Editoriales > ANÁLISIS

Educación, la mayor riqueza

Ayer firmó el Presidente el decreto de cancelación de la reforma educativa que fue implementada por el régimen anterior con propósitos muy diferentes a la formación académica de las nuevas generaciones. Ese podría ser un buen paso; pero, no basta, no es suficiente en ningún aspecto. Es imperativo ir más allá para hacer de la educación la verdadera riqueza de México, más que los recursos naturales y los recursos humanos.

Podría parecer raro hacer una afirmación de tal naturaleza, tan distinta al concepto plano con que se manejan criterios filosóficos complejos en un mundo tan cerrado y tan parcializado. Para ponerlo de una manera simple: la riqueza de recursos naturales que son propios de un país o de una región, conducen a cuánto tienes; así mismo, los recursos humanos llevan a quién eres; pero la educación desemboca en qué haces.

Educación, la mayor riqueza

Para darle una proyección más amplia, se puede decir que en el Japón hay escasez de recursos naturales, dado que se trata de un archipiélago; que su densidad poblacional es la más alta del mundo, lo que llevaría a la conclusión de que este país debe tener serios problemas para atender las necesidades básicas de su población y; sin embargo, Japón es una potencia mundial y es considerada la 3ª. mayor economía por su PIB. Es, el país con menor tasa de homicidios y altos estándares de respeto, por su educación.

Por ello, la transformación institucional de la República, no puede quedar en simple cambio de modelo formativo dentro de los parámetros de la educación tradicional de un expositor que ejerce un enorme poder coactivo en contra de un grupo de niños que carecen de cualquier posibilidad de analizar, preguntar, disentir, discutir y hasta oponer algún argumento que difiera de lo que dice el maestro o los textos oficiales.

Según Rebeca Roa, el cambio en el sistema educativo de los pises bajos empezó con la formación de los maestros. Explica que: “Los cambios en la metodología de enseñanza y aprendizaje son siempre un vuelco social, sobre todo si representa la derogación completa de una receta formativa adoptada hace décadas, por lo cual Finlandia realizó diferentes acciones que influyeran poco a poco en los mecanismos formativos:

Educar a los profesores (El gobierno finlandés invirtió por más de tres años en la formación de los docentes). La figura de los profesores representa prestigio y deben estar altamente capacitados para los nuevos retos que ofrecen los alumnos curiosos. La gran mayoría domina un mínimo de cuatro idiomas. La condición de los profesores es de gran responsabilidad, así que se les brinda capacitación y evaluaciones periódicamente. Entender el proceso y el tiempo que implicaba la reestructura para disfrutar de los resultados”.

En Suiza, la educación de este país es reconocida a nivel mundial y los estudiantes obtienen altos resultados en matemáticas y ciencia en relación al resto de los países de Europa. La educación es gratuita y de carácter obligatorio. Por lo general, la obligatoriedad de la educación comienza cuando los niños tienen entre seis y siete años y se extiende por aproximadamente durante nueve años.

El sistema educativo suizo está descentralizado y los cantones (estados de la Confederación Helvética), son los responsables de brindar los servicios educativos. Debido a esto, algunos contenidos pueden variar significativamente de un cantón a otro. Una de las diferencias más frecuentes es el curso en que se comienza a enseñar la primera lengua extranjera. Mientras que algunos optan por hacerlo en cuarto curso, otros lo hacen en séptimo.

Muy interesante es el Phenomenon Based Learning (PhenoBL), nuevo sistema educativo que se implantó a partir de 2016, en Finlandia. Elimina las asignaturas para pasar a trabajar exclusivamente por proyectos. Modifica la planificación de adquisición de conocimientos, competencias y habilidades dando al alumno una posición activa en su propio aprendizaje. Existe la clase magistral, como punto de partida o resolución de dudas, pero no es la opción mayoritaria.

Es la hora de ir más allá.