Columnas > ENFOQUE

LA FIESTA EN PAZ

El Congreso del Estado de Baja California se apresta a emitir un decreto mediante el cual el periodo del próximo gobernador será por tres años para el efecto de que en el 2024 coincida la elección del siguiente mandatario con la de presidente de México. Es una disposición para todos los Estados, aunque algunos le han hecho al remolón, Tamaulipas, entre ellos.

Recuerdo que allá por el 2015 el Congreso del Estado se aprestaba a emitir en un decreto a través del cual determinaban que el próximo gobernador sería por dos años, es decir, del 2016 al 2018 con la finalidad de que la siguiente elección para gobernador coincidiera con la de presidente de México en 2018.

LA FIESTA EN PAZ

Pero a la hora de la hora dijeron que nones y dejaron las cosas sin moverle, quedando definido que el periodo sería por seis años. No sé si pudo más la presión de BALTAZAR HINOJOSA OCHOA, que fue el candidato del PRI o la de EGIDIO TORRE CANTÚ, que era el gobernador, pero creo que finalmente fue la del mandatario estatal. No es ningún secreto que los diputados locales bailaban al ritmo de la pandereta de la del ahora varón de San Pedro. Lo que no se imaginaron es que en las elecciones del 2016 les acomodarían una revocada que propició que por primera vez un no priista arribara a la gubernatura de Tamaulipas.

Hoy están las cosas en situaciones parecidas. El Congreso del Estado tiene que definir el próximo periodo del gobernador. Lo dejarán, como lo marca la Constitución, por seis años, o lo reducen a dos para que coincida en 2024 con la elección presidencial tal y como lo están haciendo en Baja California y como en el pasado lo hicieron entidades como Veracruz y Puebla, entre otros.

Es del conocimiento general que la disposición constitucional es que las elecciones de los diversos niveles se lleven a cabo el mismo día. La de Tamaulipas, para tal cosa y como ya se sabe, tendría que irse a dos años el periodo del próximo gobernador, es decir, de 2022 al 2024.

Pero en el presente y los meses venideros del 2020 no creo que el Congreso tamaulipeco se ocupe de ese tema, primero porque los diputados van a estar más preocupados por no contaminarse con el COVID-19, y luego falta que el comandante en jefe de los panistas tamaulipecos, que todos sabemos es FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, le dé la instrucción a GERARDO PEÑA FLORES, el pastor mayor del Congreso del Estado.

Y mientras García Cabeza de Vaca no dé la indicación, Gerardo por sus pistolas no va a subir en la agenda ese tema, lo cual me hace suponer que será hasta el 2021 cuando lo aborden.

Deberá ser antes de septiembre toda vez que en ese mes inicia el proceso electoral 2021 – 2022 para culminar con las elecciones de gobernador y diputados locales.

Entonces, lo que se especule en este momento con respecto a los prospectos para gobernador, en lo que corresponde al PAN están en el aire, aunque tienen para dar y repartir, lo mismo si la gubernatura es por dos.

Suponganos que fuera solamente por dos años el periodo, o sea de 2022 al 2024, a ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, que en la actualidad es el mejor prospecto panista, no creo le atraiga mucho una gubernatura chiquita pero tampoco tiene pinta de que quiera correr el riesgo de esperarse hasta el 2024, que es cuando coincidentemente termina su periodo como senador, no porque se considere que para el 2024 FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA no tendrá ya influencia política como para decidir quién será el candidato a relevarlo, toda vez que él, dos años antes habrá dejado de ser gobernador.

Y si bien pudiera ser que en noviembre del 2021 llegase a ser presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN. De lograr tal cosa, entonces no habría quien le hiciera sombra a Francisco para decidir quién será el candidato a gobernador de Tamaulipas en 2024, y ahí, Ismael quedaría como anillo al dedo. El problema es que para el 2024 coincidirá con las elecciones de presidente de México y el efecto MORENA podría hacer añicos los planes de los panistas toda vez que hasta hoy dicho partido conserva un posicionamiento electoral a nivel nacional muy por arriba del PAN y el PRI. En la última encuesta, los morenos aparecen con un 30 por ciento mientras que el PAN con 12 y el PRI con 19, una distancia muy considerable pero lo peor, para ellos por supuesto, es que no se ve por donde puedan remontarla.

Y esa visión como que la comparten microempresarios como los de Wall Mart y FEMSA, que recientemente decidieron pagar adeudos fiscales por alrededor de 16 mil millones de pesos.

RAQUEL BUENROSTRO, la titular del SAT, comentó entre sus amigos que fue por medio de la persuasión como se logró que convencieran a esas macro empresas y no por medio del terror que anda sembrando la Unidad de Inteligencia Financiera.

Según doña Raquel, les dijo a los presidentes de esas firmas empresariales que si bien podían optar por los recursos legales para pelear por lo menos una disminución del monto de los pagos, a la larga la deuda se podría duplicar.

Entonces, como nadie podría asegurarles que en los tribunales fiscales resolverían a favor de los empresarios, como solía suceder en el pasado, que mis lectores ya supondrán el porqué de tal cosa, lo mejor era no correr riesgos porque por otra parte se deduce que los empresarios han de haber considerado que no tiene caso darle largas a un litigio para esperarse al próximo presidente de México, y ya con nuevas autoridades llegar a un mejor arreglo.

Seguramente los empresarios están viendo que pase lo que pase, en el 2024 el MORENA repetirá en la presidencia de México y entonces ellos se quedarían con una deuda duplicada. Fue una decisión en la que pesó la lógica y el razonamiento.

Y como dinero es lo que les sobra, mejor optaron por zanjar el problema y así mataron a dos pájaros de un tiro. Por un lado, quedaron en muy buenos términos con el gobierno de la 4T y por el otro mandaron a los mercados nacionales e internacionales el mensaje de que los empresarios le tienen confianza al gobierno de López Obrador, que usted como yo amigo lector, bien sabemos que la principal causa del incumplimiento de la obligación tributaria que todos tenemos obedece a que sabemos que lo que se paga regularmente no se gasta eficientemente, por decir lo menos, y por eso mejor buscan la manera de evadir porque lo que se paga en impuestos luego no se refleja en calidad de vida para toda la colectividad.

En mi personal enfoque, fue una decisión inteligente.

Y regreso al tema original, si los empresarios prefieren llevarla bien con el gobierno federal, no hay duda alguna de que no le ven futuro a los partidos políticos adversos al MORENA.

Pero eso es hasta hoy, quien sabe cómo se pongan las cosas en los años venideros.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com