Las iras de Mercurio

En la mitología grecolatina, Mercurio, también conocido como Hermes Psicopompo (conductor de la procesión de almas), cobraba por llevar el alma de los difuntos hacia la barca de Caronte y así poder evadir las atrocidades del Averno, esto es del Infierno. Posteriormente Mercurio fue reconocido como el dios del comercio dadas las cualidades que demostró desde recién nacido para hacerse de bienes, muchas veces mal habidos. Desde luego, eso no significa que el comercio sea una actividad objetable.

Dice los textos mitológicos que a las primeras horas de vida, Mercurio (Hermes) se robó los bueyes de Apolo, sacrificando dos de ellos y escondiendo el resto. Apolo acudió al dios Zeus para exigir que sus animales fueran devueltos; pero, Hermes negó todo, hasta que se comprobó su fechoría y Zeus ordenó que los bueyes volvieran a su dueño. En tanto, el pequeño construyó una lira con el caparazón de una tortuga y con el encanto de su música logró que Apolo olvidara reclamar su propiedad, quedándosela.

Así quieren hacer los integrantes del llamado Frente Nacional anti AMLO, ahora capitaneados por Pedro Luis Martín Bringas, uno de los propietarios de Soriana, la segunda cadena de tiendas de autoservicio más grande de México (Organización Soriana se ha deslindado), e integrado por más de 20 organizaciones de diferentes segmentos de la población en México que han venido a resultar afectados por las medidas que ha implementado el gobierno para dar una dura batida contra la corrupción y que en el país vuelva a brillar el sol de la justicia y el imperio de la ley. Van por la defensa de sus intereses.

Nada mal está que quienes ven perjudicados sus provechos lucrativos busquen formas de defensa dentro del amplio marco de la ley. Así lo están haciendo muchos y no es de dudarse que algunos se salgan con la suya pues nadie puede ganar de todas, todas. Lo que si viene siendo reprochable es que en medio de la crisis busquen llevar agua a su molino con engaños tan burdos como las fake news que se han vuelto el pan nuestro de cada día, o por medio de las notas musicales de las liras, ya no de tortuga, sino de billetes.

¿Qué le duele a Bringas y por qué abriga tanto odio en su pecho? No hay que ir muy lejos por la respuesta. Esta tiene que ver con los proyectos de generación de energía eléctrica con tecnología no contaminante y renovable. En el caso, en las cuantiosas inversiones que hizo Grupo Soriana en la creación de grandes complejos de aerogeneradores denominados parques eólicos, especialmente en Tamaulipas, donde se les dieron todas las facilidades necesarias para el efecto, no todas ellas legales.

Precisamente, en el mes de marzo del año pasado, se anunció que: "El próximo lunes, 1 de abril arrancará el Cuarto Parque Eólico de Organización Soriana que, sumado a los tres que ya operación, le brinda la posibilidad de cubrir el 81% del consumo de energía eléctrica limpia del total de la empresa a nivel nacional", según Fernando González Somoza, director de Desarrollo Inmobiliario de Soriana.

Agregó que el cuarto parque eólico del grupo, Vicente Guerrero, se localiza en el municipio de Güémez, Tamaulipas y representó una inversión de 184 millones de dólares. Opera en una superficie de 79.06 hectáreas, dentro de las cuales se distribuyen 33 aerogeneradores de 3.6 Megawatts (MW) y 3.45 MW, que con una generación anual estimada de 454 Gigawatts-hora. Y explicó que: "Con este parque Soriana podrá suministrar energía eléctrica limpia a 313 unidades de negocio, pues dispondrá de 4 parques: El Porvenir, Victoria, La Mesa y Vicente Guerrero. Y podrá vender al público su excedente.

La idea era que, como ocurrió con el servicio de telefonía, la producción de electricidad utilizara las instalaciones ya existentes de la Comisión Federal de Electricidad para llegar a los consumidores, en primer lugar a las tiendas de la cadena y luego al púbico en general. Dada la escasa capacidad de generación de energía en los parques, sus fluctuaciones severas (gran cantidad cuando hay mucho viento y prácticamente cero cuando no hay corrientes de aire), y las enormes distancias que debe recorrer, la idea resultó impráctica y fue rechazada por las autoridades, provocando la ira de Hermes.

A finales del siglo pasado y principios del actual, se vendió como la gran idea para salvar al planeta la alternativa de las energías limpias y renovables; pero, el tiempo ha puesto a cada quien en su lugar y ha venido a resultar que la electricidad eólica es un pésimo negocios, pues requiere inversiones cuantiosas en su fase inicial, tiene una eficiencia muy baja en comparación con las termoeléctricas convencionales que utilizan petróleo para funcionar. Sus desventajas son tan evidentes que en España, el segundo país del mundo con mayor número de aerogeneradores: "El desarrollo de la energía eólica en Catalunya ha entrado en una fase colapso", según declaraciones de Jaume Morron, gerente de la empresa EolicCat.

Tanto es así que están exigiendo al gobierno el rescate de la industria en tres modalidades, la primera que tiene que ver con la desregulación del sector para permitir parques eólicos más grandes en lugares donde existe elevada demanda, sin importar las afectaciones al entorno ecológico y los ecosistemas.

Algo parecido demandaron los promotores huehuenches de los parques eólicos que, además quitar las trabas, sea el gobierno el que compre la energía y la haga llegar a los consumidores a través de la red eléctrica ya instalada y que cuando haya fallas en el suministro, la Comisión Federal de Electricidad entre al quite.

Como la música del laúd hecho son el caparazón de una tortuga y cuerdas de tripa de gato, no funcionó, ahora los afectados se han conjurado en una agrupación que busca sacar al gobierno, como hicieron en Brasil y en Argentina.

Los resultados que se esperan son tan dudosos como cuestionables, por lo que, en este 10 de mayo, Día de las Madres, en lugar de lamentarse, hay que desear a todas las mamacitas que pasen un día de mucha alegría en compañía de sus hijos que las adoran. Las iras de Mercurio, ya se irán calmando.