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Oportunidad de unión

No han entendido las fuerzas políticas mexicanas  el imperativo de limar asperezas y mantenerse unidos en estos días de grandes definiciones en la geoestrategia que tiende a la conformación de los grandes bloques de poder. En este espacio se indicó al inicio del año pasado que las tendencias globales iban en caminadas a la integración de tres grandes conglomerados militares-comerciales-financieros-industriales en el mundo: América, Asia y Europa, con sus respectivos patios traseros.

Los modos pueden ser diferentes y hasta encontrados; pero, las cabezas de los grupos tienden a conseguir el mismo objetivo, que no es otro que mantener los privilegios de las clases pudientes y los sectores que han resultado favorecidos por el predominio del capitalismo salvaje, entendido este como la penetración y el sometimiento de los mercados abiertos, que deben renunciar a cualquier forma de regulación o de defensa de las economía locales. La embestida es muy obvia.

Oportunidad de unión

Una parte de esa estrategia es trasladar los conflictos lejanos a las parcelas propias, a fin de no interferir con lo que hacen los otros en sus terrenos; cada quien con su cada cual. Se acaba la guerra allá, pero se prende el fuego acá, de tal suerte que se mantengan los tambores sonando. Ya ni siquiera importa el sacrificio de la gente, que ha pasado a ser un activo para llevar adelante los planes de dominio. Sigue el discurso de las razones humanitarias, pero cada vez menos creíbles.

Ante este panorama, quienes en esta tierra nacieron, viven y trabajan, están obligados a hacer un examen de conciencia y desatendiendo los cantos de sirena, hacerse cargo de que si no se atiende al legado histórico de esta patria donde florecieron las más avanzadas culturas precolombinas que luego se fundieron con lo mejor venido de ultramar, no habrá futuro. Ya en este momento son demasiados los muertos por razones absurdas; pero, lo peor vendrá cuando se pierda el rumbo.

El fin de semana pasado, los sindicatos más fuertes del sector automotriz en Canadá llamaron a un boicot en contra de los vehículos que una empresa automotriz líder de los Estados Unidos fabrica en México, disque porque este país está robando los empleos con prácticas de dumping laboral. Ayer, se difundió la noticia de que la flamante conformación del Congreso en el vecino país puede echar abajo el nuevo tratado comercial trilateral, o, cuando menos retrasarlo hasta después de las elecciones presidenciales del año próximo, que serán altamente reñidas y pondrán a temblar al mundo por cuanto todas las partes están dispuesta a echar su resto sin importar las consecuencias. La colisión del presidente Trump y la líder del Congreso, Pelosi, será de antología.

Los demócratas, que son mayoría en la Cámara de Representantes han dicho que no aprobarán el acuerdo a menos que Trump, quien lo llama USMCA, esté de acuerdo en añadir un agregado que haga clara referencia a las disposiciones sobre el trabajo y el medio ambiente. Los demócratas, han expresado sus preocupaciones por los puestos de trabajo que Estados Unidos está perdiendo a consecuencia de los bajos salarios y el extravío progresivo de prestaciones laborales en México.

Desde luego, esta posición lleva una enorme carga política que se espera se vea reflejada en las elecciones; pero, no deja de ser preocupante para México por cuanto genera incertidumbre en los mercados y crea un ambiente de tensiones que vienen a agregarse a los problemas propios que está teniendo el país, en donde la administración pública y los puestos de representación eran tomados como la gran oportunidad de acceder a la riqueza infinita sin tener que dar golpe.

Además, prácticamente todos los posibles candidatos por la Presidencia de los Estados Unidos han manifestado su desacuerdo con el tratado firmado por Trump, Peña Nieto y Trudeau en aquella reunión celebrada en Argentina. Demócratas y republicanos han manifestado que no estiman que lo pactado sea lo mejor para los tres países, no obstante que se abordaron temas torales y se hicieron concesiones de mucho peso. Habría que decir que la representante Nancy Pelosi buscó que el TLCAN incorporara temas para la homologación salarial y el cuidado del medio ambiente, que no se han cumplido. Ahora tiene poder de decisión y los mexicanos oportunidad de unirse.