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Un hombre de temple

Entre las filosas aristas del fundamentalismo en todas sus expresiones, emergen luminosas las palabras que Nelson Mandela, aquel hombre íntegro al que 30 años de prisión, de malos tratos y angustia por no saber si habría un mañana, predicó cuando recobró la libertad y se puso al frente de su pueblo para liberarlo del odio. Demostró que la utopía es posible en un proceso de transición a la democracia que toca las fibras más profundas de una comunidad política, para ir en pos de la reconciliación y el perdón.

Pero, no por ello dejó de reconocer los peligros ciertos a los que se enfrenta la humanidad, ahora como antes. Igual dijo: "No hay peor sistema para garantizar la paz y la seguridad mundial, que un proyecto imperial de dominio, porqué siempre traerá una mayor inseguridad y más riesgo de terrorismo". Ese proyecto que ha basado la mayor parte del bienestar de unos cuantos, hecho a costa del malestar de muchos, utilizando como instrumentos de enajenación la ignorancia, el despotismo y el protagonismo.

Un hombre de temple

Ayer, los mexicanos pudieron percatarse con evidencia mediática en vivo, como el terrorismo de los grupos tradicionales de presión política y social que sirven a los intereses de la plutocracia, intentaron secuestrar al presidente Andrés Manuel López Obrador con el pretexto de ser escuchados y atendidos de inmediato. Una sección de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, el brazo armado de la Gordillo, intentó obligar al presidente de México a sentarse en supuesta mesa de diálogo.

El presidente, firme y sereno, no cedió al chantaje ni cayó en la provocación. Mantuvo inhiesta en todo momento la dignidad de la institución presidencial, al tiempo que demostró a quienes estuvieron en el lugar o se enteraron por los medios, de la naturaleza de esos grupos de presión que hasta hace poco lograban todo lo que querían mediante el amago y la amenaza. El presidente, con su entereza hizo gala de oficio político y acendró más la admiración que los mexicanos sienten por el jefe del Ejecutivo.

Según las crónicas de la jornada, cientos de manifestantes, en su mayoría integrantes de la sección 7 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), bloquearon el paso del vehículo del presidente Andrés Manuel López Obrador a su arribo a la sede de la séptima Región Militar, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, donde ofrecería el viernes su conferencia de prensa diaria el mandatario.

La conferencia inició sin el Presidente. En su lugar, el gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, hizo una exposición con detalles de la situación en el estado. Junto a integrantes del gabinete de Seguridad: los titulares de las Secretarías de la Defensa Nacional, Marina y de Seguridad y Protección Ciudadana. 

Lo más notable fue que el presidente volteó a los integrantes de la Coordinadora el chirrió por el palito cuando decidió permanecer en el lugar donde fue interceptado en protesta por el atentado a la autoridad presidencial. Inclusive, envió un mensaje por las ´benditas redes sociales´, solicitándoles respeto tanto a su persona como a las formas. Dijo: "He hablado con la CNTE en ocho o en diez ocasiones, me he reunido con ellos. En el caso de Chiapas y también en Michoacán hay intereses creados en la dirigencia; esto no tiene que ver con las bases del magisterio. Lamentablemente surgen estas cosas. Yo no puedo someterme a ningún grupo de interés creado".

Recordó que desde el inicio del Gobierno de la Cuarta Transformación impulsó la cancelación de la reforma educativa y la reincorporación de los docentes despedidos durante el periodo neoliberal. Además se priorizan mejoras en el sector educativo a partir de la distribución de 11 millones de becas a estudiantes de escasos recursos y la implementación del programa de rehabilitación de planteles de educación básica, La Escuela es Nuestra. Más tarde expresó "Nosotros no somos iguales a los gobiernos corruptos. No tenemos pendientes con los maestros. Esto es un asunto de intereses políticos".

Aunque las demandas de los manifestantes tienen que ver con asuntos relacionados con el gobierno del estado de Chiapas, especialmente referentes al pago de salarios y compensaciones, el presidente los conminó a los integrantes de la CNTE dialogar con la secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez. Que acudan a las instancias directamente involucradas con los problemas que dicen que les aquejan, pues el presidente de la República no puede dar atención particular a cada asunto irregular. 

Pasado el trago amargo, en su visita a Chiapas, el presidente Andrés Manuel López Obrador afirmó que se garantiza la paz en el país respetando los derechos humanos y con atención a las necesidades de la población. "Es una circunstancia distinta y lo están haciendo muy bien (las Fuerzas Armadas), los resultados que tenemos se han logrado sin violación a los derechos humanos, hay actitudes de tolerancia, respeto, de fraternidad, hasta con los delincuentes en enfrentamientos, son soldados, son marinos los que curan heridos, los que salvan vidas".

Agregó que: "Agradezco como siempre a las Fuerzas Armadas por su apoyo, por su lealtad, su institucionalidad, profesionalismo y los servicios que prestan. (...) Les agradezco también porque estamos en una etapa nueva donde se tiene un Ejército para la paz, eso no es poca cosa, es poner por delante la inteligencia y no la fuerza, que se fortalezca esa doctrina al interior de la Defensa y la Marina".

No puede pasar desapercibido el hecho de que a la puerta de las instalaciones militares, el presidente evitó cualquier confrontación que pusiera en peligro la vida de los chiapanecos, tanto de un lado como de otro. Se mantuvo ecuánime aunque quizá con el ánimo un poco perturbado porque no se esperaba esos acontecimientos.

Ahora, México y los mexicanos saben quién es quién. Que el país tiene un presidente consciente de los problemas que conllevaban cada paso de los que está dispuesto a dar; de que la tarea es ardua; que hay que caminar entre alambradas de espino, trayectoria en la que sin duda habría de dejar jirones de sí mismo para que los mexicanos empiecen a querer a México y a su gente.