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Trump detona el ‘Bordergate’

Aunque la salida de los Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, según anunció ayer martes la representante estadunidense, Nikki Haley, quien señaló: “Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace burla de los derechos humanos”, fue por críticas del organismo a Israel, se le carga a la política migratoria.

Desde la difusión de los videos en que se exhiben las pésimas condiciones en que se alberga a los pequeños separados de sus padres o tutores que ingresaron a territorio americano sin la documentación necesaria, toda evento de la administración federal se asume como relacionado con las políticas migratorias que durante tanto tiempo se han soslayado de la discusión congresional, echándose la pelota de un partido al otro.

Trump detona el ‘Bordergate’

Como un alud, las reacciones no se han hecho esperar y difícilmente pueden dejar de afecta el futuro del presidente Trump, a quien ya se empieza a situar en trance similar al que tuvo el también republicano Richard Nixon, un político muy hábil, que, empero, debió renunciar al cargo más relevante en la nación más poderosa del planeta. De toda la gama de la clase política norteamericana vienen las críticas al llamado ‘Bordergate’.

El primero en alzar la voz, fue el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, quién anunció el martes que presentará una demanda contra el gobierno del presidente estadunidense Donald Trump por violar los derechos constitucionales de familias migrantes al separarlas de sus hijos en la frontera sur de Estados Unidos. Dijo que: “La política de la administración Trump de separar a las familias es un fracaso moral y una tragedia humana. No toleraremos que los derechos constitucionales de los niños y sus padres sean violados por nuestro gobierno federal”. Después, otros más.

Los gobernadores de Colorado, Nueva York, Maryland y Massachusetts dijeron que no enviarían a sus efectivos de la Guardia Nacional estatal para el servicio fronterizo. El más enfático fue Larry Hogan, el gobernador republicano de Maryland, quien aseguró que no enviará a la Guardia Nacional a la frontera hasta que se haya rescindido esta política de separar a los niños de sus familias. Igual expresó John Hickenlooper, el gobernador demócrata de Colorado; Charlie Baker de Massachusetts, consideró cruel e inhumana la medida. Quizá en los próximos días, más mandatarios se pronuncien.

Igual ha ocurrido con los funcionarios de justicia estatales. El procurador de Nuevo México, Héctor Balderas, junto con otros 21 funcionarios estatales desde California hasta Massachusetts han enviado una carta al secretario de Justicia Jeff Sessions y la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen, que plantea inquietudes sobre las violaciones de los derechos de los niños y los principios constitucionales del debido proceso y la protección igualitaria. En la carta: expresan que: “El Departamento de Justicia de Estados Unidos desatiende sus obligaciones legales y morales en aras de una agenda política a expensas de los niños y de los esfuerzos de las policías estatales para combatir delitos como el tráfico de seres humanos, el tráfico de drogas y la violencia de pandillas que operan por encima de las fronteras internacionales”. ¡Oralé!

Por si eso fuera poco, el líder de las campañas electorales de los republicanos en la Cámara Baja, representante de Ohio, Steve Stivers, emitió un comunicado pidiéndole al gobierno de Donald Trump cesar las acciones de separar a niños de sus padres innecesariamente y dio a entender que si el presidente no revoca su política, se explorarán alternativas a nivel legislativo.

Más enfático fue el representante republicano por Pensilvania, Brian Fitzpatrick, quien anunció que viajará a la frontera para ver con mis propios ojos qué es lo que está pasando allí, pues se trata de hijos de nuestro planeta que no deben ser castigados por lo hicieron o no hicieron sus padres.

El ‘Bordergate’ avanza.