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La guerra de dos mundos

A tres semanas de la madre de todas las elecciones, la contienda electoral ha adquirido dimensiones insospechadas.

A tres semanas de la madre de todas las elecciones, la contienda electoral ha adquirido dimensiones insospechadas. Siempre se supo que en la lid de tres, dos buscaban más de lo mismo y que el tercero ofrecía un modelo político-económico diferente dentro de los límites de lo posible; pero, nunca que la defensa de los intereses de cada grupo llegara a niveles de encono rayanos en el canibalismo. Ayer, se quitaron las máscaras.

El primer golpe vino del exterior, mediante una publicación farragosa del New York Times, en que se hace hincapié en el hecho de que el escándalo de la trasnacional con sede en Brasil, Odebrecht, en casi todos los países en que operó mediante sobornos a funcionarios de la industria petrolera para obtener contratos de manera irregular que les favorecían, los implicados han sido investigados y casi todos han terminado en la cárcel. Sólo en México y el Venezuela, no. Luego hace recuento de las pifias cometidas.

La guerra de dos mundos

En el texto se echa de ver la intención de hostigar al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, a la Procuraduría General de la República, a la Fiscalía Especial Para los Delitos Electorales y otras instancias que tienen que ver con a justicia en México; pero, sin exhibir pruebas o documentos que acrediten fehacientemente lo que se asegura. Se anda más por el terreno especulativo, encontrando las fallas que a todas luces existen.

Porque, sí; efectivamente: el procurador general de la República, que habría de saltar a la titularidad de la Fiscalía General, Raúl Cervantes, fue chispado del cargo una vez que declaró que las investigaciones sobre Odebrecht había concluido sin encontrar ninguna irregularidad ni a responsable alguno con respecto de la entrega de los 10.5 millones de dólares que dicen funcionarios de la empresa haber dado a Emilio Lozoya.

También fue separado de su cargo el fiscal especial para delitos electorales, Santiago Nieto, una vez que admitió que se estaba investigando al mismo funcionario luego de haber sido señalado como un enlace para que parte del dinero que dio la empresa en México se canalizara para la campaña política del actual presidente; pero, eso no es ninguna novedad, son parte del modo en que opera el sistema político mexicano. Lo que es de notarse tiene que ver con el momento en que se suelta y los intereses detrás.

Si se busca el hilo conductor, ya es del dominio público que atrás del candidato de la coalición Por México al Frente, está Diego Fernández de Cevallos, que de pronto se hizo invisible, sin que pueda borrar su marca; detrás de Diego está Salinas; detrás de Salinas el grupo aquel de potentados que emergió de la cena de los 30 de a 25 mdd. Y por ahí puede encontrarse la impronta de quienes utilizaron los servicios de la prensa.

En respuesta, ayer mismo, luego de que se esparció la noticia de lo publicado en el New York Times, el senador y presidente del Senado, Ernesto Cordero, denunció ante la Procuraduría General de la República al candidato presidencial Ricardo Anaya por lavado de dinero y tráfico de influencias. Además, exigió al encargado de despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, que no le de miedo y que continúe con la investigación contra indiciado. Cordero es parte del grupo de los panistas que simpatiza con el PRI.

Desde luego, el soporte que presenta el senador es tan endeble como los videos que recientemente fueron difundidos por las redes sociales, en los que se dice que uno dijo que otro le había dicho que una señora extranjera había hecho negocios ilícitos, que vienen a resultar tan infantiles y tan cuestionables como los de la tristemente célebre Eva Cadena, que sirvieron para pretender ensuciar la reputación de actores políticos.

Los intereses en juego son tantos y tan poderosos que la contienda electoral se ha vuelto la guerra de dos mundos en la que se echa mano de todo en el último tramo de la campaña.

En nada abona esta escaramuza al prestigio del actual régimen y menos del país que durante tanto tiempo fue asombro a nivel mundial por la prolongada era de paz, estabilidad y desarrollo que vivió antes de la llegada de los brujos.