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En racimo

Durante el debate quedó claro que es una aberración constitucional que haya senadores de representación proporcional, dado que estos representan a los estados de la República para los efectos del Pacto Federal y para los asuntos de carácter nacional

Asegura un viejo y conocido refrán que cuando Dios da, da a manos llenas. Así ocurre este día en que se celebran los 30 años de la caída del muro de Berlín que dividía a las dos Alemanias (del este, comunista y del oeste, capitalista), y simbólicamente acaba la Guerra Fría que tan atroces consecuencias tuvo al enfrentar a hermanos que se mataban en aras de una ideología que ni siquiera era propia, sino inducida desde los aparatos de propaganda de las potencias mundiales.

Aquel momento del 9 de noviembre de 1989, se creyó que con el derribo del muro y la reunificación de Alemania, que implicó la caída del bloque comunista y el triunfo del capitalismo, el mundo entraría en una etapa de desarrollo fructífero para bien de la humanidad. El nuevo siglo, el tercer milenio, casi a la vuelta de la esquina, se antojaban promisorios, con nuevos avances científicos y tecnológicos para hacer la vida del ser humano más productiva y placentera. Pero, no. El triunfo del capitalismo (capitalismo salvaje y predador), sólo sirvió para hacer más profunda y lacerante la brecha entre los pocos ahítos y los muchos que carecen hasta de la esperanza. El tiempo de paz fue aprovechado por los poderosos para despojar a otros a través de lo que el expresidente de Perú, Alan García, llamó la guerra de ocupación financiera a través de la deuda externa, contra la cual propuso el desarme financiero en su libro que lleva ese nombre.

En racimo

Al respecto opina el coordinador del Centro de Estudios Europeos de la Universidad Nacional Autónoma de México, Dámaso Morales Ramírez, que quizá la Guerra Fría nunca terminó y que sólo se tomó un receso porque se han reanudado los conflictos entre las dos mismas potencias, aunque una de ellas dejó de llamarse Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas. Y, sí, la realidad muestra que únicamente hubo una recomposición de fuerzas con idénticos argumentos. Pero, bueno, cayó el muro de Berlín.

Otros de los acontecimientos felices que celebrar, es la liberación del expresidente de Brasil y líder de la izquierda de ese país, lo que implica un aflojamiento de las tensiones que ha venido a provocar la ultraderecha encabezada por ese energúmeno apellidado Bolsonaro que ha provocado varios incendios en parte importante de la Amazonia para favorecer intereses elitistas. 

Además, la aprobación por parte del Congreso, de la revocación de mandato con la cual se da contenido al Artículo 39 de la Constitución, que señala que: “La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno”. Ya no más gobernantes pillos, simuladores o merolicos como los vistos.

Por si fuera poco, ayer mismo el Congreso de la Ciudad de México aprobó, con 28 votos del grupo parlamentario de Morena y dos más de legisladores del PES y PAN, contra 23 votos de las bancadas del PAN, PRD, PT, PRI, PVEM y PES, el dictamen correspondiente a la iniciativa de reforma constitucional dirigida al Congreso de la Unión para eliminar en el Senado de la República las 32 curules de representación proporcional. Promesa incumplida hecha por tirios y troyanos.

Durante el debate quedó claro que es una aberración constitucional que haya senadores de representación proporcional, dado que estos representan a los estados de la República para los efectos del Pacto Federal y para los asuntos de carácter nacional. Si con uno basta para cumplir esa encomienda, puede decirse que con dos es suficiente, como dejó establecido don Guadalupe Victoria, primer presidente de la República y creador de las instituciones nacionales.

Para mayor abundancia, habría que decir que la Constitución de 1824 facultaba al Congreso de la Unión o a cualquiera de las dos cámaras que los integran, para constituirse en Gran Jurado y conocer y dictaminar sobre cualquier acusación en contra del Presidente por delitos de traición a la patria, a la independencia nacional o a la forma establecida de gobierno, y por cohecho o soborno perpetrados durante el tiempo de su desempeño. 

La nota de día la dio el diputado blanquiazul Diego Garrido López, quien cándidamente expresó su oposición a la iniciativa porque, “si se deja pasar esta iniciativa, Morena irá después por los diputados plurinominales federales y locales, los concejales en las alcaldías y los regidores en los municipios”.

El panista que votó a favor de la iniciativa es Jorge Triana Tena, un abogado opositor consuetudinario de las políticas de Morena, quien llegó a la diputación local de la Ciudad de México por la vía plurinominal; pero, que seguramente entendió, dada su experiencias legislartiva, la incongruencia de las senadurías de partido.

Buen fin de semana.