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Leer mucho o poco también depende de los genes

Un estudio con seis mil gemelos investiga qué factores inciden en el gusto de un niño por la lectura.

No todos los niños consideran leer un libro como algo divertido y relajante. Para algunos puede ser una verdadera tortura y si no fuera que en la escuela hay tareas de lectura obligatoria, nunca agarrarían un libro en sus manos.

Los niños “copian” a los adultos de referencia. Por eso los padres son los primeros en fomentar la lectura con su modelo.Leer mucho o poco también depende de los genes

Un equipo de psicólogos holandeses ha querido esclarecer por qué algunos niños leen más que otros. Tras analizar los resultados de una encuesta a más de seis mil parejas de gemelos y mellizos de siete años, los investigadores han llegado a la conclusión de que mejores habilidades genéticas de lectura aumentan la predisposición de un niño a leer

Apostar por el aspecto motivacional es la solución que sugieren los autores del estudio a padres y profesores para que también los niños con más dificultad no dejen de disfrutar de una buena lectura.

MÉTODO DE LA OBSERVACIÓN

Observar a gemelos y mellizos es un sistema útil para establecer si existe una correlación entre un comportamiento y las características genéticas de un individuo. En la gran mayoría de los casos, ambos individuos de una pareja de niños gemelos y mellizos viven en el mismo ambiente familiar y escolar. Pero los miembros del primer grupo comparten el mismo código genético, mientras los del segundo, no.

Poder comparar los datos y a su vez en algunos casos, también con los de sus hermanos o hermanas, ha permitido aclarar cómo influyen las características genéticas sobre los hábitos de lectura, afirma Elsje van Bergen, doctora de la Universidad Vrije de Amsterdam y autora principal del estudio.

Van Bergen y su equipo han accedido a los datos relativos a más de 11 mil niños holandeses de entre siete y ocho años de edad. La información disponible, recopilada a lo largo de diez años, se basaba en cuestionarios sometidos a los padres acerca de los hábitos de lectura de los hijos y a los profesores sobre sus capacidades como lectores. Los psicólogos holandeses han podido demostrar que los gemelos tienen la misma predisposición a la lectura entre ellos. Los mellizos, en cambio, muestran diferencias más marcadas.

A MAYOR LECTURA, MEJORES HABILIDADES

El estudio, publicado en la revista Journal of child psychology and psychiatry, cuestiona así la idea común de que cuanto más se lea, mejores serán las habilidades individuales que se desarrollan. Aunque los autores matizan que aprender a leer requiere herramientas, práctica y esfuerzos, según su investigación la genética influye más de lo que cabe suponer.

Para un niño con buenas habilidades, mejorar la lectura le va a costar mucho menos que a un niño con dislexia.

La investigación ha determinado que cuánto se lee por placer está menos determinado por factores genéticos que cómo se lee. Según Van Bergen y su equipo, las habilidades influyen en el tiempo y cantidad de lectura en un 16%.

La psicóloga infantil Silvia Álava afirma que más allá de las habilidades genéticas, hay también otros factores que tomar en cuenta cuando se observa cuánto lee un niño. Uno de ellos es la inteligencia que puede llegar a influir mucho, según afirma.

Álava cree que hay una serie de “prerrequisitos” como la atención, las destrezas finas, la memoria, el sentido del ritmo y la coordinación, que adecuadamente trabajados ayudan a aprender a leer mejor y poder disfrutar de la lectura, porque así esta deja de suponer mucho esfuerzo.

Tanto Elsje van Bergen y su equipo como Silvia Álava coinciden en que es importante motivar y acompañar a los niños en el descubrimiento de la lectura. “Leer tendría que ser una elección, no una obligación. En la biblioteca de las escuelas es importante que haya una buena variedad de libros y alguien que ayude a los niños a coger un libro adecuado a sus intereses y nivel de lectura”, afirma Van Bergen. 




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