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Las ong’s en México

Fue allá, a finales de los 90s que, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos adoptó las "Directrices para la Participación de las organizaciones de la Sociedad Civil en las Actividades de la OEA" que regulan las acciones de actores no estatales en los cuerpos de dirección y en los procesos de toma de decisiones del organismo, de manera que éste pueda beneficiarse de los significativos aportes que las OSC pudiesen hacer a su labor.

En México ya existían organismos de esa naturaleza, como consta en los estudios que se han hecho al respecto. Entre 1980 y 1996, se constituyó el Centro Antonio de Montesinos (CAM); la Coordinadora Nacional del Movimiento Urbano Popular (CONAMUP); Servicio, Desarrollo y Paz, A. C. (SEDEPAC); la Academia Mexicana de Derechos Humanos (AMDH), el frente Auténtico del Campo (FAC); el Centro de Estudios Económicos (CEE); varios partidos políticos y hasta agrupaciones de carácter revolucionario desligadas del gobierno y que hasta le eran opuestas.

Las ong’s en México

Salinas vio en estas agrupaciones la oportunidad de insertarlas en sus proyectos y a partir de su régimen proliferaron organismos de la más diversa índole, incluyendo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, donde puso a su fiel servidor Jorge Carpizo. Junto con otros organismos supuestamente autónomos, creo un régimen paralelo que le sirvió perfectamente para echar por tierra todas las iniciativas y las demandas de la auténtica sociedad civil canalizada por sus entidades.

En esas mismas épocas publicaba una gustada columna, que no ha tenido igual en los medios impresos de la región, el periodista matamorense Alías García Aguirre, llamada Pájaros de Cuenta, en la que aseguraba que en su rancho tenían un convento para ahí juntar todas las madres que le echaban quienes aparecían en la misma, luego de ser remitidos a la cárcel municipal. Lo mismo Hizo Salinas, que creo a las ong´s para colocar ahí a sus cuates y para no ensuciarse las manos.

A nivel internacional, tanto las organizaciones altruistas como de carácter civil, incluyendo las que presiden las esposas de los presidentes, se sostienen con sus propios recursos, con aportaciones de sus miembros o con apoyos de otros organismos filantrópicos creador para tales fines; sólo en México reciben fondos del gobierno y pueden ejercerlos a su reverendo antojo, pues no hay forma de fiscalizarlos. Así que las primeras damas podían darse la gran vida, codeándose con la nobleza europea que ya hasta les hacía el fuchi, como cuando el presidente y su comitiva fueron llevados a comer tacos en la calle para no ser recibido en las residencias oficiales.  Y no se diga los demás.

Con la austeridad republicana todo eso ha llegado a su fin y si alguien tiene la intención de fundar un organismo de la sociedad civil para financiar estudios avanzados de oficleido entre la población con deficiencias auditivas, que bien; pero, ya sabe que tendrá que costearlo con su propio dinero; porque el gobierno ha cerrado la bolsa y ahora tendrán que hacer como hacen sus homólogos más allá de las fronteras y allende los mares. Lo que comenzó bien, termina muy mal gracias a Salinas.

Quienes no se resignen, tienen la posibilidad de acudir al Registro de Organizaciones de la Sociedad Civil en la OEA, que permite a las OSC formar parte de una red de organizaciones que trabajan en las diferentes áreas temáticas de interés para los Estados Miembros de la Organización. El Registro facilita el intercambio de información y de experiencias que enriquecen el diseño de políticas gubernamentales por medio de la participación organizada y el diálogo entre las OSC, los gobiernos y los organismos interamericanos e internacionales. Cabe señalar que hasta la fecha, se ha llegado a contabilizar 465 organizaciones inscritas en el Registro de OSC en la OEA.

Podría decirse que uno de los organismos más importante de la sociedad civil a nivel global es Amnistía Internacional, que desarrolla una notable labor humanitaria en todo el planeta, de manera muy especial en las naciones pauperizadas de África, Asia y América Latina. Este organismo se financia con aportaciones voluntarias y sus trabajadores realizan tareas diversas, desde las más simples hasta las más especializadas sin cobrar un centavo. ¡Esa es una ong!