Basura contamina y genera enfermedades

Reynosa es una ciudad que nunca en la historia ha contado con un correcto servicio de recolección de basura así como destino final de la misma. Pero no es lo mismo este tipo de problemas de cuando éramos 250 mil habitantes. Ahora andamos sobre el millón, y lo que produce esta ciudad en deshechos ya está poniendo en riesgo la salud de los reynosenses debido a que supongo carretoneros van y queman los basureros para compactarlos y así  seguir vertiendo la basura que levantan por la ciudad.

Esos incendios son causantes de problemas de salud pues el humo hasta cáncer puede provocar. Eso lo saben bien las autoridades sanitarias.

Entonces, esta circunstancia obliga a poner manos a la obra porque la ciudad requiere mínimo de cien unidades recolectoras para que puedan recorrer las colonias dos veces por semana en atención a que son 400 y muchas de ellas muy extendidas porque, ese es otro problema: la ciudad creció en forma horizontal lo que extendió la mancha urbana en forma nada recomendable.

Entonces, urge que la autoridad correspondiente proporcione un servicio de recolección de basura con estrategia y en manos de profesionales. Lo mismo debe suceder con los tiraderos de basura que ya no pueden seguir con los actuales que son focos de contaminación y cuando los incendian es criminal porque propician enfermedades de las terminales.

Una forma de atenuar el problema sería que la autoridad municipal disponga la instalación de contenedores en lugares estratégicos de la ciudad para que ahí los carretoneros depositen la basura que recogen casa por casa, y luego, los camiones recolectores la recojan para llevarla a rellenos sanitarios autorizados.

Esta propuesta se la hice en una ocasión al anterior alcalde José Elías Leal y aunque dijo que le parecía buena, nunca la puso en marcha. 

Consiente estoy de que el presupuesto de Reynosa tal vez no dé para proporcionar un buen servicio de limpieza y recolección de basura pero hay que tocar puertas en el Estado y la federación para obtener recursos y así proporcionar servicios eficientes de algo urgente y que ya raya en el peligro para la salud, o en un momento dado, priorizar los gastos, por ejemplo, sacrificar obras de pavimentación para proporcionar un buen servicio de recolección de basura pues de que le sirve a la gente tener una calle pavimentada a cambio de estar respirando aire totalmente contaminado.

Para las dos cosas no les van a alcanzar el presupuesto. Esto les ha pasado a todas las administraciones y la actual, a seis meses de estar en funciones ya debió haberse dado cuenta cuáles son sus alcances financieros.

El servicio de recolección de basura y su destino final es un problema grave y de urgente solución.