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Lamentable partida

Pues hete aquí que, a los 59 años de edad, falleció la notable actriz Christian Bach de origen argentino pero tan enraizada en México, que parecía vecina de Juárez y Polanco en la Ciudad de México. Se fue dejando un enorme legado que va más allá de las tablas y se adentra en la vida cotidiana, en la que la mujer mexicana tiene un lugar especial. 

Christian fue una actriz notable; pero, además, una madre amorosa y pendiente siempre de su familia. Parecía mexicana, decían.

Lamentable partida

Era bella, notablemente bella, casi insolentemente bella; pero, sus papeles en el cine y la televisión, que la pudieron encumbrarla a nivel mundial, quedaron pendientes. Cuando desde México y como mexicana quiso volar alto, una perniciosa enfermedad se lo impidió. 

Esta actriz, notable actriz, sucumbió ante los embates de una enfermedad de la que en este momento se sabe poco. Se fue dando mucho de sí y es de esperarse que siga dando luego de partir al otro mundo.

No vivió el México de Pedro Infante, con Marga López y Libertad Lamarque, también argentinas; sino el país de la modernidad, en que desdeñó el papel de la mujer sufrida en el hogar y de la madre en la familia; mantuvo siempre la dignidad de la mujer y de su papel al interior del seno familiar. 

Fue el prototipo de la madre moderna, siempre amorosa, siempre presta a las necesidades de hogar.

Si hay que rendirle tributo a Christian, habría que hacerlo, más que como actriz, como mexicana.

Si en el ancho mundo existe algo parecido a la mujer mexicana, quizá Chistan lo pudo personificar como ninguna otra en amplio panorama; fue elegante y glamurosa; fue amorosa; siempre pendiente de hijos y de su esposo, aun en lo momentos en que artistamente no coincidían.

En aquellos años, Justin, un ranchero de Florida, contó al autor, en el aeropuerto de Houston, que venía a México a casarse con una mexicana de El Control, y la pregunta obligada fue: "porqué" y, sin dudas, respondió el ranchero que: "por el respeto. Yo quiero una familia donde haya respeto". 

Quién sabe como le fue el dueño muchas hectáreas en  Florida; pero, el caso es que hizo una gran fiesta en el norte de Tamaulipas.  No se anduvo por las ramas y buscó a una mujer mexicana que le diera hijos sanos, fuertes y dinámicos. Bach no era mexicana ni del otro lado; pero, siempre tuvo bajo sus hombros la responsabilidad de su familia, que compartió con Humberto Zurita, con el cual tuvo muchos de sus mejores éxitos como actriz. Una actriz con mucho que dar, como sus antecesoras. Mujer extraordinaria que tenía que ser mexicana no por adopción, sino por naturalización.

La deuda, la enorme deuda que tienen México y los mexicanos con sus mujeres, va más allá del reconocimiento a sus titánicas las labores, que ni siquiera se aquilatan; recientemente la maestra rural Yalitza Aparicio Martínez puso el dedo en la llaga de la situación  de las mujeres que hacen el servicio de la casa; pero, se trata de la flor de un día. Yalitza es la mujer indígena que no tiene más que su vida al servicio de una familia de clase media; en cambio, Christian personifica a la clase media pudiente de este país que va en crecimiento. Es la mujer bella y sensible.

Sin abandonar el papel de la mujer argentina se convierte en mujer mexicana; adopta la postura de la madre universal; de la madre que cuida  a sus crías y que da la vida por ellas. Si hubiera que catalogar su paso por en la iconografía  universal tendría que situarse entre las más bellas de planeta, quizá junto a Ava Garner, Marilyn y otras. Su presencia no necesitaba de los artificios del maquillaje. Bella, con ojos luminosos, arredilaba esplendor que a todos contaminaba.

Se fue Chistan Bach y con ella una mujer ejemplar, que hizo una carrera en cine y la televisión sin descuidar jamás la atención de su familia. Era argentina; pero, bien pudo haber nacido en México, donde las mujeres son la piedra angular de la familia.

Si dice el portal de Inmujeres que: "Somos la entidad del gobierno federal que coordina el cumplimiento de la política nacional en materia de igualdad sustantiva y coadyuva con la erradicación de la violencia contra las mujeres. Somos la institución reconocida, a nivel nacional e internacional, por asegurar el pleno desarrollo de las mujeres, garantizando el ejercicio y el goce de sus derechos humanos y libertades fundamentales en igualdad de condiciones con los hombres".

Y que su objetivo genera es: "Promover y fomentar las condiciones que den lugar a la no discriminación, igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros, el ejercicio de todos los derechos de las mujeres y su participación equitativa en la vida política, cultural, económica y social del país".

Pos, "ondiandan", porque esta bella niña se murió y todavía no se sabe de qué.