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Humo en tus ojos

Existen dos canciones famosas con el título de ‘Humo en tus ojos’, la primera debida a la notable inspiración del músico-poeta, Agustín Lara, refiriéndose al regreso de María Félix, quien había huido a Monterrey cuando este le disparó, loco de celos; la otra, fue popularizada por Los Platters, y terminaba diciendo: “Cuando una llama encantadora muere, el humo entra a tus ojos; el humo entra a tus ojos”. Humo que ciega la realidad.

La realidad lacerante que se muestra en cuanto se echa mano de los números. Por un lado, se dice que México crece; pero, por el otro, se habla del brutal retrocesos de los indicadores económicos, que no dejan lugar a dudas. Con los número se pueden hacer malabares, como eso de hablar de crecimiento cuando cada día es menor la capacidad de compra de la inmensa mayoría de quienes en este país viven y trabajan. Inflación.

Humo en tus ojos

Uno de los dogmas imbatibles de la economía moderna señala que: “La inflación es la consecuencia de la emisión de dinero sin respaldo en producción; es decir, la inflación no es más que lo que popularmente se conoce como emisión inorgánica. Si el papel moneda no es más que papel impreso con diseño de colores y estampados, ¿podemos pintar papel y lanzarlo a la calle y crear prosperidad con ello? Si el sector privado falsificara dinero y lo pone a circular, ¿estimula eso el crecimiento económico y la generación de empleo? ¿Habría diferencia si la falsificación la realiza el gobierno? ¡No!

Claro que no, la inflación es uno de los fenómenos que más inhibe el crecimiento de una economía dada, porque abate el poder de consumo y con ello crea un circulo tan perverso que no puede tener otro resultados que el desempleo, la precarización de los salarios, el ahondamiento de la brecha entre los ahítos y los menesterosos. En México, la inflación ha tenido un fuerte impulso por el alza de los energéticos de control oficial.

El Inegi estimó que la economía mexicana se vio beneficiada por la recuperación que ha presentado la actividad industrial impulsada por el mayor crecimiento del rubro de la construcción ante el incremento en el gasto público en infraestructura. Respecto a la inflación en la primera quincena de este mes, previó un retroceso de 0.39 por ciento en el índice general, para tener una inflación anual que se ubicará en 4.36 por ciento en la primera quincena de mayo, inferior al 4.55 que se había previsto al mes de enero.

Con tal inflación, decir que espera un crecimiento de 1.3 por ciento anual en el primer trimestre de 2018, con cifras desestacionalizadas, marginalmente superiores a la estimación oportuna de 1.2 por ciento que realizó el Inegi el pasado 30 de abril. Y que la economía mexicana crecerá alrededor de 2.5 por ciento anual motivado por el avance de la demanda interna ante el dinamismo del crédito privado bancario y el dinamismo del mercado laboral formal mexicano, es puro humo en los ojos, nomás.

Con justa razón consideró la Dra. Trinidad Martínez Tarragó fundadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas, A.C., en entrevista de ayer que: “Un conjunto de fenómenos que han deteriorado gravemente la vida social y económica del país, son: la corrupción generalizada, la impunidad, el narcotráfico y la ausencia de una política económica que garantice el crecimiento, el empleo y mejores niveles de bienestar para la población. México necesita poner en marcha un proyecto a nivel nacional de crecimiento y justicia que ataque la raíz de estos males”. Más claro ni agua de venero.

El humo en los ojos, como tema de canción, vino a resultar muy bueno; pero, no lo es tanto cuando se hace referencia a las circunstancias que está padeciendo el Anáhuac, en donde los aborígenes ya no ven lo duro sino lo tupido. Ya las mentiras repetidas muchas veces no tienen el efecto que les atribuyó Joseph Goebbels.