‘No se explica, se siente’

Guadalajara, Jalisco

En las vitrinas están los trofeos que hacen de Diego Cocca el mejor entrenador del Atlas en la historia, pero en la memoria de sus aficionados, quedarán las alegrías que les regaló.

Hablar sólo de títulos o números en la etapa de Diego Cocca en el Atlas resulta injusto, cuando lo suyo está basado en las emociones, en aquello que nos da el futbol, y que como bien lo dijo él mismo en su despedida: “Eso no se explica, se siente”.

Cuando un equipo, un entrenador, una directiva y una afición logran un idilio común resulta difícil entender cuándo le ponen punto final a la historia.

Un torneo para el olvido en este Apertura 2022 no borró ni disminuyó aquello que se quedará para siempre en la memoria colectiva rojinegra, porque, pese a esos malos resultados, el sueño seguía vigente en los próximos torneos.

Y porque se palpita ese agradecimiento eterno de los aficionados a Diego Cocca.

Se entendía que al equipo le faltaba descanso y días de trabajo, que parecían un problema menor para recuperar de nueva cuenta esa competitividad y efectividad que pusieron al Atlas en los primeros planos del futbol mexicano durante todo un año futbolístico.

Con la competencia en puerta de la Liga de Campeones de la Concacaf fue todavía más complejo de comprender o imaginar el barco sin su capitán al mando.

¿Quién se podía imaginar que en los partidos anteriores estábamos viendo los últimos juegos de la era Cocca -la más exitosa- en el Atlas?

Cuando un técnico tiene los resultados del argentino en un torneo, su cabeza está en juego. Pero éste no era el caso. El crédito de un Bicampeonato y el contexto de sus resultados eran más que entendibles.

Ha sido el propio Diego Cocca, quien decide dar un paso al costado, y que él y su Atlas sigan por caminos distintos.

• Ahora se va con ese reconocimiento y gratitud de las miles de familias rojinegras.

Diego Cocca también lo tiene claro

Diego Cocca también lo tiene claro cuando en ese viaje que está por emprender lo acompañan esos momentos donde les aficionados lo abordaban en las calles para darle las gracias de cumplir ese sueño que parecía imposible.

Porque muchos de ellos creían que al igual que sus seres queridos o amigos que se adelantaron, también morirían sin ver al Atlas campeón.

Porque acostumbrados a un equipo perdedor, a ser la burla de muchos, pudieron saborear las mieles gloriosas de un Bicampeonato, algo que también parecía impensado para el propio Diego Cocca cuando aceptó el reto de dirigir a club que ya tenía en su corazón desde su etapa como futbolista.

Diego transformó la mentalidad de todo un plantel. Les quitó presiones que no les correspondían cargar, los convenció de una idea y logró la mejor versión de cada uno de ellos.

Hizo que al Atlas se le viera con otros ojos y de paso, que no fueran los que recibieran la carrilla en los Clásicos Tapatíos.

Acostumbrados en los últimos torneos a perder frente a las Chivas, con Diego Cocca, eso se terminó. Las alegrías en las últimos ediciones fueron para La Academia y el dolor para los del Rebaño.

Diego Cocca se lleva dos noches memorables en el Estadio Jalisco y en el Estadio Hidalgo. Tres títulos bajo el brazo. Un lugar que nadie le va a quitar en la historia. Más prestigio en su carrera y un sinfín de emociones brindadas que hicieron feliz a la mitad de una Ciudad.

“La gente se acuerda de mí como jugador, pero mi satisfacción más grande es que estoy seguro que como técnico no se van a olvidar nunca más, porque darle dos campeonatos a este club para mí es una satisfacción enorme y me siento completamente lleno y orgulloso”... voz de profeta la tuya, Diego Cocca.