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De todas, todas

Los negociadores de Estados Unidos en las seis reuniones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte, han ganado de todas, todas.

Los negociadores de Estados Unidos en las seis reuniones para modernizar el Tratado de Libre Comercio de la América del Norte, han ganado de todas, todas. Por ende, los representantes huehuenches han tenido que doblar las manitas ante las exigencias de sus homólogos: Mayor integración regional en la producción automotriz, revisión cada cinco años con derecho revocar lo que no funciona; falta la inclusión del tema laboral.

Ya lo había notado previamente la profesora de Ciencia Geopolítica en la Universidad Panamericana, María Fernanda Vidal, quien expresó textualmente: “No me preocupa el Gobierno de Estados Unidos, que ya sabemos cómo opera; sino, cómo actúa el de México, que simplemente ha sido reactivo y no genera estrategias”. Esta apreciación se consolidó con las bravatas del ínclito Ildefonso Guajardo, quien aseguró que no habría de ceder a las presiones y que era prefible romper que tener un mal tratado.

De todas, todas

Lo bien portado de los negociadores mexicanos ocasionó que los estadounidenses hayan enfocados sus baterías en contra de los canadienses, que están buscando la protección del comercio relacionado con uno de los puntales de su economía, la madera, rechazando las propuestas de una reforma integral de los mecanismos de resolución de controversias, para proponer que estas se resuelvan a través de la OMC.

Aunque en México, las armadoras de automóviles, una de las industrias fuertes del país, se aponen a las demandas de EU, ya se han abierto las puertas para aceptar concesiones en las reglas de origen a efecto de que el contenido mínimo de un auto fabricado en cualquiera de los tres países se eleve substancialmente, y ha accedido a convertir la cláusula de terminación automática en un mero emplazamiento al diálogo cada cinco años; Canadá, en cambio, todavía no ha movido ni un ápice de su posición inicial de rechazo a cualquier cambio en el método de resolución de controversias.

El único tema en que no ha cedido el negociador mexicano es el relacionado con el mejoramiento de los ingresos de los trabajadores y una distribución más justa de los beneficios que ha aportado a la región el libre comercio. Guajardo, quien intervino para que los aumentos al salario mínimo fueran insignificantes y muy por debajo de los niveles de inflación, ha sido testarudo en el tema. Prefiere perder en los demás.

Quizá nadie lo ha expresado mejor que el congresista por Nueva Jersey, Bill Pascrell: “Los negociadores mexicanos parece que no han captado los grandes asuntos en el tema laboral”, minutos antes de reunirse con el representante comercial Robert Lighthizer, al cierre de la ronda de Montreal. No son los políticos estadounidenses hermanas de la caridad ni buscan que haya justicia laboral; buscan mejorar el ingreso de los trabajadores en México y su propio país para reactivar la dinámica de consumo.

Reconoció que las negociaciones se están moviendo, aunque van muy lentas, más lentas de lo que hubieran querido los mexicanos, para que no se les empataran con el proceso electoral; pero, aceptó que se están moviendo. Sin embargo, dijo que es necesario tener un ajuste en los estándares laborales del tratado trilateral. “Estoy menos optimista que ayer, pero tengo esperanza. El TLCAN no ha sido bueno para Estados Unidos y en muchas formas tampoco para México”. Hizo crecer la desigualdad.

Más enérgico fue el congresista demócrata por Michigan, Sander Levin “Es importante hablar de los temas mayores entre Canadá y Estados Unidos y entre éste y México. En Canadá y Estados Unidos se han perdido empleos en las industrias que han llevado su producción a México, el cual por 24 años ha operado sin ninguna presión en estándares laborales y ambientales. La industria se ha ido donde la fuerza laboral es barata y las regulaciones ambientales son flexibles”.

Así que Guajardo deberá calzarse las rodilleras si es que realmente desea que el tratado siga, y que sus beneficios se hagan extensivos.