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La ONU lanza un SOS urgente

La crisis medioambiental a la que el modelo insostenible de desarrollo del ser humano ha llevado a la Tierra, tiene preocupantes caras

El amenazador y transversal cambio climático, la dramática pérdida de biodiversidad, la reducción drástica del agua dulce disponible, la mortífera contaminación del aire, la inundación de plásticos de los mares y océanos, la sobrepesca...

La ONU lanza un SOS urgente

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) ha radiografiado los principales problemas ambientales del planeta partiendo del conocimiento científico disponible. Las conclusiones del extenso informe  “Perspectivas del Medio Ambiente Mundial” (GEO, por sus siglas en inglés) de 740 páginas son inquietantes. Lo son por lo que ya le está ocurriendo al planeta (con siete mil 500 millones de habitantes sobre la Tierra) y por lo que puede ocurrir en un futuro próximo (para 2050 la ONU prevé que sean diez mil millones de personas y para 2100, 11 mil).

La humanidad no está en la senda para cumplir las metas fijadas para 2030 y 2050 en los distintos acuerdos internacionales sobre cambio climático, desarrollo sostenible y protección medioambiental.

“Se requieren medidas urgentes ahora”, sostiene la ONU. El informe (el sexto que se realiza, el primero data de 1997) sostiene que aunque en algunos puntos concretos hay alguna mejora, desde que se publicó la primera edición hace más de 20 años el estado general del medio ambiente ha seguido deteriorándose en todo el mundo. Según el análisis, los esfuerzos de algunos países y regiones se ven entorpecidos por modelos de producción y de consumo insostenibles y por el cambio climático.

La parte positiva es que se conocen las medidas que hay que tomar y que incluso están recogidas en tratados internacionales como el Acuerdo de París o los llamados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se debe frenar la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, mejorar la gestión del agua y de los recursos, mitigar el cambio climático y adaptase a él, usar los recursos con eficiencia...

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POR LA VÍA EQUIVOCADA

Pero lo más negativo es que los diferentes estudios científicos analizados apuntan a que los países no están caminando en esa dirección. La sexta edición del GEO advierte de que las proyecciones indican que los avances son demasiado lentos para alcanzar las metas o que incluso progresan en sentido equivocado.

Por lo tanto, si no se producen los cambios drásticos que se señalan, se incumplirán los objetivos establecidos en el Acuerdo de París contra el cambio climático y los ODS.

“La incapacidad constante para adoptar medidas urgentes está teniendo repercusiones negativas sostenidas y potencialmente irreversibles sobre los recursos ambientales esenciales y la salud humana”, señala el informe, elaborado por 250 científicos y expertos de 70 países.

La presentación del estudio coincidió con la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente que se celebró en Nairobi, Kenia, donde se abordó el tema de la reducción del consumo de plásticos. Los representantes de los Estados que se sientan a negociar tuvieron sobre la mesa esta radiografía de la crisis medioambiental del planeta.

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CAMBIO CLIMÁTICO: UN GRAN RETO DE LA HUMANIDAD PARA ESTE SIGLO

El problema del cambio climático recorre de forma transversal todo el informe de la ONU. “El cambio climático altera los patrones meteorológicos, lo que a su vez produce un efecto amplio y profundo sobre el medio ambiente, la economía y la sociedad, que pone en peligro los medios de subsistencia, la salud, el agua, la seguridad alimentaria y energética de las poblaciones”, explica Naciones Unidas. Y esto, a su vez, agudiza la pobreza, la migración, el desplazamiento forzado y el conflicto.

“Las pruebas del cambio climático actual son inequívocas. Desde 1880 la temperatura media de la superficie mundial ha aumentado entre 0,8 y 1,2 grados Celsius aproximadamente. En el último decenio se han producido ocho de los duez años más cálidos de los que se tiene constancia”, señalan la ONU.

Los expertos del PNUMA advierten que de persistir las emisiones de gases de efecto invernadero, la temperatura media mundial seguirá aumentando al ritmo actual y superará entre 2030 y 2052 la meta del Acuerdo de París. Es decir, se superará el 1.5 grados de incremento medio.

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Fenómenos naturales causantes de pérdidas:

1. Terremotos, tsunamis y erupciones volcánicas.

2. Tormentas tropicales, extratropicales, convectivas o locales. 

3. Inundaciones o movimientos de masas.

4. Temperaturas extremas, sequías e incendios forestales. 

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UN ACUERDO JUSTO

Para cumplir el Acuerdo de París, recuerda el informe, se necesita que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan entre un 40% y un 70% entre 2010 y 2050. Para 2070, simplemente, deberán ser cero. Pero según resaltan los expertos, cumplir con el Acuerdo de París será más rentable para la economía mundial que no hacerlo. Alcanzar la meta de los dos grados tendrá un costo de 22 billones de dólares, pero se calcula que los ahorros de salud mundial (por la reducción de las muertes y enfermedades relacionadas por la contaminación de los combustibles fósiles) si se cumple ese objetivo ascenderían a unos 54 billones de dólares.

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ENTRE SEIS Y ENTRE SEIS Y SIETE MILLONES DE MUERTES PREMATURAS

“La contaminación del aire es el principal factor ambiental que contribuye a la carga mundial de morbilidad”, señala la sexta edición del GEO. “Ocasiona entre seis y siete millones de muertes prematuras al año, además de pérdidas anuales en materia de bienestar estimadas en cinco billones de dólares”. El informe incide en que en 2016 el 95% de la población del planeta residía en zonas con unos niveles de exposición a las partículas finas (las de menos de 2.5 micras de diámetro y las más peligrosas) por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Y advierte también la ONU de que los impactos económicos por la pérdida de vidas, el incremento de la asistencia sanitaria y la pérdida de productividad de los trabajadores por la contaminación del aire es considerable. El informe recuerda que el Banco Mundial cifró en 5.1 billones de dólares las pérdidas ocasionadas por las muertes prematuras relacionadas con la polución. “El equivalente al PIB de Japón en 2013”, añade el estudio.

El informe de la ONU relaciona directamente la contaminación del aire con el cambio climático. Las soluciones para ambos problemas están en el mismo lugar, en la eliminación de los combustibles fósiles responsables de los gases de efecto invernadero y de los principales contaminantes atmosféricos.

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BIODIVERSDAD. SOBREEXPLOTACIÓN Y PÉRDIDA DE HÁBITATS

La biodiversidad (variedad de seres vivos, de especies y ecosistemas) también está en crisis. Se enfrenta a una lucha desigual en la que domina la transformación del suelo, la pérdida y degradación de hábitats, prácticas agrícolas insostenibles, propagación de especies invasoras, contaminación y sobreexplotación. En este listado la ONU incluye la tala ilegal y el comercio ilícito de especies silvestres, un lucrativo negocio que mueve al año entre 90 mil y 270 mil millones de dólares. Los gobernantes y sus políticas no han estado a la altura para atajar un deterioro que continúa, porque,aunque se aprecia un avance, se requieren mayores esfuerzos para alcanzar los objetivos internacionales.

El descontrol reinante ha desencadenado una importante disminución de las poblaciones de especies. En la actualidad, se considera que el 42% de los invertebrados terrestres, el 34% de los de agua dulce y el 25% de los marinos se encuentran en riesgo de extinción. A los vertebrados terrestres no les va mucho mejor, pues entre 1970 y 2014 la abundancia de sus poblaciones mundiales se redujo en un promedio del 60%.

La diversidad genética, imprescindible para mantener tanto la vida salvaje como la variedad de granos y razas de animales, apunta a la baja y abre la puerta a la amenaza para la seguridad alimentaria, dado que este escenario afecta de manera desproporcionada a las personas más pobres, las mujeres y los niños. Los medios de subsistencia del 70% de las personas que viven en situación de pobreza dependen directamente de los recursos naturales, concreta el informe.

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Previsión de cumplimiento de objetivos medioambientales.

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EL 75% DE LA BASURA MARINA ES PLÁSTICO

Los principales enemigos de océanos y costas son el calentamiento global, la acidificación del agua (por la captación de CO2), la contaminación marina con los plásticos en el primer puesto y su uso creciente para la producción de alimentos, junto con el transporte, los asentamientos y la extracción de recursos. Ecosistemas marinos como los arrecifes de coral están siendo devastados y se enfrentan a una decoloración masiva ocasionada por el calor crónico que ya afecta al 70% de estas superficies en el mundo.

La Gran Barrera de Coral australiana es una de las más perjudicadas con más del 50% de su extensión afectada, mientras que los manglares han perdido entre el 20% y el 35% de su área de distribución desde 1980. El valor de los arrecifes de coral se estima en 29 mil millones de dólares anuales por su repercusión en la pesca, el turismo, la salud y los hábitats marinos. La situación es tan grave que la ONU sostiene que los gobiernos deben prepararse para una drástica disminución cuando no un colapso de las industrias y los servicios basados en estos ecosistemas.

A todo ello se le añade la basura marina, compuesta en un 75% por plásticos y microplásticos que vagan sin control y a cualquier profundidad por los mares. Cada año, recuerda el informe, ocho millones de toneladas de materiales plásticos acaban en los océanos. Y a su vez, esos plásticos desprenden sustancias tóxicas que se acumulan en la fauna marina y que pueden llegar al hombre afectando a la fertilidad masculina y femenina, así como al desarrollo neurológico infantil.

De no tomarse medidas, indican los científicos, existe un gran riesgo de que se combinen todos los factores causantes del deterioro de los ecosistemas marinos para producir un ciclo destructivo que desemboque en que los océanos dejen de prestar servicios vitales como medios de vida, ingresos o beneficios para la salud.

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Áreas protegidas en el mundo en 2018. Marítimas y costeras (en azul) y terrestres (en verde).

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COMPETENCIA ENTRE EL CONSUMO HUMANO Y LA AGRICULTURA

La reducción de la disponibilidad del agua dulce unida a sus malas condiciones aumenta la competencia por este recurso, señala el informe de la ONU.

“La calidad del agua ha empeorado significativamente desde 1990 debido a la contaminación orgánica y química ocasionada por, entre otros, agentes patógenos, fertilizantes, plaguicidas, sedimentos, metales pesados, desechos plásticos y microplásticos”. Además, uno de cada tres habitantes del mundo no tiene aún acceso a servicios de saneamiento adecuados.

Respecto a la cantidad disponible, el análisis apunta a que la agricultura utiliza en promedio el 70% de los recursos de agua dulce del mundo. Pero en muchos de los países más pobres, esa cifra llega al 90%.

La ONU insta a mejorar la eficiencia de la utilización del agua en la agricultura y al mismo tiempo, producir más alimentos y utilizar menos insumos.  Muchos acuíferos se están agotando rápidamente por el exceso de extracción de agua para el riego, el consumo de agua potable y los usos en la industria y la minería, detalla el GEO.

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EL SUELO. LA DESERTIFICACIÓN AMENAZA A LAS ZONAS MÁS DEPRIMIDAS

La ONU considera que es probable que la degradación de la tierra se agrave mientras no exista un marco de políticas de gestión nacional e internacional, lo que podría acelerar la migración en algunas regiones. Se estima que en 2050 unos cuatro mil millones de personas vivirán en tierras desertificadas, sobre todo en regiones deprimidas de África o sur de Asia. La deforestación, que se ha ralentizado algo pero sigue avanzando, se presenta como otro de los principales retos, junto con las aglomeraciones urbanas, que en 2015 representaban un 7% de la superficie terrestre mundial.

La obtención de alimentos utiliza el 50% de la tierra habitable y el 77% de las zonas agrícolas se destinan a la producción de piensos, los pastizales y el pastoreo para la producción de carne. Para alimentar a los diez mil millones de personas que se prevé poblarán el mundo en 2050, se necesitará un incremento del 50% en la producción de alimentos. En la actualidad, el 33% de la comida se pierde o se desperdicia, sobre todo en los países desarrollados.

El informe aconseja adoptar dietas con menor consumo de carne y reducir esos desechos. También existen oportunidades que podrían generar beneficios para el ecosistema de miles de millones de dólares, siempre que se modifique la gestión de la tierra y se consiga almacenar el carbono, reducir la contaminación o controlar la erosión.






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