Cuando un amigo se va …

Me consternó la noticia.

Me consternó la noticia.

No es fácil asimilar la pérdida de un buen amigo como lo fue Roberto Izaguirre, ampliamente estimado en ambos lados del río Bravo y reconocido como todo un profesional del derecho en los tribunales de Estados Unidos de América.

Cuando un amigo se va …

Comenzó mi trato con él en forma nada trascendente pero conforme transcurrió el contacto comprendí que estaba frente ante un ser humano cálido y con plena conciencia de lo que es ser amigo.

A partir de entonces me unió una fraternal amistad con él. Estuvimos juntos en las buenas y en las malas, y también en las peores.

Hoy que se va del mundo de los vivos lo voy a extrañar al igual que su familia y todos aquellos que lo conocieron y que bien saben no estoy exagerando ni un ápice en la descripción de Roberto quien ya está descansando en paz al lado de quienes se le adelantaron, cosa que tarde que temprano haré yo también, pero mientras tanto nunca voy a olvidar a esa gran persona que fue.

Siempre tendió la mano, siempre lo hizo desinteresadamente y siempre actuó muy responsable en todos actos. Por eso se ganó el respeto de toda la comunidad del valle del Rio Grande como también quienes de Reynosa y la región lo conocimos y llegamos a tenerle afecto.

Recuerdo la canción del cantautor argentino Alberto Cortez en que en una estrofa dice “Cuando un amigo se va deja un espacio vacío” y Roberto Izaguirre dejó ese espacio en todos los que tuvimos la oportunidad de conocerlo y finalmente quererlo.

Ya está con Dios mi buen amigo Roberto y por lo mismo está en un mejor lugar lo que aprovecho para invocar a mi Padre Celestial para que le envíe fortaleza a su esposa, señora Francis Izaguirre y a sus hijos Carlos y Sarita Izaguirre y a todos sus familiares a fin de que encuentren pronta resignación como también la pido para todos aquellos que fuimos amigos del gran Roberto Izaguirre que en paz descanse.