El vampiro está en el aire en el año 123 d. D. (después de ‘Drácula’)
Nick Groom, autor de la más reciente historia cultural de la legendaria criatura ávida de sangre, subraya su actualidad en tiempos de pandemia y la inagotable influencia de la seminal novela de Bram Stoker
El vampiro está en el aire. Es noticia la reciente aparición de un interesantísimo ensayo sobre las tenebrosas criaturas ávidas de sangre, El vampiro. Una nueva historia (Desperta Ferro, 2020). Su autor es el británico de 52 años Nick Groom, profesor de Literatura inglesa educado en Oxford y que tras enseñar en las universidades de Exeter, Bristol y Stanford lo hace en la de Macao.
Groom traza su historia entre la vampirología clásica de resucitados estacados en las aldeas eslavas y las metamorfosis contemporáneas del personaje (Coppola, Stephenie Meyer, Salem’s Lot, las bandas The Damned, Bauhaus o Inkubus Sukubus, o los gamberros chupasangres de Lo que hacemos en las sombras, que le encantan), concediendo una importancia seminal a la publicación del Drácula de Bram Stoker, hasta el punto de que fecha la historia vampírica con la referencia del antes o después de Drácula. Así, estaríamos en el 123 d. D., una época, apunta Groom, de superabundancia de vampiros, un verdadero Vampiroceno.
A la pregunta de este diario de qué son los vampiros hoy tras tantas metamorfosis, y que papel juegan en la contemporaneidad, Nick Groom responde: “Ciertamente se han metamorfoseado en diferentes áreas, desde los aristocráticos predadores inspirados en Drácula a los varios vampiros verdes que sobreviven con sustitutos de sangre o gracias a los suministros de bancos de sangre o centros de transfusión, o los estilo pasarela de una diseñadora como Susie Cave (la esposa de Nick Cave), The Vampire’s Wife. La razón de está longevidad es que los vampiros son criaturas físicas (corpóreas):no son fantasmas ni espíritus, sino criaturas vivas, aunque con una biología extraña, tienen un metabolismo, y necesitan nutrición. Así que, aunque son muy cercanos al ser humano, son no humanos, y, por lo tanto, nos permiten reflexionar acerca de lo que nos hace humanos”.
¿Qué es lo último en vampiros? “Regularmente aparecen nuevas permutaciones, docenas de filmes y series deben estar a punto de lanzamiento o en producción, y todas tienen una deuda enorme con el Drácula de Bram Stoker (1897). Actualmente, estoy investigando varias historias que preceden a esa novela. Pero como vampiro contemporáneo, el de BBC-Netflix de Drácula (2020) es bastante bueno”. Groom no cree que haya un cierto empacho (y valga la palabra) de vampiros en la actualidad.
“Absolutamente no, como decía, simplemente basta con observar la cantidad de nuevas películas, libros (lo que yo llamo V-Lit, literatura de vampiros), comics, etcétera. ¡Aún no hemos llegado al tope vampírico!”.
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El estudioso justifica haber escrito una nueva historia de los vampiros: “Dado que la sociedad cambia, hacemos frente a nuevos desafíos, y los vampiros son lo que denomino experimentos mentales cambiantes que pueden ayudarnos a entender nuevos aspectos de la salud, la ciencia y la humanidad”. De manera sintética, ¿Cuáles serían los momentos fundamentales en la evolución del mito del vampiro?
“Los vampiros fueron descubiertos cuando la ciencia de la Ilustración se encontró con el folclore del Este de Europa en la década de 1720. Aunque había historias sobre chupasangres anteriores, el vampiro como lo conocemos hoy fue nombrado por primera vez y descrito a inicios del siglo XVIII.