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Más allá de la pelota

De antología fue el triunfo de los Astros de Houston en la Serie Mundial de Beisbol, en el séptimo juego de la serie, que tuvo lugar en el Dodger Stadium de Los Ángeles, Cal. Jugaron la final los dos mejores equipos de la temporada: Astros de Houston con 101 juegos ganados en la eliminatoria previa y los Dodgers con 104; ello le dio lugar a que los aficionados pudieran ver encuentros de elevada calidad en el juego de la pelota.

Los expertos coinciden en señalar que la del 2017 resultó una temporada muy buena; pero, por todos los elementos que rodearon la serie final, hay quien la señala como extraordinaria. Los dos equipos, para bien del espectáculo, se entregaron en cuerpo y alma en esta Serie Mundial número 65 que conquista un equipo de la Liga Americana en sus 113 ediciones, llevando la decisión hasta el último partido, el de ‘todo o nada’.

Más allá de la pelota

Para llegar al séptimo juego, el equipo californiano se impuso con sendos marcadores de 3-1 en el primer y sexto choque, y 6-2 en el cuarto, mientras que el de Houston sumó éxitos de 7-6, 5-3 y 13-12 en el segundo, el tercero y el quinto, antes de llegar al momento culminante. Los aficionados lo saben bien y los medios no han escatimado palabras para narrar al detalle el primer triunfo de los texanos en las Ligas Mayores.

Pero, más allá de la pelota, esta serie mundial tuvo un lado profundamente emotivo que es el que la hace extraordinaria. Tanto como en la Unión Americana, en México un elevado número de fanáticos siguieron paso a paso el choque de titanes y sacaron al aire la carga emotiva que les produjo el triunfo de los Astros sobre un equipo que tiene también una fuerte querencia entre los latinos enraizada en las hazañas del gran Toro, Fernando Valenzuela, en la década de los 80s, cuando tuvieron dos gallardetes.

Luego de recibir el trofeo, el segunda base venezolano José Altuve, quien al atrapar una rolita produjo el out número 27, dijo: “Esto lo hicimos por todos esos fanáticos de Houston. Ha habido muchas cosas que han pasado en Houston, pero esto lo hicimos por ustedes”. Efectivamente, no ha mucho que las calles de esa urbe quedaron bajo las aguas tras el paso del huracán Harvey, un potente ciclón que dejó 88 muertos en Texas y casi 50,000 hogares dañados; había luto y dolor. Ahora, el deporte produjo alegría.

La historia es como salida de un libro de Grimm o de Perrault: cuando los Astros, al concluir una exitosa gira, se percataron de la magnitud del desastre, no sólo hicieron labor altruista, también incorporaron un parche en su uniforme que decía “Houston Strong”, que podría traducirse como ‘la fuerza de Houston’, que los acompañó durante toda la temporada, como si fuera una mágica fuente de inspiración y de gran empuje. 

 Al respecto, el pitcher Dallas Keuchel, manifestó: “Esto tiene un gran significado. Lo sabíamos, y teníamos un gran deseo de hacerlo. Hemos pasado por muchas cosas. El no haber estado allá cuando todo esto pasó nos dolió mucho. Esta es nuestra manera de redimirnos ante nuestros fanáticos. Esto es lo que le estamos regalando”. Fueron más allá: ‘la fuerza de Houston’ los llevó a conquistar su primer título de grandes ligas.

Por su parte, los Dodgers de Los Ángeles, no pudieron dejar de recordar las proezas del Toro Valenzuela, con quien ganaron las series del 81 y el 88, y en el segundo juego le rindieron un homenaje en el Dodger Stadium, al lanzar la primera bola con su muy peculiar estilo, en medio de una gran ovación. Los comentaristas no dejaron de señalar que este pitcher mexicano es una leyenda de las Grandes Ligas, pues no sólo es el único lanzador en la historia que ha ganado los trofeos de Novato del Año y el Cy Young y es el lanzador con mejor estadística de las temporadas de 1981 hasta 1986, durante las cuales robó el corazón de los devotos al rey de los deportes; sino que colocó a los Dodger como el equipo favorito de los latinos dentro y fuera de los Estados Unidos, hasta antier.

Por todo ello, la Serie Mundial de Grandes Ligas 2017, que concluyó el miércoles primero de noviembre, siendo en sí muy buena, vino a resultar extraordinaria.