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Oda a la juventud

Gary Valentine (Hoffman) es un adolescente simpático y emprendedor: no sólo en el entretenimiento, sino también en el amor. Y es que Gary conoce a una chica 10 años mayor que él, Alana (Haim), con quien establece una relación que oscilará entre el romance y la amistad

Ciudad de México

Al son de una espectacular banda sonora, se confirma lo entrañable que resulta el misterio de una pareja.Oda a la juventud

 “Cada pareja es un misterio”, dicen por ahí y nada más cierto. Sólo echar un ojo a algunas relaciones románticas de famosos -y no tan famosos- para rascarse la cabeza adivinando en dónde está el pegamento de esa unión. Justo de una relación sui géneris nos habla la película Licorice Pizza.

Gary Valentine (Hoffman) es un adolescente simpático y emprendedor: no sólo en el entretenimiento, sino también en el amor. Y es que Gary conoce a una chica 10 años mayor que él, Alana (Haim), con quien establece una relación que oscilará entre el romance y la amistad. 

Es interesante que, no importando la temática, palpitando al centro de muchas de las películas de Paul Thomas Anderson, siempre está presente el toma y daca de las relaciones humanas. 

Nada más recordar Embriagado de Amor, donde la ofuscación romántica de Adam Sandler lo convierte en un estropajo, hasta la más reciente El Hilo Fantasma, donde el compulsivo obsesivo interpretado por Daniel Day Lewis encuentra a su pareja ideal.

En estas cintas, la pulsión romántica tiene toques agridulces y en la que hoy nos ocupa, no es una excepción.

LICORICE PIZZA 

Califica: Tres estrellas.

Dirige: Paul Thomas Anderson.

Actúan: Alana Haim, Cooper Hoffman y Bradley Cooper.

Duración: 133 min.



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