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Los negocios redondos caídos

Los cambios a la Constitución fueron claros y precisos

Declarar sin pudor que: “Yo vivo prácticamente al día, todo mi dinero lo metí a las fundaciones. El dinero que he ganado en conferencias, cada centavo lo doné a cada una de las distintas fundaciones para gente de escasos recursos”. Palabras que si no fueran trágicas resultarían ridículas, pues se olvida de las fabulosas cantidades de dinero que él, su esposa y entenados hicieron al amparo del poder de la pareja presidencial. Martita se vestía de Dior con recursos públicos.

Discurso muy diferente al que pronunció el domingo 5 de enero del 2014, cuando dijo: “En asociación con inversionistas nacionales y extranjeros establecí un fondo por 500 millones de dólares para apoyar a las empresas interesadas en invertir en Pemex. Ya estoy en giras, giras muy concretas a los círculos financieros de Estados Unidos y Canadá. Voy a ir a Medio Oriente, a Abu Dhabi y a aquella parte a promover la inversión y lo atractivo de esta reforma (reforma energética de Peña). Hay un gran interés afuera, la industria va a crecer, esto lo puedo decir con los pelos de la burra en la mano, porque anduve en los mercados, estuve en Nueva York, en Oklahoma, en Dallas, en Texas, en Houston, en Alberta”.

Los negocios redondos caídos

Pero, bueno, se trata de Fox y no hay mucho que agregar. Lo que si está sacando chispas es el revés que ha recibido la Reforma Energética que prácticamente puso el país en manos de los grandes capitales nacionales y extranjeros, los mismos que en este momento están que trinan porque se les han escapado los colosales negocios que pensaban realizar gracias a los cambios constitucionales realizados por los conjurados en el Pacto por México. El petróleo se les fue de las manos; ahora pelean por la electricidad.

Los cambios a la Constitución fueron claros y precisos. En cuanto al Artículo 27 Constitucional: “Se establece que la planeación y el control del Sistema Eléctrico Nacional, así como el servicio público de transmisión y distribución de electricidad son áreas exclusivas del Estado. Se mantiene la prohibición expresa de otorgar concesiones en estas áreas y se permite que el Estado celebre contratos con particulares. De esta forma, por cuenta de la Nación se pueden llevar a cabo actividades para el servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica”. Este es el punto clave de las grandes transas.

Es imposible dejar de notar que los ‘legisladores’ bien maiceados por Peña y asociados, no sólo hicieron una burla sangrienta al dejar como área exclusiva del Estado la trasmisión y distribución del fluido eléctrico, sino que remacharon con la prohibición de que pudieran celebrarse contratos con particulares en este renglón. Cualquier estudiante de primer año de ingeniería sabe que la dificultad en la industria eléctrica no está en la producción de la energía, sino en el almacenamiento y distribución para su uso.

Un chico de 10 años genera la electricidad que consume su bicicleta para iluminar el camino. Hay una cándida película hindú en la que un niño lleva la electricidad a su pueblo conectando un dínamo a un papalote para generar la energía. En realidad el problema real está en el acopio. Actualmente se utilizan los sistemas fotovoltaicos o pila eléctrica, un dispositivo que convierte energía química en energía eléctrica por un proceso químico transitorio que resulta muy limitado y costoso. Producir una pila para almacenar suficiente energía para abastecer las necesidades de una casa durante un mes, es imposible.

La electricidad se produce y debe consumirse ya. Por esos los aerogeneradores que se propusieron como la gran panacea y se vendieron como pan, son un pésimo negocio. Ese mal negocio se pensaba remediar con la venta de la energía a la Comisión Federal de Electricidad para que esta la llevara a los lugares donde se necesita y la comercializara a precios subsidiados al consumidor, entre los cuales estaban las mismas empresas productoras. Las ganancias estaba por todos lados y avaladas por la ley.

Nomás que se les cayó el negocio y ahora están buscado promover una severa desestabilización para tumbar al gobierno como hicieron en Brasil y Argentina. Se han conjurado para hacer el caldo gordo todos los que han perdido privilegios con la actual administración, que ahora busca proteger el interés de los castigados por el capitalismo salvaje y restablecer el estado de derecho y la justicia social.

La cereza del pastel que reclaman los conjurados fue que la reforma señalaba que: “El Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), que formaba parte de CFE se constituirá como un organismo público descentralizado encargado del control operativo del SEN. También será el encargado de operar el mercado eléctrico mayorista, y de garantizar a los generadores el acceso abierto a la red nacional de transmisión”. ¡Qué chulada!