de plata en nuestro país.

Si bien es cierto que los candidatos reciben el apoyo de todos en las épocas electorales, pero hay adhesiones que en lugar de sumar dividen por ser sumamente controvertidas, como es el caso de “Napito”, quien no sólo heredó el imperio de corrupción de su papá Napoleón Gómez Sada (QEPD), sino también resultó ser más ladrón porque nadie puede negar que los trabajadores metalúrgicos son explotados en las minas.

La incorporación de Gómez Urrutia, así como la del yerno y nieto de la maestra Elba Esther Gordillo seguramente impactará en forma negativa en las preferencias electorales y no se puede descartar la posibilidad de que sea la “tumba” de su tercer intento por llegar a la presidencia de la república.

Por más que López Obrador trate de mostrar a Napito y a la maestra Gordillo como víctimas de la represión gubernamental, la sociedad mexicana conoce muy sus fechorías que cometieron cuando estaban el frente de sus imperios de corrupción en el sindicato de mineros y de maestros.

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