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Por la boca empieza todo

Mucha semejanza existe entre quienes se niegan a la apertura de las escuelas y el pronto retorno de los alumnos a las clases presenciales, y aquellos que se rasgan las vestiduras por los efectos del cambio climático; pero, no están dispuestos a hacer algo para detenerlo y eventualmente remediarlo. Son como el energúmeno que gobierna Brasil, o como dicen que era Gabino Barrera andando en la borrachera. Lo malo es que aunque no son muchos, sí andan en pandilla y han encontrado eco en los medios masivos.

Los pueblos que a lo largo de la historia han salido adelante de todas las desgracias, son lo que le han dado el paso para adelante y no se sentaron a la vera del camino a llorar sus desgracias. En menos de 20 años, los mexicas vencidos y prácticamente aniquilados por las huestes indígenas comandadas por unos cuantos españoles, se irguieron para crear una portentosa cultura mestiza que cambió el destino de la humanidad e hizo posible que prendieran los brotes del Renacimiento para volver a la humanística.

Por la boca empieza todo

Ahora, ante los dramáticos efectos de la pandemia, agravados por los pésimos hábitos nutricionales inducidos por la industria alimentaria y los poderosos intereses que promueven el consumo inmoderado de carne, se presentan las opciones de mantener el confinamiento y con él afectar de modo permanente la vida y la salud física, mental y espiritual de las nuevas generaciones, condenándolas a prácticamente vegetar en el encierro, o, por otra parte, enseñarlas a lidiar con el virus, mejorando sus hábitos de vida.

Es tarea a ojos vistas de la televisión sembrar en la gente cierto grado de sicosis para hacerla manejable y dócil para los propósitos de la plutocracia, por ello es que se exageran números de casos de contagio y de decesos por Covid-19, aunque científicamente está comprobado que muchos de los casos que se han observado en México tienen un desenlace trágico por padecimientos crónico-degenerativos previos que no se atienden, como la obesidad, el sedentarismo, irregularidad en la presión arterial, diabetes, etc.

La Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias de prácticamente todo el mundo dicen que los niños y jóvenes están menos expuestos, por sus mismas características metabólicas, a recibir el virus, que sus efectos en ellos son menos drásticos y que, aunque se han presentado casos de fallecidos, estos han sido muy contados y excepcionales. A ello se agrega el hecho comprobado y comprobable de que los pequeños y los adolescentes son altamente proclives a acatar y obedecer las medidas sanitarias.

Que vuelvan a la escuela, a los parques, a los lugares públicos de sana convivencia, desde luego, con riguroso apego a las normas de cuidado personal y comunitario. El planeta requiere que lo mejor de la humanidad, las generaciones jóvenes, tengan libertad para crecer y desarrollarse plenamente, como dice el Artículo Tercero constitucional: "... Tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la Patria, el respeto a todos los derechos, las libertades, la cultura de paz y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la justicia; promoverá la honestidad, los valores y la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje...". 

Al mismo tiempo, la familia entera puede ayudar grandemente a mejorar la salud de sus miembros y a detener el cambio climático y los estragos que el ser humano ha perpetrado al planeta, con la simple modificación de los hábitos alimenticios: más cereales, frutas y verduras; menos carne de res y productos procesados; más agua pura o de frutas y menos refrescos o bebidas edulcoradas; más aire puro y sol, en lugar de climas artificiales que afectan directamente al metabolismo humano y al bolso. 

Una revista especializada publicó recientemente que los magnates Musk y Bezos invertirán en promover la producción ganadera. Al mismo tiempo, la revista científica Proceedings of National Academy of Sciences de los Estados Unidos publicó un artículo llamado "Animal production responsible for vast majority of air quality-related health impacts from U.S. food", editado por la universidad de Minnesota en donde se habla del daño a la calidad del aire provocado por la ganadería.

Dice Nina Domingo, del Departamento de Ingeniería de Bioproductos y Biosistemas: "Las discusiones sobre los impactos ambientales de diferentes alimentos generalmente se enfocan en sus emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de la tierra, el agua y los impactos en la biodiversidad, pero se sabe poco acerca de cómo los diferentes alimentos afectan la calidad del aire". 

El estudio se centró principalmente en un tipo de partículas categorizadas como PM2.5, que tienen impacto en la salud a corto y largo plazo. A corto plazo puede provocar irritación en ojos, nariz y garganta, tos, estornudos y dificultad para respirar; la exposición crónica aumenta la incidencia de mortalidad prematura debido a enfermedades cardiovasculares, cáncer y accidentes cerebrovasculares.

Es tiempo de cambiar para ir adelante, tomando en cuenta que por la boca empieza todo.