Columnas > ENFOQUE

EN PUNTO MUERTO

En rápido recorrido por los puntos donde se localizan los restaurantes más conocidos de la localidad, al iniciar la semana no registraban afluencias notables. Es más, a ojo de buen cubero, creo que ni el 25 por ciento de la capacidad de los establecimientos que les permitieron al reiniciar la normalidad, lo que habla bien de los reynosenses que están tomando con mucha calma el retorno a los lugares habituales.

Dicen en el rancho: el miedo no anda en burro, y en nuestra querida Reynosa, anda en motocicleta a raíz de la detonación del COVID-19 en el Hospital General, una noticia que esparció el pánico, y creo que por esa razón mejor están respetando o más bien esperando a ver si no se da el rebrote después de los 14 días de la reiniciación de las actividades comerciales.

EN PUNTO MUERTO

Si una vez transcurrido ese lapso no es significativo el número de contagiados, con toda seguridad se incrementará la afluencia por todos los centros comerciales de Reynosa, y qué bueno que no se dé el rebrote, y qué positivo que los comercios comiencen a respirar.

La economía local ya está en punto muerto, pero estas bocanadas de oxígeno son oro molido, pero en definitiva no hay que andar de acelerado, incluso hasta a los mismos comerciantes no les conviene se amontone la gente. Si rebrotara el COVID entonces se aplicarían medidas sanitarias más drásticamente y sobrevendría otra cuarentena, y de ese golpe, como diría JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ, ya no vuelvo a levantarme.

Por otra parte, está circulando por las redes sociales un video que describe con toda crudeza el racismo que prevalece por los Estados Unidos, un sentimiento que estuvo ocultándose pero que ahí ha estado. Las escenas son dramáticas: policías agrediendo salvajemente a ciudadanos norteamericanos de color o afroamericanos.

Lo irónico es que entre los cuicos agresores se aprecian a policías afroamericanos que también participan en el festín de odio, inexplicable actitud, pero sucede que hasta en la gente de color hay discriminación.

Los llamados cuarterones no se sienten afroamericanos, se identifican más con los sajones por tener la piel más clara, e incluso, algunos o más bien algunas hasta se alacian el cabello para tener más apariencia sajona, de ahí que una parte de la gente de color que forma parte de la policía, sin ninguna contemplación descarga su ira en contra de personas, que a lo mejor dan motivo pero en los videos se ve que el uso de la fuerza para el sometimiento es excesivo, lo que ya provocó disturbios por las principales ciudades de los Estados Unidos, la más cercana a la frontera, es San Antonio, Texas, en donde el fin de semana hubo violencia por las calles a manera de protesta.

Y lo que pasó en la Casa Blanca ya debe tener muy preocupados a los que se encargan de la seguridad interior de los Estados Unidos de América. Están despertando la bestia y va a costar mucho someterla. Enjaularla no creo que sea ya posible.

Los hechos de allá deben servir de escarmiento por acá pero como dicen en el rancho, nadie escarmienta en cabeza ajena, nomás que deben ponerse pilas todos aquellos que se creen estar bordados a mano y que ahora furibundamente reclaman cualquier error o disparate del presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

Se ve que no es tanto que les preocupe las metidas de pata de AMLO; finalmente esos que forman parte de ese segmento viven bien, lo cual quedó demostrado en el claxonazo del fin de semana. Salieron a las calles a protestar, pero arriba de sus confortables y lujosas unidades vehiculares que nadie les reclama tengan buen nivel de vida. Lo que evidenciaron es que están totalmente desconectados de lo que es verdaderamente el pueblo. Ni idea tienen de los problemas que confrontan los jodidos, como eufemísticamente llaman a los que menos tienen.

Y ahora que llega al gobierno una persona que trae toda la intención de ayudar a los pobres, ese segmento reacciona hasta rabiosamente. Aguas, camarón, no le estén jalando los bigotes al tigre que saliendo de la jaula no van a saber ni para donde correr.

Lo mejor es que apechuguen la realidad, y esa verdad es que AMLO va a ser presidente de México hasta el 2024. Que vean lo que acaban de hacer grupos empresariales como FEMSA y Wall Mart, que ya pagaron al fisco alrededor de 18 mil millones de pesos.

En mi personal enfoque, esa decisión es motivada por la intención empresarial de mandar un mensaje al interior y fuera de nuestras fronteras de que los macro empresarios mexicanos le tienen confianza al gobierno de la 4T, y por eso, en lugar de pelear en tribunales los créditos fiscales que es algo a lo que tendrían derecho para luego negociar, como ha sido la costumbre, mejor optaron por decirle al SAT: ahí te va la lana.

Y ahora, la ciudadanía espera que los funcionarios de la 4T no se vayan a despachar con la cuchara grande como ha sido la costumbre. Si la corrupción aparece en el gobierno de López Obrador será el golpe definitivo a la confianza ciudadana en las instituciones públicas. Así de importante y trascendente fue en mi personal enfoque el hecho de que los macro empresarios hayan optado por pagar, porque bien pudieron irse a los tribunales.

Pero ese hecho, los que detestan a López Obrador, también deben ponderarlo, esto es, que si los grandotes están llevando la fiesta en paz con el presidente de México, ellos deben hacer otro tanto.

Que se esperen al 2024 si tantas ganas le traen pero ahí viene la revocación de mandato, proceso que está fijado para el mes de marzo del 2022, aunque AMLO propone que sea en junio del próximo año, pero eso es algo que los partidos no van a aceptar, lo cual es una contradicción porque por un lado, a través de la comentocracia divulgan caídas en la aceptación popular de López Obrador, que de ser cierto les convendría que fuera en junio del próximo año el proceso de renovación de mandato y con lo cual dan a entender que Zacatlán de las Manzanas.

AMLO saldría avante de ese proceso de revocación y de coleada ayudaría a ganar a los candidatos morenistas en las elecciones de junio del próximo año en donde se renovarán gubernaturas en 15 Estados, la Cámara Baja y aquí en Tamaulipas presidencias municipales.

En pocas palabras, hay que llevarse la fiesta en paz porque lo que es tumbar a López Obrador de la presidencia de México es un sueño guajiro. No hay condiciones, el pueblo está con él, al menos la mayoría. Los macro empresarios también y por si fuera poco cuenta con el beneplácito de la Casa Blanca, y las fuerzas Armadas están a partir de un piñón con el que es su comandante en jefe. Entonces, como diría el inmortal CHAVA REYES: a qué le tiras mexicano, cuando sueñas.

Y por hoy, BASTA.

gilberto.banda@hotmail.com

gilberto.banda@elmanana.com