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Con sabor a petróleo…

Irán muy molesto con los desplantes de México propuso dejar fuera a nuestro país del acuerdo, vetándonos para que nadie nos compre petróleo

Los mayores productores de petróleo del mundo estaban llegando a un acuerdo para rescatar a los mercados de crudo de un colapso aunado al coronavirus, cuando un personaje insospechado apareció.

Adivino usted, Andrés Manuel López Obrador a través de su secretaria de energía Rocío Nahle le puso a la reunión un sabor a petróleo; la señora  para abrir boca llegó dos horas tarde a la reunión y para no desentonar con la 4T,  no estaba preparada con una propuesta basada en las cifras que ya habían circulado con anterioridad entre los países.

Con sabor a petróleo…

Durante semanas, Rusia y Arabia Saudita, dos potencias energéticas, han estado peleando sobre la producción de petróleo, y su disputa ha provocado la caída de los precios del crudo.

Eso ha sido la principal preocupación del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, con un fuerte interés en hacer que los precios se estabilicen para apoyar a la industria petrolera de Estados Unidos mientras hace campaña para su reelección en el mes de noviembre.

López Obrador se negó a firmar el acuerdo, incluso después de que las otras 22 naciones firmaron el pacto para recortar 10 millones de barriles por día en un intento por frenar la caída de los precios. Desde su oficina en Palacio Nacional, el presidente estaba preocupado por una sola cosa: Petróleos Mexicanos (Pemex).

La petrolera mexicana, con una deuda de más de 100 mil millones de dólares, es la pieza central de su administración para ser autosuficiente en la generación de energía y detener una disminución de la producción en 15 años. Recortar 400 mil barriles por día para cumplir con el acuerdo de la OPEP+ retrasaría su ambicioso plan para devolver a Pemex su gloria de los años 70.

Todos los países integrantes de la OPEP+ después de muchos enfrentamientos –sobre todo Rusia y Arabia Saudita, aceptaron reducir su producción en un 22%, pero México no quería ceder en la parte que le correspondía, prolongando la discusión 5 horas; AMLO sólo estaba dispuesto a ofrecer un recorte de 100 mil barriles,  aproximadamente 5.6% de la producción de Pemex.

Al final la representante de México brillo por su falta de educación y se levantó de la mesa de forma grosera, sin querer comprometerse a nada…

Irán muy molesto con los desplantes de México propuso dejar fuera a nuestro país del acuerdo, vetándonos para que nadie nos compre petróleo.

Para nuestra “suerte” López Obrador recibió una llamada de alguien con mucho en juego: su amigo Donald Trump, con quien entabló una repentina amistad.

El presidente de Estados Unidos intentó convencer a AMLO de que aceptara los términos de la OPEP, pero el líder mexicano insistió en que Pemex no puede reducir tanto su producción. Al final, Estados Unidos aparentemente acordó recortar 250 mil barriles adicionales para cubrir la posición de México y, en teoría, desbloquear el acuerdo general. 

“Estados Unidos ayudará a México y nos compensará en algún momento en el futuro cuando estén preparados para hacerlo", dijo Trump  en su rueda de prensa en la Casa Blanca. 

Trump también se esforzó por referirse a AMLO como alguien con quien tiene una "gran relación, gran amistad", diciendo que podía entender de dónde venía la postura del presidente mexicano sobre los recortes de producción. 

Este evento pone en  evidencia la voluntad de AMLO de poner sus objetivos nacionales por encima de todo, incluso si daña su reputación en la asociación  de productores de petróleo.

Literalmente estamos viendo a AMLO solo contra el mundo, lo que exhibe la delicada situación de las finanzas públicas, este gobierno nos sorprende notablemente por su gran ausencia de sentido común, a él no le importa lo que mundialmente este aprobado, lo que da garantías o implemente las matemáticas básicas de lo que es rentable y lo que no lo es, solamente importan sus caprichos y su voluntad…

AMLO ha tratado de revertir algunos los cambios en la ley de energía,  para abrir la industria energética a inversores privados. México está construyendo la refinería Dos Bocas de 8 mil millones de dólares, incluso cuando ya no resulta rentable, pues los precios internacionales de la gasolina colapsan. 

Donald Trump es un hábil hombre de negocios, y también un presidente que sabe salirse con la suya, ahora nosotros le debemos un favor, que para ser honestos no necesitábamos, porque PEMEX no alcanzara nunca “números negros” debido a su inmensa deuda, y sin embargo este favor en algún momento no muy lejano lo tendremos que pagar.

Por cierto  en medio de este gran ridículo ¿Cómo andarán con la rifa del avión presidencial?