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El PAN, el gran perdedor

Una vez disipado el humo de la batalla electoral del pasado domingo, se puede concluir sobre las causas que llevaron al MORENA a sufrir sonoros descalabros tanto en Coahuila como en Hidalgo.

Tampoco escapa a la observación que, si vemos las cosas bien a bien, el que más perdió terreno político en estas elecciones fue el PAN por la sencilla razón de que en Hidalgo y en Coahuila fue relegado a una tercerola, un lugar con el que no se puede aspirar a nada y menos un partido como el albiazul que pretende hacerse de la mayoría de los lugares en la Cámara de diputados y después de la presidencia de la República en el 2024.

El PAN, el gran perdedor

Pero con la revolcada que le acomodaron el pasado domingo se confirma que el 11 por ciento de preferencia electoral que regularmente ha venido detectando Consulta Mitofsky en los últimos tres meses, no es un número que la firma encuestadora lo dio de mala leche por no haber contratado sus servicios. Estamos viendo que si no es un 11 por ciento no llegan al 15 y se me hace que me fui grande.

Y es que, oiga usted, quedar en tercer lugar lo mismo en Hidalgo que en Coahuila, y habiendo entre ambos Estados una enorme distancia territorial, no se puede decir que uno influyó sobre el otro. Es ni más ni menos ya una tendencia generalizada porque si en Coahuila están en el número tres, no deberá sorprender que, en Nuevo León, el próximo año en la pelea por la gubernatura sea entre el PRI y el MORENA. Y de ahí, pásate a Tamaulipas, aunque por aquí pesará mucho la circunstancia favorable que el gobernador es de filia albiazul, y tomando en cuenta que en Hidalgo y Coahuila los gobernadores son de filia priista y que el tricolor ganó en ambas entidades y en la tierra de Madero y Carranza se llevó el carro completo, ese antecedente hace suponer que por Tamaulipas lo más probable es que el próximo año los candidatos del PAN ganen en la mayoría de los 43 municipios y de las 22 diputaciones locales.

Tengo mis dudas de que vaya a pasar lo mismo con las diputaciones federales que son nueve y mis dudas surgen porque para entonces el MORENA ya tendrá definido quien es su presidente del Comité Ejecutivo Nacional, de manera que ya sin esas dudas se van a tirar con todo en las elecciones de junio del próximo año.

Pero, así como tengo la corazonada de que MARIO DELGADO será el nuevo dirigente morenista, también creo que él pondrá toda su atención únicamente en las diputaciones federales que son las que le interesan de sobremanera a su patrón, que todos sabemos es ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.

No retener la Cámara Baja del Congreso de la Unión sería un descalabro de profunda herida en la mera choya de AMLO, panorama en el que no ha de soñarse ni en su peor pesadilla, de ahí que todo el corazón, todo el sudor será canalizado para ganar en la mayoría de los 300 distritos electorales. Lo que pase en las elecciones locales, eso ya será inercia de lo que provoque el vuelo de los candidatos a diputados federales, nomás que los gobernadores del PRI y del PAN andarán en las mismas que AMLO, esto es, que ellos a lo que le van a echar todos los kilos son al objetivo de ganar las alcaldías y sobre todo la mayoría de los Congresos locales.

En el caso de Tamaulipas, como en el resto de las entidades, retener el palacio legislativo le garantiza a FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA concluir su periodo en medio de tranquilidad. Incluso, tendrá tan despejada la mente que podrá avocarse de lleno a la consecución de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, cuya renovación será en noviembre del próximo año, es decir, cinco meses después de las elecciones.

Pero lo que deben tomar muy en cuenta, lo mismo López Obrador que los gobernadores, es el estado de ánimo de los electores. Ya vimos que en las elecciones del pasado domingo para nada se entusiasmaron. El promedio de votación registrado en ambos estados fue de un 35 por ciento, lo que reflejó el enorme abstencionismo que cuando este prevalece se despachan con la cuchara supera los operadores políticos o mapaches del Partido en el poder.

Mis contactos en Saltillo me reportaron que el único Partido que hizo presencia por barrios y en los medios de comunicación, incluyendo las redes sociales fueron los del PRI, que incluso recurrieron al teléfono para recordarles que había que ir a votar, mientras que los demás Partidos como que les pasó de noche el periodo de campaña. El MORENA, supongo, porque creyeron que la tenían hecha con solo traer la estampita de San Andrés en la cartera, mientras que los del PAN francamente no se a que se atuvieron. Pero lo que fue contundente al final de la jornada electoral es que los candidatos del PRI se embuchacaron al mismo tiempo a los del MORENA y a los del PAN.

Y hoy, los morenos le echan la culpa a la política destructiva de López Obrador, el que por creer que todos son corruptos desaparece fideicomisos a diestra y siniestra y deja sin el respaldo a los beneficiarios, un argumento que sonó bofo porque si realmente anduvieran enchilados hubieran salido en masa a votar por los candidatos del PRI con los del PAN, pero el porcentaje de 35 por ciento de votación refleja que no votaron por ninguno, y ahí operó la estructura política tricolor, aunado a que el gobernador MIGUEL ANGEL RIQUELME se ha llevado la fiesta en paz con los coahuilenses y goza de aceptable aprobación, como lo prueba el aparecer entre los cinco gobernadores  mejor evaluados.

Por su parte López Obrador aprieta los dientes. Se ve que se está amarrando para no soltar el coraje que le dio el que el pueblo bueno y sabio haya revolcado a sus candidatos, lo mimo en Coahuila que en Hidalgo y que hayan optado votar por los corruptos que es como se la pasa diciendo que son, lo mismo los del PRI que los del PAN. Y le queda el consuelo de que el partido albiazul quedó de tercerola en ambos Estados y por ello me sumo a quienes creen que el que perdió más terreno el pasado domingo fue el PAN, lo que ya debe haber prendido los focos de alarma en las demás entidades, aun y en los gobernados por los albiazules.

Aquí en Tamaulipas queda la duda de si van a cambiar o no de posición lo del PRI. Con lo que pasó el domingo deben andar hasta engallados porque lo que sea de cada quien, tienen todavía prospectos de sobra y no tendrán muchos problemas para recomponer su estructura política electoral. Y si le pierden el miedo a CÉSAR El Truco VERASTEGUI, que esta convertido en el Satanás de todos los horrores de la política tamaulipeca, y además se deciden a sacar del guardadito el recurso que se necesita para echar a andar la estructura política electoral podrían sorprender a más de cuatro.

En pocas palabras: el PRI parece que está de vuelta, falta que por tierras tamaulipecas quieran participar con ese ánimo, que para ello será indispensable que en forma pública se deshagan de EGIDIO El Enterrador TORRE CANTÚ quien para la generalidad de los priistas con tal de salvar su pellejo entregó en maseta al Partido en las elecciones del 2016. 

Y por hoy, BASTA.

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gilberto.banda@elmanana.com