Editoriales

Fracaso del neoliberalismo mexicano

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 24 AGOSTO 2016
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Fracaso del neoliberalismo mexicano

Las recomendaciones del Consenso de Washington han fracasado en México, no por su propia inviabilidad en una economía sui géneris, sino por las garrafales pifias de la administración pública, empeñada en comprar caro y vender barato. Para no ir muy lejos, la Comisión Federal de Electricidad informó, a toro pasado, que el martes 9 de junio colocó un bono por 700 millones de dólares, y prevé colocar otros 24,000 millones que, aseguran, forman parte del programa regular de financiamiento.

En los momentos en que se ha entablado una encarnizada batalla entre los capitalistas y los operadores de la Reserva Federal de los Estados Unidos por mantener bajas las tasas de interés a fin de no alentar la especulación y favorecer la inversión rentable en infraestructura, los funcionarios de la empresa productiva del Estado Comisión Federal de Electricidad, señalan que: “Esta operación consistió en una emisión con un cupón fijo de 6.125% y un plazo de 30 años”. Lo que significa trasladar las deudas al futuro.

Según los mismos voceros de la Comisión, los recursos obtenidos mediante estos bonos se destinará a capital de trabajo, fines corporativos, así como a fortalecer los procesos de generación de energía eléctrica, y a la modernización de su infraestructura de generación, transmisión y distribución, lo que, en buen castellano no significa más que se utilizarán para pagar las deudas que viene arrastrando desde su pasada privatización, a efecto de hacerla atractiva a los inversionistas foráneos que no dan paso sin huarache.

Las diez reglas del Consenso de Washington sobre las que descansa el típico modelo neoliberal, exigen que: haya disciplina en la política fiscal, enfocándose en evitar grandes déficits fiscales en relación con el Producto Interno Bruto; redireccionar el gasto público en subsidios (especialmente de subsidios indiscriminados) hacia una mayor inversión en los puntos claves para el desarrollo, servicios favorables para los pobres como la educación primaria, la atención primaria de salud e infraestructura; una reforma tributaria, que amplíe la base tributaria y adopte de tasas impositivas marginales moderadas; tasa de intereses que sean determinadas por el mercado y positivas (pero moderadas) en términos reales; tipos de cambio competitivos.

También: auténtica liberación del comercio: liberación de las importaciones, con un particular énfasis en la eliminación de las restricciones cuantitativas (por ejemplo las que han impedido que los camiones mexicanos circulen en las carreteras de Estados Unidos, o la libre importación de automóviles usados americanos), cualquier protección comercial deberá tener aranceles bajos y relativamente uniformes; liberalización de las barreras a la inversión extranjera directa; privatización de las empresas estatales; desregulación: abolición de regulaciones que impidan acceso al mercado o restrinjan la competencia, excepto las que estén justificadas por razones de seguridad, protección del medio ambiente y al consumidor y una supervisión prudencial de entidades financieras; seguridad jurídica para los derechos de propiedad. Todas ellas se han cumplido, pero…

Aunque técnicamente, se han cumplido los ordenamientos de la doctrina neoliberal, los resultados han sido adversos por tres asuntos de la mayor importancia: la corrupción, la debilidad institucional y el fracaso de los sistema de educación pública, especialmente en primaria y secundaria. Para entrar al sistema de mercado, deben existir reglas claras y precisas, con un aparato de justicia autónomo que permita una sana relación entre capital y trabajo, y una educación de calidad que aporte generaciones mejor preparadas.

Sin esos tres elementos sustantivos, ni el mandato del Consenso de Washington ni ninguna otro fórmula para el desarrollo podrán tener éxito y los países, como México, tendrán que irse endeudando para saldar contingencias, como cargo al futuro remoto.

Ayer fue la CFE, luego serán otros organismos los que pedirán prestado para subsistir.


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