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Alto a la guerra

Lo que seguramente no logrará el juicio político en contra del presidente de la nación más poderosa del planeta, lo pueden hacer las medidas que hoy adoptará la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, donde se espera establecer severas limitaciones a la capacidad del presidente Donald Trump para hacer la guerra con Irán, según anunció la presidenta, Nancy Pelosi, quien, además, afirmó enfáticamente que: “honraremos nuestro deber de mantener al pueblo estadounidense a salvo”.

La propia dama de diamante ha señalado que es imperativo limitar los poderes de guerra del presidente para garantizar la paz y la seguridad de los Estados Unidos y del planeta entero. Asegura que el ataque con drones que mató al general iraní Qasem Soleimani, fue “una provocativa y desproporcionada” y que se realizó sin consultar al Congreso. De no hacerse algo de manera inmediata, se acrecienta la posibilidad de una mayor escalada del conflicto entre Estados Unidos e Irán, con resultados que son imprevisibles.

Alto a la guerra

Cabe señalar que no es esta la primera vez que la Cámara de Representantes busca limitar los poderes del presidente para llevar a cabo acciones bélicas. En abril del año pasado, Trump vetó una resolución del Congreso que buscaba poner fin a la participación de Estados Unidos en la guerra liderada por los saudíes en Yemen. Entonces dijo que: “Esta resolución es un intento innecesario y peligroso de debilitar a mis autoridades constitucionales, poniendo en peligro las vidas de los ciudadanos estadounidenses y los valientes miembros del servicio, tanto hoy como en el futuro”. Puede repetirse.

Puede repetirse el veto presidencial; sin embargo, la Sra. Pelosi está convencida de que es necesario ir hasta donde sea necesario para conjurar el peligro de una conflagración que no puede tener buen final para ninguna de las partes involucradas. Su decisión de presentar este día la propuesta de limitar los poderes de guerra del presidente se afirmó luego de conocer el bombardeo de bases militares en Irak donde prestan servicio tropas estadounidenses, que el propio presidente desdeñó; pero que, para la dama, son una evidencia de la posibilidad de una mayor confrontación militar y de una expansión.

Ayer mismo, en un artículo de opinión publicado por Fox News, el senador demócrata por Virginia, Tim Kaine, señaló que: “Cuando le pedimos a nuestras tropas que arriesguen todo, en el Congreso no podemos escondernos debajo de nuestros escritorios, ni subordinar nuestro deber constitucional con el presidente; menos pretender que podemos evitar la responsabilidad por la guerra y sus consecuencias”.

Al respecto, habría que decir que el Congreso aprobó en noviembre de 1973, la ley conocida como War Powers Act, que restringe el poder presidencial para declarar la guerra y que se convirtió en el estándar en situaciones similares. Por esta ley, el presidente puede ordenar el uso de la fuerza militar en caso de una emergencia nacional ocasionada por un ataque contra Estados Unidos, sus territorios, o sus fuerzas armadas. Pero, en caso de no tener una autorización parlamentaria previa, debe informar al Congreso en las siguientes 48 horas; los congresistas tienen entonces 60 días para aprobar o rechazar esa acción.

En este apartado se ha apoyado el presidente Trump para evitar las acciones del Congreso a fin de limitar su capacidad para iniciar una confrontación armada. El año pasado, el presidente no solicitó permiso al Congreso; pero, algunos miembros del Senado, bajo control republicano, testificaron haber discutido el ataque con el presidente, aunque la Cámara de Representantes no fue informada. Por ello, ahora la señora Pelosi exige que “se informe a todo el Congreso de forma inmediata sobre esta seria situación y sobre los siguientes pasos que considerará tomar la Administración”. Nada de que después.

En una batalla de interpretaciones, el senador Marco Rubio, republicano de Florida, explicó que: “Estados Unidos no persigue una invasión de Irán, está actuando a la defensiva, en defensa de las tropas desplegadas en Irak y bajo la autorización del Congreso de uso de la fuerza militar en el 2002”.

Sin embargo, la dama de diamante no ceja y si no prospera la iniciativa para limitar los poderes de guerra de presidente, entonces apelará a la propuesta legislativa de la representante Barbara Lee, demócrata por California, que revocaría la autorización de la fuerza militar de 2002, así como un proyecto de ley de la representante Ro Khanna, demócrata por California, eso impediría el uso de fondos no autorizadas por el Congreso para acciones militares contra Irán, lo que se ve más drástico.

En ese sentido, la posición del presidente puede verse vulnerada, como no ha ocurrido con la posibilidad de un juicio político.