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Piénsalo otra vez

Precisamente los rubros estratégicos que han sido entregados a los inversionistas nacionales y foráneos

Hoy se cumplen 13 años del fallecimiento de don Antonio Ortiz Mena, secretario de Hacienda en los gobiernos de Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz. Autor de periodo conocido como el desarrollo estabilizador, durante el cual la economía de México creció en un promedio del 6 por ciento anual con una inflación no superior al 2 por ciento. Hubo una bonanza económica que permitió el tránsito del México rural al país industrializado, con inversiones estratégicas es electricidad y petroleo.

Luego de una vida limpia y una gestión intachable, que lo llevó a ser el primer mexicano en aspirar a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, murió con el estigma de haber sido utilizado por su sobrino, Carlos Salinas, para la venta de garaje del patrimonio nacional por medio de la cual se entregaron las empresas más boyantes del Estado mexicano a los magnates que pagaron 25 millones de dólares por entrar a la puja y quedarse con el patrimonio acumulado por los gobiernos revolucionarios.

Piénsalo otra vez

A partir de entonces, México ha vivido en una crisis constante, de la cual permaneció ajeno durante la mayor parte del siglo XX, gracias al manejo racional de la economía y a la rectoría del Estado en los más importantes proyectos de desarrollo. Se ha dicho muchas veces: no había entonces ricos tan ricos; pero nadie se moría de hambre. En esa gran tarea realizada por presidentes y secretarios de Estado muy patriotas fue fundamental la consolidación de la infraestructura en las comunicaciones y la energía. 

Precisamente los rubros estratégicos que han sido entregados a los inversionistas nacionales y foráneos. 

Del régimen oprobioso de Salinas, a la fecha, se ha observado un ahondamiento de la brecha que separa a los que tienen en exceso y los que de todo carecen. Diez vidas de despilfarro irresponsable no serían suficientes para acabar con las fortunas que se han acumulado con la explotación de las clases obreras a las que se escamotea hasta el derecho a quejarse. Los gobiernos cómplices del capitalismo salvaje dicen que tienen interés en paliar los efectos de la pobreza entre la gente quegobiernan; pero ha sido vil mentira.

Así lo señalaron los ganadores del Premio Nobel de Economía 2019, Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer, galardonados porque “sus trabajos habían mostrado cómo podía abordarse la pobreza al cuestionar situaciones cada vez más locales y precisas en áreas como la educación y la atención de salud, lo que hace los problemas más fáciles de resolver”, según dijo el presidente de la Academia quien agregó: “Esto comienza con la idea de que los pobres a menudo son reducidos a caricaturas”.

Banerjee y Duflo son coautoras del libro Repensar la pobreza, un giro radical en la lucha contra la desigualdad global, en el que presentan un nuevo enfoque del problema de la pobreza, explican por qué han fracasado la mayor parte de los planes y programas que se han implementado hasta el momento y trazan nuevas directrices para encontrar soluciones que, con menos aparato, aporten respuestas claras a los problemas que se han venido acumulando y que cada vez hacen más profunda la diferencia de clase.

En su obra, expresan que: “Nueve millones de niños mueren anualmente antes de haber cumplido los cinco años. La probabilidad de que una mujer del África subsahariana muera al dar a luz es de una entre treinta, mientras que la de una mujer en el mundo desarrollado es de una entre 5.600. Existen más de veinticinco países, la mayoría en el África subsahariana, donde la esperanza de vida de una persona no supera los cincuenta y cinco años. Solamente en la India, el número de niños en edad escolar que no son capaces de leer un texto sencillo supera los cincuenta millones”. Habría que ver lo que pasa en Latinoamérica.

Luego, como si observaran la reacción de los lectores, dicen: “Este es el típico párrafo que le puede llevar a querer cerrar este libro y, en el mejor de los casos, a olvidarse del tema de la pobreza en el mundo, pues el problema parece demasiado grande e inabordable. Nuestro objetivo con el libro es, precisamente, persuadir al lector de que no lo haga”. Tarea difícil en un mundo dominado por la TV.

El tema de la pobreza y los estragos que ha provocado el capitalismo salvaje, luego de los años de paz, estabilidad y desarrollo que vivieron México y los mexicanos durante la mayor parte del siglo XX, se oculta mediante las poderosas andanadas de mentiras, sofismas y verdades a medias que se trasmiten por la televisión, para crear una realidad virtual en que los buenos son los abusivos y los corruptos y los malos quienes se quejan y no se dejan robar, poniendo el grito en el cielo. Es cosa de pensarlo otra vez, como dicen las galardonadas.