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Respeto a la gente

El sistema bancario mexicano alcanzó su más alto nivel de desarrollo en la década de los 70s, cuando se consolidó la figura de don Manuel Espinosa Yglesias al frente de Bancomer, institución que llegó a tener más de 20,000 empleados considerándose la más importante fuente de empleo del país en manos de la iniciativa privada. En 1977, abrió sucursales en el exterior: Los Ángeles, Londres, Tokio, São Paulo y Gran Caimán.

Se dice que: “Modificó totalmente el sistema bancario; a él se le debe que se haya abierto al pueblo, que haya dejado de ser elitista, a través de romper barreras y costumbres en las sucursales, como que a los gerentes, decía don Manuel, les gustaba ver a los clientes arrodillados para pedir un préstamo, y eso no puede ser, los clientes tienen derechos y merecen respeto”, según asegura Álvaro Conde, director de Banca.

Respeto a la gente

Además, transformó la idea del banquero, que era la de un funcionario ajeno a los problemas cotidianos de sus clientes, por la de alguien dispuesto a colaborar con la comunidad para que tuviera acceso a servicios indispensables, como el depósito y crédito. Desarrolló el concepto de banca múltiple, a través de la fusión de la banca de depósito con la financiera e hipotecaria. Llevó a cabo un intenso plan de crecimiento y expansión, que rebasó las fronteras de país para incursionar más allá del continente.

Pero, don Manuel Espinosa Yglesias no sólo fue un banquero exitoso. Fallecido el 8 de junio de 2000, su obra filantrópica y las instituciones que fundó a lo largo de su vida, siguen dando frutos opimos para México y los mexicanos. En el homenaje que le rindió el presidente Ernesto Zedillo, se dijo que: “El presidente hizo referencia a la labor social que don Manuel Espinosa Yglesias realiza para la construcción de escuelas, el apoyo a universidades y al otorgamiento de becas a alumnos para que cursen sus estudios en México y otros países; y al impulso al trabajo, que como hombre de negocios siempre ha comprendido que el sentido real de generar riqueza es contribuir al bienestar de las personas, familias y comunidades”, toda vez que entre las actividades en las que Espinosa Yglesias ha dedicado su tiempo, talento, recursos y su enorme capacidad de organización y de trabajo, destaca la educación, la generación de empleos y el cuidado y preservación del patrimonio histórico y cultural nacional.

En el mismo evento, el rector de la Universidad de las Américas, Enrique Cárdenas Sánchez, mencionó que a través de la Fundación Jenkins, don Manuel Espinosa, otorgó más de 3 mil 500 becas parciales o completas a jóvenes talentosos pero carentes de recursos económicos, para cubrir sus estudios universitarios y que ahora han destacado en su desarrollo profesional. Con esta Fundación también se apoyó la creación de la Universidad Anáhuac, del Tecnológico de Monterrey, la Universidad Iberoamericana, el CETYS de Baja California, la Universidad Autónoma de Guadalajara, la benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Universidad de las Américas, entre otras obras. Explicó que la Fundación Amparo ha otorgado donativos por más de 58 millones de dólares para la construcción y operación de la Clínica Monte Fénix, que investiga y rehabilita a enfermos de alcoholismo y de otras adicciones, así como para las excavaciones y la construcción del Museo del Templo Mayor de la Ciudad de México, y del Museo Amparo en Puebla.

En un estudio sobre la vida de don Manuel, la periodista Alicia Ortiz escribe que: “En sus memorias registró el 13 de agosto de 1980 como el día más importante de su vida. Aquella mañana, se encontró con la comitiva del presidente José López Portillo, a quien mostró con orgullo la magna obra que pondría de relieve que Bancomer era, con mucho, el líder de la banca privada de México, y él mismo, su líder, el empresario más importante del país”. Por eso decía que fue quien más perdió con la expropiación de la banca. “Me robaron más que a ninguno”. Aún así, siguió dedicado a la filantropía.