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Un poco de respeto

Este día se celebra el aniversario de la Batalla de Puebla, en la que ‘las armas nacionales se cubrieron de gloria’ al derrotar al entonces ejército más poderoso del mundo

Basta una pizca de honestidad y buena voluntad para percatarse de que, como bien decía Agustín Yáñez cuando hablaba del México providencial, en estos momentos difíciles se han venido a conjuntar sucesos próximos y lejanos, casuales o causales, previsibles o no, para que, una vez más, la gran nación mexicana salga del atolladero de la triple crisis con los menores daños posibles y con enormes posibilidades de desarrollo a muy corto plazo. Tiene rumbo definido y timón fuerte.

Agustín Yáñez en su obra Santa Ana, Espectro de una Sociedad, busca entender cómo un hombre ambicioso, de escasas luces y soldado mediocre, pudo llegar y hasta ser requerido once veces para ocupar la presidencia de la República; cómo una sociedad apática, indolente dejó perder la mitad de su territorio en el que “no había quien supiera mandar ni quien quisiera obedecer”. Concluye que México es una nación providencial. A punto de ser avasallada, logra salir adelante con unidad.

Un poco de respeto

Este día se celebra el aniversario de la Batalla de Puebla, en la que ‘las armas nacionales se cubrieron de gloria’ al derrotar al entonces ejército más poderoso del mundo. Después siguieron tiempos azarosos y los conservadores lograron establecer el Segundo Imperio Mexicano en las tierras del Anáhuac; pero, los patriotas, encabezados por Benito Juárez, el niño indio que llegó la Presidencia, siguieron en la lucha para ver a la patria libre de la bota napoleónica y de traidores.

Hoy, como entonces, se requiere un poco de respeto para los denodados esfuerzos que hace un gobierno por mantener una patria libre, justa y solidaria. Pasó el tiempo de la gran escaramuza con quienes estaban acostumbrados a hacer crecer de manera casi fantástica sus fortunas con los negocios chuecos cobijados por el poder político. Se canceló el demencial proyecto de Nuevo Aeropuerto de Texcoco, que iba a ser un colosal pozo sin fondo en el que desaparecerían los fondos de ahorro de los trabajadores y los enormes préstamos que habrían de solicitarse para X o Z, sin la mínima garantía de que la obra funcionara por la simple razón de la memoria del agua.

El colosal negocio de la tubería tendida en el lecho marino del Golfo de México, que en estos momentos cobraría enormes sumas de dinero porque los contratos se firmaron con el requisito de que las rentas se harían efectivas, se transportara gas o no. Quizá todo el negocio de la importación de gas natural del sur de los Estados Unidos para abastecer la demanda de consumidores en la Península de Yucatán, incluyendo a las termoeléctrica de la Comisión Federal de Electricidad, no obtendría utilidades suficientes para pagar las rentas de los ductos particulares.

Si a eso se agrega que en el vecino país los inversionistas comienzan a deshacerse de las acciones tóxicas; que muchos productores de gas y petróleo podrían caer en quiebra y su producción cesaría. Habría que agregar que desde antes de la crisis petrolera ya se cuestionaba la rentabilidad del esquisto. Pioneer Resources gastó 1.360 millones de dólares para producir 30.000 bpd en 2017, y en 2018 gastó a 1.700 millones de dólares, producir 41.000 bpd. El desplome de los precios del gas y el crudo en los mercados internacionales, haría pagar sumas enormes por nada.

Por otra parte, el mundo entero está ante la encrucijada y en pocos lugares se cuenta con las alternativas que el gobierno de México tiene para reanudar al crecimiento, el desarrollo compartido y muchos empleos bien remunerados con sus proyectos insignia: el Tren Maya, cuya construcción, operación y beneficios generará millones de empleos alrededor del tren. Será detonante de la bonanza en el sureste del país y tendrá repercusiones dentro y fuera de las fronteras. 

El Corredor Transítsmico, ambicioso proyectos de la 4ª. Transformación que hará realidad un sueño de siglos y dará proyección mundial a México por la facilidad del transporte interoceánico multimodal. Su importancia es equiparable al Canal de Panamá con las ventajas de las modernas tecnologías. La Refinería de Dos Bocas para recobrar la soberanía energética y mantener las exportaciones de crudo mexicano, etc. Ante este panorama providencial, habría que pedir un poco de respeto a los reacios a sumarse al esfuerzo nacional con el simple hecho de pagar impuestos.