LA AMAZONIA: El sufrimiento de la mayor selva tropical del mundo
Un paraíso que lejos de ser mimado, está siendo minado
La Amazonia es la mayor selva tropical del mundo. Un gran pulmón del planeta que atesora la quinta parte de las reservas mundiales de agua. Su ecosistema atraviesa el eje central de América del Sur, luchando desde hace decenios por sobrevivir a la explotación masiva de sus recursos.
A principios de 2017, aprovechando una expedición de Greenpeace encaminada a documentar los arrecifes de coral que acababan de ser descubiertos en la desembocadura del río Amazonas, un equipo sobrevoló el Estado brasileño de Amapá para fotografiar este vital ecosistema.
¿Objetivo? Diseccionar desde las alturas la Amazonia, un paraíso azotado cada día más por las incesantes agresiones de sociedades agrícolas y energéticas que actúan con la aquiescencia de las autoridades brasileñas.
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A cientos de metros de altitud, el paisaje es tan majestuoso como preocupante. Supone una sensación desgarradora e impotente comprobar cómo, minuto a minuto, día a día, las madereras, la minería, la ganadería, los monocultivos de soja, de eucalipto y de aceite de palma van fagocitando centímetro a centímetro, hectárea a hectárea, la selva tropical.
Ojalá que estas imágenes sirvan para alertar sobre las amenazas que se ciernen sobre un paraíso medioambiental que brinda la quinta parte del oxígeno que respiramos y un 20 por ciento del agua dulce de nuestro planeta.
Árboles de mangle caídos a lo largo de las orillas del río Amazonas, a unas 50 millas al noreste de Macapá (capital del Estado brasileño de Amapá).
Aguas cargadas de sedimentos que se extienden 280 kilómetros a lo largo de la costa.
Caprichosas formas de la tierra en las orillas del río Amazonas.
La rama occidental del Río Uaça serpentea a través de la selva, al oeste del Parque Nacional do Cabo Orange, en Brasil.