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¡Mexicanos, la resortera aprestad y el bridón!

‘‘Ignorante”, llamó de manera indirecta el embajador de Corea del Norte en México, Kim Hyong Gil, al aprendiz de canciller mexicano, Luis Videgaray Caso

‘‘Ignorante”, llamó de manera indirecta el embajador de Corea del Norte en México,  Kim Hyong Gil, al aprendiz de canciller mexicano, Luis Videgaray Caso, quien luego de hacer añicos la economía nacional, va en pos de fastidiar la política exterior de México, inmiscuyendo la diplomacia autóctona en asuntos que ni le van ni le vienen. Expresó el cónsul coreano que el asunto entre su país y los EU, nada tienen que ver con México.

Pero, el caso no queda ahí; se ha convertido en la comidilla del día por cuanto se ha generalizado el criterio de que el secretario de Relaciones Exteriores mexicano, está a la orden del gobierno del vecino país y, simplemente, como el perrito de la RCAVictor, sigue la voz del amo; lo que no necesariamente tiene que ser cierto, porque el estilo de gobernar del presidente Donald Trump no muestra un criterio lineal en sus decisiones.

¡Mexicanos, la resortera aprestad y el bridón!

Con Corea del Norte está jugando una estrategia que tiene muchas aristas y que no se puede resumir en una sola jugada, ni con el uso de las armas, como hizo con Siria, sin tanta alharaca, ni con condenas diplomáticas bilaterales o como consecuencia de resolutivos de la Organización de las Naciones Unidas. Es un asunto entre dos que puede involucrar a muchos; pero, sólo como espectadores, en tanto no acabe el juego.

Mediante un comunicado oficial, la Secretaria de Relaciones Exteriores, luego de exigir la salida del embajador coreano al que llamó persona no grata, manifestó: “Con esta acción diplomática, México expresa al gobierno de Corea del Norte absoluto rechazo a su reciente actividad nuclear, que significa una franca y creciente violación del derecho internacional y representa una grave amenaza para la región asiática y para el mundo”. Faltó incluir entre las partes amenazadas a Hualahuises y Perros Bravos.

Para mayor abundancia, explica que: “La actividad nuclear de Corea del Norte es un grave riesgo para la paz y la seguridad internacional, y representa una amenaza creciente para las naciones de la región, incluyendo a aliados fundamentales de México como son Japón y Corea del Sur. Ante la conducta de dicho país, el Consejo de Seguridad de la ONU ha emitido resoluciones que le prohíben desarrollar armas nucleares y misiles balísticos, y que sancionan a las personas o entidades relacionadas con estos programas”. Si la ONU prohíbe y, además, sanciona, ¿México qué vela tiene?

Kim Hyong Gil sale hoy de México rumbo a su país; pero, no sin antes señalar que: “Por eso, protesto y expreso gran lástima por las medidas diplomáticas unilaterales tomadas por el Gobierno mexicano que profesa la política exterior soberana, sin fundamento ninguno, ni jurídicamente, ni moralmente”. Las consideraciones hechas por el diplomático tienen sus asegunes y sería harto prolijo parar mientes en ellas.

Lo realmente importante es que el Anáhuac no está en condiciones de buscarse más enemigos; con los que tiene basta y sobra. En estos días en que se discute con ahínco la renegociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, en donde las ideas de los negociadores de los tres países no acaban de cuadrar porque cada uno tira para su santo, lo sensato es no quemar pólvora en infiernitos y aplicarse en ver soluciones.

Bien haría Videgaray y su cuadrilla en buscar obtener del Gobierno de los Estados Unidos compromiso que garanticen un trato humano y respeto de los derechos de migrantes mexicanos; repatriaciones ordenadas y coordinadas con las autoridades mexicanas; garantía de libre flujo de remesas de connacionales; compromiso sólido para contener el ingreso ilegal de armas de fuego y dinero de procedencia ilícita; preservar e incluir en el TLC nuevos sectores de telecomunicaciones, energía, electrónicos y servicios financieros; mejores salarios para trabajadores mexicanos, dentro y fuera de México, así como proteger las inversiones nacionales en los países miembros del acuerdo de libre comercio.

Trabajar por México y los mexicanos, no andar buscando tres pies al gato y menos incitando a una confrontación en que unos tienen bombas atómicas y los otros resorteras fabricadas con orquetas de mezquite y hule de cámaras de bicicleta.