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De luto pero de pie

Lamentablemente los temblores siguen sacudiendo, ahora si con pérdidas de vidas que hasta ayer no se tiene el número real de víctimas porque bajo los escombros presumiblemente todavía hay gente.

Entonces, estamos de luto pero también de pie y anima ver cómo la ciudadanía se solidarizó y está contribuyendo a que pasemos este amargo trago.

De luto pero de pie

Lo mismo se puede decir de los cuerpos de protección civil, de la Marina, Ejército y corporaciones policiacas quienes prontamente acudieron al auxilio y a las labores de retirar escombros que por la ciudad de México, Puebla y Morelos las edificaciones que se derrumbaron fueron cuantiosas.

Ahora andan por las redes sociales circulando pronósticos de que en los próximos días habrá más sismos pero por otro lado por esos mismos medios un sismólogo que dijo llamarse JOSÉ LUIS DEHESA, afirmó que ni la Universidad de Berkeley ni la de Buffalo, en Estados Unidos, pueden predecir que habrá estos fenomenos. 

Se apoya en el hecho de que la tierra como planeta vivo que es no se puede anticipar lo que va a pasar, aunque por otro lado un sismógrafo de la Universidad de Harvard, 48 horas antes del que se registró el pasado martes anticipó que eso sucedería y sucedió.

Entonces, ante versiones tan encontradas lo mejor es que las autoridades y la ciudadanía tomen sus precauciones, y no solamente las del centro del país. En Tampico y Altamira este pasado martes cundió el pánico cuando el temblor cimbró edificios como el casino Tampiqueño, el Hospital General y otro nosocomio particular.

La gente salió en estampida sin imaginar lo que estaba pasando. Después, ya se supo fue la sacudida por el temblor que pegó en la Ciudad de México, Puebla y Morelos.

En nuestra querida Reynosa y la región no pasó nada pero no debemos soslayar que precisamente por estos rumbos andan extrayendo el llamado gas Shale que está dejando oquedades en el subsuelo y donde una de esas sacudidas llegue hasta por acá vamos a sentir que nos mueven el piso.

Son los llamados fenómenos naturales ocasionados por la mano del hombre, y ya sabemos que cuando se agrede a la naturaleza, ésta responde con furia.

Debemos aprender de los errores o vamos a tener que enseñarnos a convivir con huracanes y terremotos. Mejor vivamos con orden y respeto al entorno ecológico y pidamos también a Nuestro Padre Celestial se apiade de nosotros y nos envíe la ayuda divina.

Descansen en paz quienes fallecieron por el terremoto del pasado martes.

Y aquí envío el pésame de la columna a la familia Roux Calzada por el fallecimiento de don BETO ROUX, quien en vida fue un hombre toda amabilidad. Eso le ganó el respeto de la gente en Reynosa.

Yo lo recuerdo como el pionero de los festejos en honor de los periodistas, por ello tuvo el afecto de toda la palomilla. Don Beto tendió su mano y encontró respuesta.

También lo recuerdo por el famoso Café Alaska que estaba ubicado por la calle Hidalgo y luego ya en los 70’s una parte del negocio se transformó en un café cantante que fue una idea innovadora que trajo su hijo WAYO ROUX de la ciudad de México, en donde incursionó como cantante de rock and roll y que incluso, participó en el legendario festival de Avándaro.

Y el Café Alaska con música en vivo se convirtió en el lugar predilecto del turismo proveniente del otro lado del río Bravo, pero un grupo de jovencitas de la localidad escogieron ese lugar para sus fiestas particulares y don Beto por amabilidad nunca se los negó pero cuando comenzaron las quejas por la admisión intervino la Delegación de Turismo, recuerdo en ese entonces a cargo del compañero ya fallecido RODOLFO SARUBBI CARBALLIDO y tuvieron que hacer a un lado ese tipo de admisiones por lo que las organizadoras se fueron a otra parte pero la clientela del Alaska no la siguió. Ellos iban al Alaska.

Después se cambió a la calle Ocampo de la zona rosa y se convirtió en la discoteque símbolo de la era de los 80’s y no solamente de la zona rosa de Reynosa, sino también del Valle del Río Grande, así como de ciudades circunvecinas como Río Bravo y Díaz Ordaz.

Incluso, los chilangos que llegaron a conocer el Alaska se iban impresionados por la tecnología y la pista del ya famoso Club Alaska.

Luego vinieron los problemas de inseguridad que ya todos conocemos, aparejados con la voracidad de los agentes de Tránsito y de la zona rosa de Reynosa ya no quedan ni vestigios. 

Unos locales ya fueron derrumbados y no han vuelto a edificar, los demás como el Sam’s, lo que era Joe’s Place y posteriormente la Fonda del Sol y el Alaska, siguen de pie pero cerrados y como testigos de la esplendorosa época de la zona rosa.

Y en honor a todos esos recuerdos vaya mi condolencia y admiración hacia don BETO ROUX, que hizo del Alaska un lugar de esparcimiento en donde no admitían menores de edad y las tertulias vespertinas eran precisamente para los que estaban por arribar a la mayoría de edad, y no vendían bebidas embriagantes. Por ello se ganó el respeto de la gente de Reynosa que hoy descanse en paz.

Y por hoy, BASTA.

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