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Cuando hay modo, hasta el codo

Ora viene a resultar que los magnates del país, aquellos que apoquinaron 25 millones de dólares para hacerse de las empresas del Estado mexicano que privatizó Carlos Salinas, y que han sido definidos como la mafia del poder, están exigiendo a su gente a no votar por un candidato y, por el contrario, sufragar por aquel que pueda derrotarlo en las elecciones del ya muy próximo primero de julio, en la madre de todas las elecciones.

Ayer se sumó a la iniciativa del magnate del Grupo México, Germán Larrea, el rey de la plata y tercer hombre más rico de México, Alberto Baillères, quien ha citado en los últimos días a los empleados de sus empresas a reuniones de 40 minutos, en las que se les pide que voten por el candidato que tenga las mayores posibilidades de derrotar al aspirante de Morena. El argumento es conservar el sistema económico actual, lo que permitirá a las empresas del Grupo Bal, de su propiedad, seguir creando más empleos.

Cuando hay modo, hasta el codo

Los integrantes del Instituto Nacional Electoral hacen como que la virgen les habla y han señalado que no puede actuar en contra de los potentados que están induciendo el voto de sus subordinados, infringiendo el mandato constitucional de que éste sea libre, universal y secreto, disque porque nadie se han presentado a hacer la denuncia correspondiente, lo cual es, simple y sencillamente hacerle al loco, que bien les sale.

Resulta que el actual régimen, totalmente proclive a los intereses de la crema y nata del capitalismo de amigos, se curó en salud y ordenó al pleno del Senado aprobar reformas a la Ley General en Materia de Delitos Electorales, que incluyen cambios a las sanciones a funcionarios públicos y ministros de culto que orienten o induzcan el voto de subordinados o feligreses; pero, además, eliminar del dictamen la palabra ‘inducir’ en todos los casos en que se coaccione o amenace a los subordinados para que participen en eventos proselitistas de precampaña o campaña; para que voten o se abstengan de votar por un candidato, partido político o coalición. (19 junio 2014).

De esta suerte, los 30 que han sido señalados como dueños de México y que aparecen siempre en las listas de los más ricos del planeta, pueden exigir y demandar a la gente que tienen a su servicio para que vote en contra de tal o cual candidato, no importa lo que quieran o piensen, más cuando el régimen político acaba de fallar en contra de un aumento de emergencia para que los asalariados recuperen algún poder de consumo.

Tanto Larrea como Baillères forman parte de la organización ConcienciaMX, fundada por los empresarios para promover el voto ciudadano a favor de sus intereses. Entre los dos, según el informe de Forbes 2018, poseen una fortuna junta de 28 mil millones de dólares: 17.3 el primero y 10.7 el segundo. Sólo está por encima de ellos Carlos Slim, con la friolera de 67.1 mil millones de dólares. Fortunas, éstas harto recientes.

¿Contra quien están los dueños de los grandes capitales? Como asegura un viejo y conocido refrán que la cuña debe ser del mismo palo para que apriete, bien se podría citar la respuesta que dio Nathaniel Parish Flannery en una entrevista con el experto internacionalista Patrick Iber acerca de las elecciones presidenciales en México y de los candidatos, que fue publicada en Forbes: “Si usted tiene que comparar a Andrés Manuel López Obrador con algún otro político conocido, yo diría que éste se haya más próximo a Jimmy Carter que a Hugo Chávez”. Luego explicó que tiene el mismo perfil de político maduro, con un gran sentido humanista y que puede recuperar a México.

Las elecciones presidenciales de este año, que pueden marcar un parteaguas histórico, están en riesgo por la intervención de los poderes fácticos que tanto daño han hecho a México y a los mexicanos, que ya han perdido hasta el modito de andar. Ante este negro panorama, se torno imperativo el voto masivo de todos los que han sufrido los embates del capitalismo salvaje, que no tiene llenadera alguna.