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En un mar de lágrimas

En el segundo capítulo de Alicia en el país de las maravillas, escrito por el matemático y lógico Lewis Carroll, Alicia comió de un pastel que la hace crecer desmesuradamente, lo que la pone triste y la hace llorar. Sus lágrimas forman un charco a sus pies. Cuando, por medio de un abanico mágico logra recuperar su tamaño, el charco se convierte en un enorme mar de lágrimas. El juego de la lógica es evidente en esta historia fantástica.

Algo así sucede en este país de milagrería, donde la casta dorada ha crecido de manera exagerada comiendo del pastel de la corrupción. Las lágrimas, si llegaran a llorarlas, no pasarían de mojar apenas el pañuelo bordado; en cambio, para los millones de nativos que han sido despojados hasta de la esperanza, sus lagrimas forman inmensos océanos en los que se ahoga toda ilusión. A un golpe se suma otro, en un desamparo absoluto.

Antes de irse a la inauguración de la temporada de la NFL, el doctor Luis Videgaray dio un nuevo golpe al presente y el futuro de México, con la implementación de un proyecto de presupuesto digno de la imaginación de Carroll; pero, sin una pizca de lógica. Lo presentó al Congreso José Antonio Meade, quien tendrá que defenderlo a capa y espada; para eso fue llamado al cargo. Es un presupuesto engañoso y restrictivo.

En un mar de lágrimas

Engañoso porque se habla de un recorte de 239 mil millones de pesos, que en realidad será de únicamente 70 mil millones, “que se suman a los 169 mil millones aprobados para este año”. En medio de una crisis severa por los resultados fallidos de las medidas que han implementado los ‘Chicago boys’, el gobierno se resiste a recortar sus enormes dispendios y sólo mete tijera en áreas selectivas, que no afecten sus buenas digestiones.

Como si se tratara de una nueva versión de Alicia en el país de las maravillas, o de las obras de Kafka, no se recorta en lo que es superfluo y hasta pernicioso, como el colosal aparato burocrático que, como en el caso del magisterio, nadie sabe cuántos son o dónde están. La alta burocracias en los tres poderes, cuyos sueldos son altos; pero sus buscas y premios, más, mucho más, seguirán con sus prebendas intactas. ¡A mi mis chicles y ya!

El recorte mayor del presupuesto habrá de afectar al proyecto carretero y al programa México Conectado, dos de las grandes prioridades de este país, que padece de una red caminera insuficiente y en pésimas condiciones y un servicio de Internet pésimo y muy caro, que inhibe los beneficios que se logran con el desarrollo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. Este programa fue ideado para “lleva Internet de banda ancha a los sitios y espacios públicos de todo el país”, principalmente a las escuelas.

Pero, no. La Secretaría de Hacienda propone en su Presupuesto de Egresos, que el gasto en la construcción de nuevas carreteras disminuirá un 44%, al tiempo que el gasto para reconstrucción y conservación de carreteras será recortado en 48.2%. Quizá esa medida no sea pura mala leche y por ahí ronde la idea de concesionar las nuevas carreteras y la conservación de las existentes al sector privado, como ya se hace con malos resultados.

El presupuesto para el proyecto México Conectado sufrirá un recorte del 84%, al pasar de mil 815 millones a sólo 288 millones. Así que, en pleno siglo XXI, México seguirá teniendo servicios de Internet de ínfima calidad a precios muy altos, lo que, por donde se le vea, imposibilita el acceso a las tecnologías de punta, que dominan en el mundo. En México se estima que más de 50% de la población no tiene acceso a la banda ancha.

No lo tienen y con ello se pone a los aborígenes en desventaja en relación con el resto de los países con los que compite, en los que la red es ya una herramienta fundamental. De hecho, las empresas virtuales son la nueva forma de organización operativa en torno a la evolución dinámica de la tecnología y de la globalización. Su función se apoya en el uso de Internet para llevar y ampliar sus transacciones y operaciones en el mercado del ciberespacio. En el mundo contemporáneo es una nueva organización básica de trabajo asociado entre individuos y empresas, que utiliza la tecnología de la Internet.

Recortar en carreteras y en la ampliación de la banda ancha, es un error que sólo puede llorarse con un mar de lágrimas. Porque el Congreso es lo que es y está para lo que está.