Laredo, la nostalgia de lo que un día fue
La pandemia y el cierre de la frontera ha puesto en jaque a los comercios del centro
Laredo, Tx.
Apenas comenzaban los primeros fríos y el Puente Internacional Uno lucía lleno. A pie o en carro, cientos de personas cruzaban a Laredo para abarrotar el centro de la ciudad en busca de los regalos para navidad.
La música navideña a todo volumen y los anuncios de las ofertas en las grandes ventanas de las tiendas eran una bonita postal de la época; las familias paseaban tranquilamente por las calles del centro y se detenían a observar los precios de los comercios.
Los que regresaban a Nuevo Laredo llevaban las manos llenas, unos cargaban mandado del HEB del centro, otros ropa, perfumes, juguetes y hasta aparatos electrónicos que se conseguían a buen precio a tan sólo una cuadra del puente.
No podían faltar los enamorados que llegaban por un perfume para regalar en navidad a su pareja, los niños caminaban con una sonrisa de oreja a oreja y un brillo en sus ojos al ver todos los juguetes que Santa podría llevarles esa noche buena.
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El Mall del Río lucía repleto de familias que llegaban a McDonalds por su hamburguesa, los más jóvenes aprovechaban para pasar a las “maquinitas” y al pasar por los estudios del canal de televisión KLDO se asomaban para ver cómo trabajaban los reporteros y conductores del noticiero.
Mientras las abuelas pasaban horas buscando telas en el sótano de “La Internacional” o “El Mundo”, los pequeños elegían los juguetes para su lista de Santa y las mamás buscaban el outfit para las fiestas decembrinas.
De eso, sólo queda el recuerdo, algunas fotografías que nos remontan a esa época en la que el dólar costaba tres pesos, cruzabas caminando el puente para comprar los regalos de navidad y de paso probar una rica hamburguesa, aunque sea de las de 2 x 1 dólar de la plaza ubicada en Hidalgo y la Avenida San Agustín.
Hoy la historia es diferente, la pandemia cambió la bonita postal navideña por una más triste; las calles lucen vacías, el silencio es abrumador, ya no hay familias completas caminando por las banquetas y las ofertas de las tiendas han sido opacadas por las cortinas de hierro.
La pandemia y el cierre de la frontera ha puesto en jaque a los comercios del centro de Laredo, que desde hace tiempo han luchado por regresar a esos tiempos en los que familias de ambas ciudades abarrotaban las calles en busca del regalo perfecto.