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Mucha tela de dónde cortar

Aunque Emilio Lozoya Austin, exdirector de Pemex, aseguró ser totalmente inocente de las imputaciones que se le hacen de incurrir en delitos electorales y de recibir sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, al comparecer como indiciado ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales de la PGR, siguen apareciendo evidencias que dejan lugar a dudas y ponen en tela de juicio lo que asegura.

Lozoya Austin asistió acompañado de su equipo de abogados encabezados por el exsubprocurador, Javier Coello Trejo para responder por el presunto financiamiento ilícito a las campañas electorales de 2012 con recursos de procedencia ilícita, supuestamente provenientes de sobornos de la petrolera carioca, según se desprende de la carpeta indagatoria FED/FEPADE/UNAI-CDMX/1139/2017.

Mucha tela de dónde cortar

Él asegura que tiene las manos limpias; pero, ayer mismo la Auditoria Superior de la Federación dio a conocer que la subsidiaria Pemex Transformación Industrial entregó al menos tres contratos a la compañía Constructora Norberto Odebrecht entre 2013 y 2015. Que, cuando menos dos de estos contratos están relacionados con obras que se hicieron en la refinería Miguel Hidalgo de Tula, Hidalgo y otro más en Salamanca, Gto.

De éstos, únicamente uno, (PXR-OP-SILN-SPR-CPMAC-A-4-14) firmado para el: “Acondicionamiento del sitio, movimiento de tierras y conformación de plataformas para el proyecto de Aprovechamiento de Residuales en la Refinería Miguel Hidalgo”, fue terminado, con un sobrecosto del 60 %. El contrato se signó por mil 436 millones de pesos; pero, finalmente Pemex debió pagar más de dos mil 315 millones.

El resto de los contratos está suspendido por falta de presupuesto. La Auditoria Superior de la Federación hace notar que estos contratos se otorgaron mediante la figura de adjudicación directa, esto es, que no hubo licitación previa y que con ello se dio un trato preferencial a la empresa cuyos funcionarios aseguran haber entregado elevadas sumas de dinero como soborno para la obtención de beneficios indebidos.

El informe de fiscalización señala que por el mismo contrato, existe un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal por 139 millones 923 mil pesos. Además, agrega un pago improcedente a la Constructora Norberto Odebrecht por 79 millones164 mil pesos como regalías por la extracción y acarreo de agua desde una fuente situada a 14 kilómetros de distancia, cuando había recibido instrucciones de hacer la carga y el acarreo de la toma que se encuentra ubicada a un costado de los tanques de agua cruda del lado suroriente al interior de la propia refinería.

Es difícil que puedan echarse por tierra los informes proporcionados por Juan Manuel Portal, titular de la ASF, a los que deben agregarse las declaraciones que han hecho funcionarios y altos ejecutivos de la propia empresa indiciada en varios países de la América Latina, donde llevó a cabo sus actividades al margen de la ley para ganar jugosos contratos. Por ejemplo, lo dicho por Carlos Fadigas, exdirector de la compañía quien se ha convertido en un testigo protegido para seguir los affaires de Odebrecht.

Fadigas señaló textualmente, según consta en la transcripción de lo expresado en una reunión privada con inversionistas realizada en febrero de 2013, que: “Acompañamos de tiempo completo toda la campaña del PRI, del partido PRI, y del actual presidente Enrique Peña Nieto. No sólo de él, sino también de su equipo”. Documentos obtenidos por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), indican que Braskem intervino durante los días de la campaña presidencial con tres transferencias por 1.5 millones de dólares a la empresa Latin America Asia Capital, en Islas Vírgenes.

Esta cuenta ha sido vinculada con Emilio Lozoya Austin, entonces coordinador de Vinculación Internacional del candidato del PRI.

Quizá sea tiempo de aclarar este embrollo que tanto afecta a México y a los mexicanos.