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Bueno; pero, insuficiente

Ayer se anunció el primer paso para corregir los graves yerros de ese pozo sin fondo que ha venido a resultar la acreditación del Instituto Nacional del Fondo para la Vivienda del Trabajador, que se ha convertido en una cadena con grillete para la economía de la clase trabajadora que muere antes de ver saldado el crédito para una casa que jamás ha valido lo que cuesta. Se informó que quienes hayan pagado el 90 por ciento del adeudo se beneficiarán con la condonación del resto. 

Durante la última reunión del Consejo del Instituto, por recomendación del presidente Andrés Manuel López Obrador, se aprobó que a partir del 1 de septiembre, más de 40 mil acreditados podrán acceder a estos beneficios, pudiendo, entonces, liberar su hipoteca y dejar de padecer cada mes para pagar una deuda de muy largo plazo que no corresponde a los valores reales de la propiedad que ampara, si es que ésta se mantiene en pie para la fecha. Es un acto de justicia.

Bueno; pero, insuficiente

Sí; pero, no es suficiente. Apenas el mes pasado, en Yucatán, dijo el presidente que en los próximos días se reunirá con el consejo directivo del Infonavit a fin de revisar las modificaciones que propuso en los créditos que maneja ese organismo. Esa semana se había dado a conocer que se aplicarían quitas (descuentos) a las deudas, se entregarían escrituras a aquellos trabajadores que hubieran pagado ya una proporción elevada de los créditos y se eliminarían los procesos de desalojos a quienes incumplieran con los pagos. De hecho, se requiere de una reingeniería total.

El artículo 44 de la ley del Infonavit, dice lo siguiente: "El saldo de los créditos otorgados a los trabajadores a que se refiere la fracción II del artículo 42, se actualizará bajo los términos y condiciones que hayan sido estipulados. Sin perjuicio de lo señalado en el párrafo anterior, para el caso de los créditos otorgados en veces salario mínimo, en el evento de que el salario mínimo se incremente por encima de la Unidad de Medida y Actualización, el Instituto no podrá actualizar el saldo en moneda nacional de este tipo de créditos a una tasa que supere el crecimiento porcentual de dicha Unidad de Medida y Actualización durante el mismo año. Asimismo, los créditos citados devengarán intereses sobre el saldo ajustado de los mismos, a la tasa que determine el Consejo de Administración. Dicha tasa no será menor del cuatro por ciento anual sobre saldos insolutos". Marca límites inferiores; pero no superiores y ahí es donde está el detalle.

Se han utilizado diversas fórmulas para disque atenuar la carga del crédito hipotecario para los trabajadores y cada año se han llevado a cabo diversas reformas que nunca han dado los resultados apetecidos, porque los parámetros que se utilizan son los mismos. Se habla de actualización del adeudo; pero, no de la amortización del mismo. A fin de cuentas, el acreditado nunca va a saber cuánto ha pagado y cuánto deberá pagar, porque en cada modalidad hay truco.

Un día resulta que los créditos se otorgarán en pesos y al otro, que no, que en Unidades de Medida y Actualización según las reglas que al efecto determine su Consejo de Administración, las cuales deberán propiciar que las condiciones financieras para los trabajadores no sean más altas que las previstas en los párrafos anteriores y previendo en todo momento las medidas para que se preserve la estabilidad financiera del Instituto y cubran los riesgos de la cartera crediticia.

Este año, con el propósito de que los trabajadores paguen menos, se ha adoptado el criterio de que se seguirá usando para este 2019, el factor de $82.22, para las amortizaciones de créditos pactados en veces el salario mínimo (VSM); sin embargo, la ley del Infonavit, dice que los créditos pactados en VSM se seguirán administrando de la misma forma en que se venía haciendo. El resultado de ese contrasentido es que la hipoteca se estire en el tiempo, aunque pague menos. 

Quizá por ello, el Senado de la República dio entrada a una iniciativa que busca reformar la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) y del Fondo de la Vivienda del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste).

El proyecto presentado por el legislador Juan Manuel Fócil Pérez, pretende acotar las tasas de interés tanto hacia abajo como hacia arriba: "se fijaría una tasa de interés que no sea inferior a cuatro por ciento, ni superior a 8% anual. Los créditos de la banca comercial oscilan entre el 7% y 10%, mientras que las del Infonavit son de 12%. Para los trabajadores esos créditos resultan impagable, porque no están enterando capital sino intereses".

Ojalá se haga algo más que las medidas anunciadas ayer.