Estrategias priístas

Desde hace algunas semanas ya se había mencionado en diferentes medios de comunicación la posible designación de René Juárez Cisneros como coordinador de la bancada priista en esta nueva legislatura de la Cámara de Diputados, decisión que ha dejado a priístas y apartidistas totalmente inconformes.

Las falsas felicitaciones en twitter no se hicieron esperar, la crema y nata de los militantes del PRI hicieron una felicitación pública como para demostrar que están de acuerdo con su imposición.

De René Juárez, sé prácticamente lo mismo que ustedes: que es un priista de la vieja guardia –muy del estilo de Cavazos Lerma–,  que es un hombre que sabe de estatutos partidarios y de política; sin embargo no podemos decir que esté precisamente en el ánimo de los mexicanos.

De los 500 diputados que integraran San Lázaro sólo 42 serán del PRI en comparación a los 204 que son actualmente, de esos 42 sólo seis consiguieron el voto en la urna el resto llega por la vía plurinominal, entre esos plurinominales podemos reconocer a Enrique Ochoa Reza, Luis Enrique Miranda y Ana Lilia Herrera, todos ellos con excelentes posiciones y prestaciones federales, a quienes seguramente les costó mucho obtener su posición.

No me queda claro cuál es el objetivo que tienen en el PRI nacional: si quieren recuperar el terreno perdido, si quieren volver a ganarse la confianza del electorado, o si sólo quieren conservar su registro; en realidad no se necesita ser experto en política para saber que es urgente cambiar de estrategia para lograr cualquiera de los puntos anteriores.

No significa que los otros partidos estén muy bien y tengan todos los afectos consigo pero el PRI se ha perdido en el camino… un partido que ha descuidado sus objetivos que en un principio estaban más enfocados en la lucha por el bienestar social, mismos objetivos que hoy hizo suyos Andrés Manuel López Obrador; quien como todos saben es de extracción priista, pero en algún momento de su lucha política decidió regresar a la esencia.

La historia del PRI no es nueva, hasta parece que está escrita, nos recuerda el drama de las telenovelas donde el villano engaña a todos y suele salirse con la suya, sólo que en esta telenovela hay muchos villanos que protagonizan la historia, no sólo está César Juárez y Enrique Ochoa.

En el PRI estatal parece ser que la mayoría de sus miembros activos parecen haberse rendido y bajaron no solo la guardia, sino la cabeza y las manos, para beneplácito de sus detractores.

La falta de recurso económico, la enorme deuda del PRI en Tamaulipas y el desprestigio de los exgobernadores y expresidentes estatales del partido han acabado con el ánimo de empezar de nuevo.

Ahora sí, como diría AMLO, la corrupción los venció a todos.

Cómo poder solventar una estructura tan grande como la del PRI, una organización que su nómina fácilmente supera el millón de pesos mensuales; más los impuestos que genera, gastos fijos como electricidad, agua, internet y mantenimiento de equipos; sin el apoyo federal será prácticamente imposible sostener al que fuera el partido más importante de México.

Y sí a todo eso agregamos el gasto de mantenimiento de los organismos filiales como Organismo de Mujeres, Fundación Colosio, Jóvenes, etc. ninguna de ellas tiene un sostenimiento financiero propio, tampoco han sabido reclutar nuevos integrantes que le den fuerza a estas instituciones.

Cuánto tiempo tiene el partido para recuperarse, es la pregunta que nos hacemos muchos, no creo que en menos de ocho años lo logre; y menos sin apoyo económico, se necesita tiempo, organización y financiamiento.

El PRI como muchas otras cosas en nuestro país necesita reintegrarse, reorganizarse,  reinventarse y renovarse… sin embargo necesita un líder con la fuerza moral, con el carisma suficiente y el liderazgo indiscutible para que nuevos adeptos integren al PRI para que sus miembros activos decidan pagar sus cuotas y para que logre la aceptación de la ciudadanía y de público votante como partido fuerte y de cambio, ¿A usted quién le gusta como dirigente nacional del PRI?

Me gustaría ver a José Narro quién con el apoyo de los militantes pudiera superar el trabajo que hizo en la UNAM, cuestión de enfoques.

La estrategia que sigue renovarse o morir…