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Narro y el gran desafío

Hoy habrán de clausurarse los trabajos de la 71ª Asamblea Mundial de la Salud que se celebra en el Palais des Nations, en Ginebra, Suiza, durante la cual, en el segundo día de labores, volvió a resonar, con ecos que rezumbaron en todo el planeta, la palabra del México augusto, de carácter antropocéntrico, para el que lo más importante es el ser humano, por voz del Dr. José Narro Robles, secretario de Salud.

Su discurso, cuya versión estenográfica se puede leer en el portal de la Secretaria de Salud, no tiene desperdicio; tocó temas sensibles, dijo verdades imbatibles y señaló rumbos, recobrando la esencia del México que fue una potencia moral durante los regímenes revolucionarios que hicieron brillar la justicia social, sólida piedra angular del andamiaje institucional. Narro estuvo a la altura de Padilla, de Estrada, de Bosques.

Narro y el gran desafío

Dijo; por ejemplo, que: “Nos corresponde a todos impedir que nuevas enfermedades contagiosas se instalen en la sociedad: la exclusión, el odio, la codicia y el fanatismo entre otras; no hay vacunas contra esas afecciones, pero existen valores esenciales que previenen y combaten la ceguera, la indiferencia y la inacción que generan esos males. Como médico entiendo la preocupación por la enfermedad, la amenaza a la vida vence a la salud y lo inmediato a lo importante; lo que no comprendo es la razón de escatimar recursos para la salud”. No lo mandó decir, lo dijo enfático en la alta tribuna.

La parte sustantiva del discurso del exrector de la Universidad Nacional Autónoma de México, empezó cuando afirmó que: “La salud es uno de los bienes mayores de la humanidad y su cuidado forma parte de los derechos humanos fundamentales. En sus dimensiones individual y poblacional, la salud depende de múltiples variables e influye y condiciona numerosos sectores. Por eso he sostenido que la salud no es todo, pero que sin ella no hay casi nada, su atención es uno de los imperativos éticos de los gobiernos y no hay forma de evadir la responsabilidad”. Paquita diría: “¿Tas oyendo?”.

La organización Mundial de la Salud es el organismo coordinador de los eventos que tienen que ver con las acciones sanitarias en las Naciones Unidas. Es el responsable de desempeñar el papel de liderazgo en los asuntos sanitarios mundiales, configurar la agenda de las investigaciones en salud, establecer normas, articular las opciones de política basadas en hechos, dar apoyo técnico y vigilar tendencias sanitarias globales.

Luego de destacar que con políticas públicas certeras, se pueden erradicar muchos de los males actuales, entre ellos la pobreza, la desigualdad, la ignorancia, el hambre y la falta de servicios. Y que todos estos afectan a cientos de millones: hay 750 millones de analfabetos, 800 millones que viven en pobreza extrema y sufren hambre, y 900 millones que carecen de drenaje, en todos los casos la mayor parte niños y mujeres, manifestó el Dr. Narro Robles, en su alocución:

“Nuestro mundo se caracteriza por los contrastes que vivimos, junto a la abundancia coexiste la miseria; el despilfarro y la penuria se dan la mano con frecuencia, la majestad de nuestra especie choca con cuadros de indignidad que nos llenan de pasmo y vergüenza. En paralelo al progreso, las brechas sociales y económicas se han profundizado. A pesar de que cientos de millones de personas han salido de la pobreza extrema y de que las condiciones de vida han mejorado, las desigualdades se han multiplicado y son, probablemente, el principal desafío para la humanidad”.

Luego de explicar que la atención a la salud es un derecho humano; pero, también responsabilidad del individuo, como es el caso del alcoholismo, el tabaquismo, la alimentación chatarra, la falta de ejercicio y demás hábitos perniciosos que inciden gravemente en la salud, con un grave deterioro que se manifiesta en males crónicos, dijo una frase contundente: “Nuestra sociedad sufre una crisis de valores y la salud no es ajena a ello. La salud no es una mercancía y el mercado no debe definir su rumbo”.

Destacó el hecho de que se haya abordado en la agenda de la asamblea el tema de la no discriminación y dijo: “La equidad en salud demanda la paridad de género y la eliminación de toda forma de acoso. Felicidades a la OMS por la iniciativa en marcha”.

Citó a Octavio Paz al recibir el Premio Nobel: “El tema del mercado tiene relación estrecha con el deterioro del ambiente. La contaminación no sólo infesta al aire, a los ríos y a los bosques sino a las almas. Una sociedad poseída por el frenesí de producir más para consumir más tiende a convertir las ideas, los sentimientos, el amor y las personas mismas en objetos de consumo. Todo se vuelve cosa que se compra, se usa y se tira al basurero. Ninguna sociedad había producido tantos desechos como la nuestra. Desechos materiales y morales”.

Bien por el Dr. José Narro Robles, un mexicano humanista.