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La contrapropuesta

El CDN solicita, además, que todas las carreteras, puentes, puertos y aeropuertos concesionados a empresas particulares se eximan de cobrar las cuotas de peaje durante dos meses, el de la contingencia y el de la recuperación

Cuando se dice que ya nada será igual, quizá no se hable en sentido figurado. Ayer fue lanzada la propuesta del Colectivo de Damnificados por el Neoliberalismo, que más bien debería asumirse como una contrapropuesta que responde a las demandas que hizo el Consejo Coordinador Empresarial al gobierno a efecto de que, una vez más, rescate a las empresas de sus compromisos financieros y fiscales, con el cuento de que así ayudará a la economía de los más débiles a sortear la continencia.

Hasta el momento no se conoce la respuesta que da el gobierno a la demanda de los empresarios ni lo que responde a la iniciativa del colectivo, por lo que es buen momento para entender la esencia de la última. En su parte inicial solicita que los empresarios adelanten el pago de las cuotas al Instituto Mexicano del Seguro Social, cuando menos un bimestre, a fin de que la institución tenga los recursos suficientes para hacer frente a los gastos extraordinarios por la elevada demanda de servicios médicos y asistenciales y para implementar un programa de apoyo a los trabajadores que vayan a ser despedidos.

La contrapropuesta

Argumentan que el sector empresarial tuvo ganancias superlativas durante los últimos dos años, lo que ha elevado el número de multimillonarios en dólares. Según un publicó Forbes, la revista especializada en tales asuntos, en el 2018 los dueños de las empresas que acaparan la producción, distribución, comercialización y prestación de servicios concurrentes de lo que consume la población mexicana, se embolsaron la friolera de 141,000 millones de dólares durante el 2018 y al año siguiente, sólo 132,500.

Decía Piporro: "Que se agache, si no, cuándo le pego yo". Desde hace tres décadas, los aborígenes han tenido que vivir con el Jesús en la boca, viendo como merman sus ingresos mientras crecen las fortunas de los magnates amafiados con los gobiernos corruptos. De cada crisis, la del 76, la del 82, la del 88, y no se diga la del 94 y la del 2008, los ricos han salido muchísimo más ricos y los pobres han caído en la miseria. Quizá sea hora de que se cambien la fórmula y que sean los de arriba los que sacrifiquen algo.

El CDN solicita, además, que todas las carreteras, puentes, puertos y aeropuertos concesionados a empresas particulares se eximan de cobrar las cuotas de peaje durante dos meses, el de la contingencia y el de la recuperación, dando así oportunidad de que se restaure la movilidad y con ello las dinámicas del comercio y del turismo, y el restablecimiento de las actividades productivas. Según un estudio del Instituto Mexicano del Transporte, los ingresos del ramo, según su ubicación, se sitúan entre los 1.78 millones y los 3.52 millones de pesos diarios. Con tales bolsas, bien puede librarse el sacrificio.

Un punto que llama la atención es el que se refiere a la prestación de los servicios de comunicación a través de la red informática enlazada, conocida comúnmente como Internet. Piden que los prestadores de este servicio lo otorguen de manera gratuita durante un mes y que se mejore la conectividad, que es uno de los cuellos de botella del desarrollo nacional por la lentitud y mala calidad. El argumento es muy sólido y consistente, pues durante el periodo de reclusión las telecomunicaciones son esenciales.

Esgrimen que el prestador preponderante tuvo utilidades por 14.104 millones de dólares, con un alza espectacular del 63% a tasa interanual en sus ganancias comparadas del cuarto trimestre de 2018-2019. Eso le permitiría solidarizarse con los mexicanos que han resistido las irregularidades que se han venido observando desde que se hizo de este servicio fundamental en la era moderna. La idea no es mala en sí; pero, quizá no corresponda a un mundo en el que domina el becerro de oro, con puro lucro.

Por último, demandan que el gobierno solicite a los concesionarios de los servicios de radio y tele comunicaciones la implementación de un paquete de programas de contenido educativo, especialmente españoles, que han logrado desarrollar una gran creatividad para hacer de la educación un juego y de la enseñanza de las ciencias un pasatiempo muy atractivo para niños y jóvenes, a fin de que la gente menuda pueda ocuparse en algo provechoso y, si se puede, avanzar en los programas educativos de este ciclo.

Lo que quizá sea exagerado es la supresión de la música del tal Maluma y demás acólitos del reguetón por aquello de la libertad de expresión; pero, aprovechando el viaje, bien podían bajarsele la difusión a esa perversión sonora que tanto daño ha hecho a las nuevas generaciones. México fue hasta antes de la noche oscura del neoliberalismo un productor de música de la más alta calidad y ahora es receptor de basura.

Es difícil adivinar el destino que vayan a tener las iniciativas del colectivo y la de los empresarios; pero, de que ya nada será igual, no hay duda. Hasta puede ocurrir que la sociedad abandone el pánico y se una en defensa de sus derechos tanto tiempo conculcados. Ya lo dice el viejo y conocido refrán: "El que es toro, hasta la coyunda lame". Con los datos y evidencias disponibles, hasta es posible que los movimientos feministas, ambientalistas, en pro del derecho de los animales, y demás, se una ahora al Colectivo de Damnificados por el Neoliberalismo y hagan sentir el peso de quienes apenas sobreviven.

Pocas esperanzas hay de que el gobierno responda a los dueños del gran capital escudados en los organismos de representación empresarial donde los chicos sólo sirven para hacer el caldo gordo a cambio de migajas miserables, pues ahora no hay cola que pisar, componendas que hacer ni ánimo para la transa. Tampoco es de esperarse que la respuesta al colectivo sea atendida, pues hay otras prioridades.

Queda, entonces, en manos de los propios afectados aplicar las medidas necesarias, tomando en cuenta quienes han sido solidarios con los que más habrán de resentir los estragos de la actual crisis y quienes buscan, una vez más, sacar raja del árbol caído.

La pandemia ha demostrado que todos los hombres son iguales y que están expuesto de la misma manera; quizá sea la oportunidad de recuperar el sentido humano de la vida.