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Crecen la riqueza y la miseria

En el Foro Económico de Davos se levantó una voz que aseguró: “Aunque el mundo ha superado los niveles de la crisis del 2008, y la economía global crece, el panorama económico no es halagador”.

En el Foro Económico de Davos se levantó una voz que aseguró: “Aunque el mundo ha superado los niveles de la crisis del 2008, y la economía global crece, el panorama económico no es halagador”. Lo expresó la economista Bendan Stefan, quien agregó que: “Si bien las economías crecen, las riquezas tienden a concentrarse todavía más, porque el 1 por ciento de los más ricos del planeta tiene más riqueza que todo el resto”.

Stefan, es una reputada internacionalista que en la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas ha criticado varias veces la postura de México en asuntos globales, como la decisión de abstenerse de emitir su voto con relación a la condena que se hizo al presidente de los Estados Unidos por reconocer a Jerusalén como capital de Israel y las posturas que ha mantenido en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio.

Crecen la riqueza y la miseria

Sus palabras vienen a confirmar lo que previamente había publicado la organización Oxfam, que en su capítulo México señala: “Oxfam México es parte de un movimiento global que trabaja en 94 países para poner fin a la injusticia de la pobreza y acabar con la desigualdad. Juntos protegemos y reconstruimos vidas cuando sucede un desastre, combatimos la discriminación y la violencia contra las mujeres, defendemos los derechos de las personas y comunidades indígenas y luchamos para garantizar el acceso equitativo a los bienes comunes naturales”.

En el texto de Oxfam correspondiente al apartado de Visto desde la Cima, se indica que: “La bonanza de los milmillonarios. Ante la falta de acción, la crisis de desigualdad sigue agravándose a medida que los beneficios del crecimiento económico siguen concentrándose en menos manos. El año pasado se produjo el mayor aumento en el número de milmillonarios de la historia, uno cada dos días. Actualmente hay 2, 043 personas con fortunas por encima de los mil millones de dólares, de las cuales nueve de cada diez son hombres. En 12 meses, la riqueza de esta élite ha aumentado en 762, 000 millones de dólares. Esta cantidad equivale a lo necesario para acabar con la pobreza extrema en el mundo hasta siete veces”.

Que la riqueza de la élite crezca, no tendría nada de extraño si no fuera porque ese crecimiento se debe a la concentración del patrimonio que se genera con el trabajo del ser humano, lo mismo en las rudas tareas que demandan el sudor del espinazo que en las que requieren de talentos y habilidades intelectuales y anímicas, y perlan la frente.

En el informe de este año, correspondiente a lo ocurrido en el 2017, el mismo informe explica: “Entre 2006 y 2015, los salarios aumentaron una media de un 2% anual, mientras que la riqueza de los milmillonarios se incrementó en un 13%, seis veces más. El 82% del crecimiento de la riqueza mundial del último año ha ido a parar a manos del 1% más rico, mientras que a la mitad más pobre de la población mundial no le ha llegado nada de ese crecimiento”. Todo para el ganador, sin remordimiento.

Ante el regodeo de los gobiernos que presumen de la creación de empleos, el texto del organismo es claro cuando señala que: “Cada vez más, tener un trabajo no significa escapar de la pobreza. La Organización Mundial del Trabajo (OIT) ha estimado que cerca de una de cada tres personas con trabajo en países emergentes o en desarrollo vive en la pobreza, proporción que va en aumento. El elemento más llamativo del mercado de trabajo mundial probablemente sea la esclavitud moderna. La OIT ha calculado que 40 millones de personas trabajaban como esclavos en 2016, de ellas, 25 millones en trabajos forzosos. Según la OIT: ‘Trabajadores forzados producen algunos de los alimentos que consumimos y de las ropas que usamos, y limpian algunos de los edificios en los que muchos de nosotros vivimos o trabajamos”.

En México, los salarios mínimos establecidos por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos mediante resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación del 21 de diciembre de 2017 son de 88 pesotes, con 36 centavos (?), que están vigentes a partir del 1 de enero de 2018.

De acuerdo con cifras oficiales, alrededor de ocho millones de trabajadores del mercado formal e informal sobreviven con un ingreso equivalente al salario mínimo. La mayoría, 7.5 millones, son del sector informal sin acceso a seguridad social. Pero en el lado formal solo el 61 por ciento de los empleos que fueron creados en 2017 son de tiempo completo y con ingresos que permiten al trabajador cubrir sus necesidades básicas.

Crece la riqueza y crece la miseria.