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La Zarzamora

Fox y el becario de ingrata memoria hicieron perdidizos los cuantiosos recursos que llegaron por la exportación de más de tres millones de barriles de petróleo diarios

Desde antes de ser destetadas, las plañideras oficiosas estaban a llanto tendido, quesque por esto, que por aquello y lo de más allá. Quizá ya es tiempo de que encuentren otro muerto a quien llorar, porque el de ahora está bien vivo y más conviene al Anáhuac que siga así, porque la loza que lleva a cuestas, luego de tanto saqueo y corrupción, puede aplastar a todos y cumplirse el vaticinio de Bocanegra, de la patria que fue de mil héroes.

Diferir de métodos buscando los mismo fines es sano y racional, de ello se nutre el concepto de democracia; pero, velar armas por intereses oscuros y agarrar machacona e insidiosa campaña de denuestos y descalificaciones a base de mentiras y verdades a medias, para proteger los intereses que se han fortalecido con el robo, el saqueo y la explotación, quitando a los peques el pan de la boca para completar el enésimo millón (de dólares, porque a los pesos les hacen el fuchi), es aberrante, más allá de cualquier consideración moral.

La Zarzamora

Vale decir que el objeto de las inquinas no necesita de alguien que lo defienda; se defiende solito y se defiende muy bien. Está blindado con un conocimiento cabal del país y de sus habitantes, que aguantaron mucho, no por dejados; sino por tolerantes y que ahora están cerrando flancos con los hombres y mujeres que se han echado a cuestas la tarea de la Cuarta Transformación para que México recobre los valores que le dieron grandeza.

Las Zarzamoras, que a todas horas lloran que lloran por los rincones en busca de lo que antes tuvieron, están condenadas al fracaso, porque en un mundo globalizado a chaleco, no hay nada que no se sepa y quienes toman las decisiones torales a nivel planetario están a la espera de los resultados que tenga México con su escisión del modelo neoliberal, para, como ocurrió durante la Independencia, la Reforma y la Revolución, copiar fórmulas.

Los que, como confesó el chino Zhenli Ye Gon a las autoridades norteamericanas, tienen sembradas grandes fortunas en distintos lugares del país para financiar movimientos de desestabilización, se quedarán con un palmo en la nariz, dado que hasta los mismos promotores del capitalismo salvaje están buscando alternativas para paliar sus estragos, pues aunque el mejor indio sea el indio muerto, ya muerto no puede trabajar ni consumir.

Los ricachones de última generación, beneficiarios de las transas del salinismo, se niegan a pagar salarios justos, a pagar impuestos, a someterse a las reglas del libre mercado, que tienen que ver con la libre concurrencia, la disolución de los monopolios y la competencia a base de precios, calidad y cantidades prometidas. Quieren que el país siga siendo un monte de orégano para hacerse de mulas a la mala y luego de despojar a los aborígenes, correr con sus fortunas amasadas con el hambre y las lágrimas de los pobres, a Europa.

Sus plañideras oficiosas se han desgastado tanto con sus infamias y calumnias que el día que se les ocurra decir una verdad, jurada sobre la tumba de sus mamacitas, no habrá ni un alma que les crea. Asegura un viejo y conocido refrán que “dime con quien andas y te diré quién eres”. Así, de tanto andar con las malas compañías, los mentirosos cotidianos se han vuelto harina del mismo costal, con enormes intereses bastardos que proteger.

Sólo los acólitos fieles de los sátrapas que saquearon al país y despojaron a los paisanos insisten en difundir patrañas y después asustarse ellos mismos. 

Como tener puntos de vista diferentes es conveniente y hasta necesario cuando se obra de buena fe, tal vez sea razonable aportar algún elemento que apuntale lo que se dice y lo haga creíble; en ese sentido, hay que decir que en un país saqueado por las hordas neoliberales, que la economía se mantenga firme, que la paridad peso-dólar flote en una banda estable, que la Bolsa Mexicana de Valores vaya bien y que la inversión extranjera crezca, es una buena noticia.

Fox y el becario de ingrata memoria hicieron perdidizos los cuantiosos recursos que llegaron por la exportación de más de tres millones de barriles de petróleo diarios (3.5 en 2011), el otro duplicó en 6 años las deudas interna y externa. ¡México vive de puro milagro!