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Hablando de burros

Mientras el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció el retiro de 5 mil millones de dólares, proveniente de los cinco fondos de pensiones municipales, de las inversiones en combustibles fósiles, siguiendo la tendencia de muchos inversionistas con activos de más de 5.5 billones de dólares, que han sacado su dinero del negocio del petróleo, los ‘juncionarios’ mexicanos siguen anunciando inversiones colosales.

Mientras el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, anunció el retiro de 5 mil millones de dólares, proveniente de los cinco fondos de pensiones municipales, de las inversiones en combustibles fósiles, siguiendo la tendencia de muchos inversionistas con activos de más de 5.5 billones de dólares, que han sacado su dinero del negocio del petróleo, los ‘juncionarios’ mexicanos siguen anunciando inversiones colosales.

Nada menos, ayer el ínclito Pedro Joaquín Coldwell tuvo la ocurrencia de decir, en el marco de la 29ª Reunión de Embajadores y Cónsules 2018, que: “Durante este año se abrirán tres nuevas ofertas de licitación petrolera y se concretarán otras en materia de energías limpias. Con esas licitaciones se avanzará para impulsar al sector con el objetivo de atraer inversión privada local y foránea, por 100 mil millones de dólares”.

Hablando de burros

Con el sexenio agonizando y la industria del oro negro en pleno declive a nivel global, el secretario de Energía no se ha dado cuenta de las ruedas de molino que hicieron tragar a los aborígenes los promotores de las llamadas reformas estructurales, no han pasado del cogote y están atoradas, provocando que la economía nacional y, de paso la economía familiar, transiten por uno de los momentos más amargos de este milenio.

En la nota de la Prensa Asociada que da cuenta del retiro de los fondos de pensión de la ciudad de Nueva York del negocio del petróleo, también se informa que el propio alcalde demandó ayer, ante una corte federal del Distrito Sur de Nueva York, a cinco de las grandes compañías petroleras, diciendo que han contribuido de manera consciente al calentamiento global. La multimillonaria demanda es por las afectaciones que sufre NY.

Di Blasio manifestó que: “BP, Chevron, ConocoPhillips, ExxonMobil y Royal Dutch Shell son responsables de generar más de 11 por ciento de la contaminación por carbón y gas metano que afecta al planeta, pues desde la época de la revolución industrial han ocultado sus efectos sobre la atmósfera, que ha acelerado el cambio climático que hoy se observa y que ha venido a provocar graves daños”. Aludió la súpertormenta Sandy.

En la misma reunió, el otro burro, Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, aceptó ayer que en las renegociación del Tratado de Libre Comercio de la América del Norte, se incorporen las clausulas demandadas por el presidente norteamericano Donald Trump y se dé un mayor contenido regional a la fabricación de automóviles para ser exportados al área. Del 62.5 % de partes fabricadas en los tres países, se pasará al 85.

Ya antes había accedido a que el TLCAN sea revisado cada cinco años, también como había demandado Trump; pero, en ambos casos, parece que la postración de rodillas de nada habrá de servir, porque todo indica que el acuerdo de libre comercio está en franca agonía y que ni yendo a bailar a Chalma puede cambiarse la decisión de los EU. El sueño guajiro que los animó para afectar la economía y elevar la dependencia tronó.

Ayer mismo, una nota de Reuters señalaba que: “Canadá está convencido de que el Gobierno de Donald Trump anunciará pronto la retirada de Estados Unidos del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ante la falta de avances en las negociaciones entre sus tres socios”. Agrega que el anuncio puede hacerse cuando inicie la sexta ronda de negociaciones del tratado en Canadá, el 21 de los corrientes. Ello motivó que el peso mexicano y el dólar canadiense tuvieran un ligero tropiezo.

Los pronóstico del gobernador de California, Jerry Brown, cuando dijo que los tiburones de la economía mundial habían de tragar vivos a los arrogantes funcionarios huehuenches, han venido a resultar tan ciertos que ahora México debe importar lo que antes exportaba a manos llenas.

Nada más por mencionar algo, habría que decir que en el 2011, México tuvo ingresos por 49,322 millones de dólares por exportación de petróleo crudo, independientemente de los envíos de productos petrolíferos producidos en el país. Ora, ya ni llorar el bueno.