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Divisa de último recurso

A estas alturas del baile, difícilmente podría desligarse el pánico inducido de la fiebre del oro que ha generado tres circunstancias inéditas: la acumulación del metal, que puede convertirse en la nueva divisa internacional; la dificultad para adquirirlo, venderlo y transportarlo físicamente en un mundo en que los sistemas de seguridad están rebasados; y la semiparálisis global que ha abatido los índices de producción, de refinación y de procesamiento para almacenamiento en lingotes, en monedas y joyería.

Bueno es hacer un poco de historia para señalar que en junio de 1944 se celebró una conferencia en Bretton Woods en la que se acordó establecer al dólar norteamericano como la divisa universal para toda transacción, con la condición de que EU debía de mantener el dólar a un tipo de cambio fijo respecto al precio del oro y la Reserva Federal garantizara la convertibilidad de los dólares por oro. Los billetes que emitía la FED así lo indicaban con una leyenda que decía que el billete valía tanto oro.

Divisa de último recurso

Pero, vino a suceder que durante el gobierno de Richard Nixon se detectó un problema: los dólares superaron las reservas de oro del país, de manera que el precio del oro en dólares superó el precio fijo del oro. Nixon siguió el consejo de Milton Friedman: eliminar la convertibilidad del dólar en oro dado que la divisa valía por el propio respaldo que le ofrecía el gobierno de Estados Unidos. Así, el domingo 15 de agosto de 1971, Richard Nixon puso fin a la convertibilidad del dólar en oro, lo hizo soberano.

El dólar como divisa soberana se vio afectado por tres elementos de muy variada índole: la creciente inflación por la expansión de las operaciones crediticias, muchas de ellas sin respaldo de recuperación suficiente; la decisión de los bancos centrales de economía emergentes para liberar la convertibilidad de sus monedas, inclusive, dejándola a flotación entre la oferta y la demanda; y el deterioro de la competitividad de las empresas norteamericanas con respecto a las naciones emergentes del Asia. 

Pudo ser que la idea no fuera tan mala si los gobiernos posteriores no hubieran inundado de dólares al planeta, de tal suerte que en estos momentos, pocos son los activos reales que puedan respaldar la moneda que, por otra parte, sigue fabricándose escandalosa y irresponsablemente. Por ello, los expertos de dentro y de fuera están apostando en dos sentidos: volver al patrón oro, lo que ha provocado una sobredemanda, especialmente en los países que actuaron con visión y prudencia, y la moneda digital.

En estos momentos y por mucho, los Estados Unidos tienen la mayor reserva de oro del mundo, más del doble que su cercano competidor, Alemania, seguido por Italia y Francia. La quinta posición la ocupa Rusia con más de la cuarta parte de las reservas norteamericanas; pero, es posible que sus últimas jugadas le haya situado en el cuarto lugar, desbancando a Francia. Entre los organismos financieros, es el Fondo Monetario Internacional quien tiene las mayores reservas, 3er. lugar global.

Por lo que hace al oro, Lawrie Williams, editor especializado en el mercado de metales, explicó que: “Las previsiones apuntan a que el precio del oro va a despegar mientras el mundo se sume en la recesión. En cualquier caso, es una mejor elección para las reservas de una nación que la compra por parte del Banco Nacional de Suiza de acciones cuyo valor se ha desplomado en las dos últimas semanas. El precio del oro puede haber bajado en lo que llevamos de año, pero apenas un 1%, frente al 36% que ha perdido el Dow Jones”. Pone como su referencia al London Bullion Market Association. Ese mismo mercado que anunció que Rusia incrementó en 2019 sus exportaciones de oro en lingotes hasta las 116 toneladas, frente a las 14 registradas el año anterior, lo que supone un aumento del volumen de 8,37 veces. El oro fue el artículo de exportación más importante de Rusia llegado a Reino Unido, vendiéndose por valor de 5.332 millones de dólares, suma que supera el petróleo y los productos derivados. Como en el mundo de las finanzas nadie da patada sin huarache, emerge el Brexit.

Esta venta pudo tener razones estratégicas, pues el mismo Williams, dice que con la cantidad de oro adquirido por Rusia (12,44 toneladas) en enero pasado, el total de las reservas en poder del Banco Central de la Federación Rusa se eleva a 2.292 toneladas, apenas 144 menos que las de Francia.

La idea de una moneda digital está más lejos; pero, no hay que olvidar que ya existe el Bitcoin y la moneda virtual de Venezuela, que pueden ser el ejemplo para incursionar en este campo novedoso.